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La Barcelona que el turista no ve (V): Grafitis secretos de Jujol en el Park Güell

El arquitecto y colaborador habitual de Gaudí escondió varias inscripciones en el célebre banco ondulante de trencadís

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Buscando a Jujol en el Park Güell

Buscando a Jujol en el Park Güell

David Martínez Herrada (@Historiesdebcn)

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Nunca un fracaso tuvo tanto éxito. El Park Güell, la fallida urbanización de lujo proyectada por Antoni Gaudí por encargo de Eusebi Güell, es hoy uno de los lugares más visitados de Barcelona. Entre los turistas triunfa, sobre todo, el colorido banco ondulante con vistas sobre la ciudad, un escenario ideal para posturear en las redes sociales.

Este icónico banco de 'trencadís' fue un trabajo firmado por Josep Maria Jujol. Firmado literalmente, porque el arquitecto tarraconense quiso dejar una huella casi secreta en esta obra, escondiendo su rúbrica en las piezas de cerámica, junto a varios mensajes en honor a la Virgen María.

Jujol fue uno de los colaboradores más importantes de Gaudí. A día de hoy, quizás el más conocido. Pero no fue siempre así, de hecho, la autoría de alguno de sus trabajos, como el propio banco del Park Güell, tardó años en ser plenamente reconocida.

Jujol escondió su firma en los famosos bancos de ‘trencadís’ del Park Güell

Jujol escondió su firma en los famosos bancos de ‘trencadís’ del Park Güell / Ferran Nadeu

Gaudí y Jujol empezaron a trabajar juntos en las obras de la Casa Batlló, iniciando una estrecha relación profesional que continuó en la Pedrera y la Sagrada Familia. En 1908, Jujol se incorporó a los trabajos del Park Güell para realizar los plafones del techo de la Sala Hipóstila. Posteriormente, con una gran libertad creativa, se encargó de ornamentar el banco serpenteante de la gran explanada.

Para crear su piel multicolor usó la técnica del 'trencadís', con materiales de desecho como fragmentos de baldosas, trozos de azulejos e incluso botellas. Según cuenta el escultor Joan Matalama, que participó en las obras, Gaudí pidió a sus obreros que recogieran cualquier material cerámico descartado que encontrasen, para aprovecharlo en el Park Güell.

Inscripción de Jujol en la balconada panorámica del Park Güell

Inscripción de Jujol en la balconada panorámica del Park Güell / David Martínez Herrada (@Historiesdebcn)

Las únicas piezas que se fabricaron expresamente para el banco fueron unas cerámicas semicirculares, destinadas al borde superior y al respaldo. Jujol, que era un gran devoto de la Virgen, aprovechó para grabar varias inscripciones marianas en estas cerámicas, antes de la cocción definitiva. Además de las frases en catalán y en latín, dibujó marcas sutiles como cruces y rosas (otro símbolo de la Virgen), así como su propia rúbrica. Josep Maria Jujol firmaba su nombre con una icónica ‘J’ partida por una cruz, reflejo de su religiosidad.

Esta especie de grafitis pasaron completamente desapercibidos y no fueron descubiertos hasta más de cincuenta años después, lo que permitió atribuir definitivamente la obra a Jujol. Por desgracia, en las sucesivas reparaciones del banco, especialmente en la restauración de 1993, se sustituyeron muchas de las piezas originales de cerámica, con lo que desaparecieron la mayoría de las inscripciones y marcas jujolianas. Hoy, apenas pueden encontrarse algunas muestras, como la imagen que acompaña estas líneas, donde puede leerse “son front” (su frente).

Los famosos bancos de ‘trencadís’ del Park Güell son obra de Josep Maria Jujol

Los famosos bancos de ‘trencadís’ del Park Güell son obra de Josep Maria Jujol / Ferran Nadeu

Cabe decir que no era extraño que Jujol incluyese inscripciones más o menos ocultas en sus obras, sobre todo, su característica firma. Esta puede verse, por ejemplo, en Can Negre, otro de sus trabajos emblemáticos, en Sant Joan Despí. En este municipio también rubricó las fachadas de la Casa Rovira y de su propia residencia, la Torre Jujol.