Tráfico

Barcelona corrige una pacificación para mantener más de 100 plazas de aparcamiento

El Ayuntamiento rebaja la pérdida a 14 puestos de estacionamiento en un tramo que concentra centros educativos en el distrito de Sant Martí, donde previó borrar 130 plazas

Dos pacificaciones en escuelas enfrentan a familias y vecinos en Barcelona

Corte de la Gran Via en abril de 2023 para oponerse a la pérdida de plazas de aparcamiento en la calle Perú, en Barcelona.

Corte de la Gran Via en abril de 2023 para oponerse a la pérdida de plazas de aparcamiento en la calle Perú, en Barcelona. / ZOWY VOETEN

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

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El Ayuntamiento de Barcelona ha corregido un proyecto de pacificación de tráfico que preveía borrar 130 plazas de aparcamiento para vehículos junto a cuatro centros educativos del barrio de Provençals de Poblenou. El plan alentó la oposición de una plataforma vecinal de la zona, situada en el distrito de Sant Martí. En febrero de 2023, un grupo de vecinos impidió el inicio de las obras para restringir la circulación con la extensión de un carril bici y la ampliación de las aceras. Al mismo tiempo, iban a eliminarse 35 puestos de estacionamiento público a la altura de la escuela Brasil y 95 más a lo largo de la calle Perú. La remodelación se frenó entonces y sigue paralizada. El consistorio anuncia ahora que piensa enmendarla para retomarla, prescindiendo solo de 14 plazas. 

Los detractores del proyecto -reunidos en la plataforma Ni una plaza menos- mantuvieron el pulso con protestas a pie de calle y exponiendo sus argumentos en encuentros vecinales. Llegaron a cortar el tráfico en la Gran Via al inicio de la última Semana Santa, en la antesala de las pasadas elecciones municipales. Advertían que la reforma perjudicaba a los residentes de la zona, por hurtar espacio donde estacionar y sin ofrecer una alternativa donde trasladar los vehículos. El Ayuntamiento replicaba que existían 2.182 plazas en superficie en el barrio, incluyendo la zona verde y las reservadas a personas con discapacidad. 

Un año más tarde, el consistorio informa de que ha consensuado achicar la pérdida de aparcamiento público. A su vez, esgrime que no ceja en el propósito de efectuar algunas obras para proteger a los escolares del tráfico en los acceso a las escuelas Brasil, Catalònia, Concha Espina -de educación especial- y la guardería Dolors Canals. “Se trata de un replanteamiento de proyecto inicial hecho con el objetivo de facilitar un mejor encaje entre la mejora de los accesos a las escuelas y el mantenimiento de un número necesario de plazas de aparcamiento”, alega el ejecutivo municipal.

De Colau a Collboni

Poco antes de las municipales, el anterior gobierno municipal de comunes y PSC bajo la batuta de Ada Colau propuso reducir el recorte de 95 a 55 puntos para estacionar en la calle Perú. No bastó para que fructificase una entente. La oferta de rebaja se ha redoblado bajo la alcaldía de Jaume Collboni, que ha marcado distancias con el urbanismo que caracterizó a su antecesora y exsocia. En todo caso, el concejal de Sant Martí era el mismo antes que ahora, el socialista David Escudé.

Estamos contentos pero no satisfechos, ya que el Ayuntamiento ha ido rebajando las plazas a golpe de martillo, sin escuchar propuestas”, critica Edorta Moreno, miembro de Ni una plaza menos. El Ayuntamiento defiende que no es incompatible suavizar la eliminación de aparcamientos con que la entrada de los centros educativos se ponga a resguardo de la circulación. El ejecutivo municipal explica que se ampliará la acera del lado Besòs de la calle Fluvià, frente a la entrada de la escuela Catalònia. Además, el espacio de aparcamiento de la calle Perú adyacente al colegio pasará a ser en batería, de modo que se recuperará el estacionamiento que se quitará en Fluvià.

Fuentes de la Asociación de Familias de Alumnos (AFA) del Catalònia confirman que se avienen al último cambio que el consistorio les planteó esta semana, después de que los retoques previos no cristalizaran. “Lo aceptamos porque, si no, el proyecto no se desencallaría y entraríamos en otra guerra como hace un año. Nunca hemos ido en ese tono. Lo preferimos así a que no se haga nada”, aducen en la AFA. Las familias han arrancado el compromiso a los responsables municipales de instalar una valla frente a la puerta del centro, para incrementar la sensación de seguridad entre la entrada y la calzada, y estudiar que se coloquen bancos y papeleras.   

El gobierno local promete también “actuaciones de protección en las puertas” de la guardería Dolors Canals y los colegios Brasil y Concha Espina. “Próximamente, una vez definido el proyecto definitivo, se llevarán a cabo las obras previstas”, concluye. Por su parte, Ni una plaza más pide que se retiren los amortiguadores de tráfico en las calles Paraguai y Perú. También abogan por que la velocidad en el tramo se eleve de 20 a 30 kilómetros por hora.

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