Reunión este martes

Barcelona en Comú decide votar ‘no’ a los presupuestos del gobierno de Collboni

La militancia apuesta por rechazar las cuentas el viernes si el alcalde no acuerda un tripartito PSC-Comuns-ERC antes, lo que llevará al alcalde a recurrir a una cuestión de confianza para aprobarlas

Collboni abre la puerta a la cuestión de confianza para garantizar que habrá presupuesto este 2024

Los presupuestos de Barcelona superan el primer trámite: un mes para la votación definitiva

Colau, en un acto el pasado domingo.

Colau, en un acto el pasado domingo. / Gemma Sánchez / ACN

Toni Sust

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Barcelona en Comú votará ‘no’ el viernes al proyecto de presupuestos del gobierno de Jaume Collboni para 2024. Así lo ha decidido la militancia de los Comuns en una reunión del plenario convocada por la coordinadora del partido de Ada Colau que se ha celebrado este martes. La pregunta formulada por la dirección era la siguiente: "En caso de que el PSC mantenga su negativa a acordar un gobierno progresista amplio antes del pleno municipal del 22 de marzo, ¿das tu apoyo a la decisión de votar en contra de los presupuestos municipales para 2024?".

No parece viable que ese gobierno se vaya a cerrar en los próximos tres días, por lo que Barcelona en Comú se encamina al voto negativo. El resultado de la votación, hecha a mano alzada con cartulina, 165 votos a favor del 'no', cinco a favor del 'sí, y cinco en blanco, refleja el enfado de los Comuns con Collboni, al que acusan de no haber querido dar paso alguno en el camino que ellos le reclamaban: la apuesta de un gobierno de izquierdas tripartito, formado por el PSC, Barcelona en Comú y ERC. Esa era la condición impuesta por los Comuns para dar su ‘sí’ a las cuentas en el pleno municipal que se celebrará este viernes, 22 de marzo.

Votación determinante

La votación de los activistas (como denomina el partido a sus militantes) no es vinculante, como si sucede en Barcelona en Comú cuando se debate un pacto de gobierno, pero la cúpula la considera determinante y el grupo municipal acatará su resultado.

Antes de la votación, Colau se ha dirigido a la militancia para resumir la situación y el camino que ha llevado hasta el punto actual. Los Comuns consideran que el PSC nunca ha tenido intención de convertirlos en su socios de gobierno, una relación que mantuvieron en el mandato anterior, cuando ellos tenían 10 concejales y los socialistas, ocho.

Solo 15 de 21 votos

La decisión deja a Collboni sin opciones de aprobar las cuentas de la ciudad mediante una votación ordinaria en el pleno del viernes. Junts per Catalunya ya anunció su voto negativo, la misma posición que se espera del PP y Vox. Solo ERC ha comprometido su respaldo al proyecto, lo que sumado a los nueve concejales del PSC, le daría 15 votos, a seis de los 21 que otorgan la mayoría absoluta.

Por lo tanto, el gobierno de Collboni deberá recurrir a una cuestión de confianza, un sistema que ya empleó Xavier Trias una vez durante el mandato 2011-2015 y por la que Colau se vio obligada a optar en el siguiente, para las cuentas de 2017 y 2018. En ambos casos eran alcaldes en minoría que no lograron apoyo para aprobar los presupuestos. Trias tenía 14 concejales, y Colau,  11. Collboni tiene 10.

Los presupuestos de la Generalitat

La coordinadora de Barcelona en Comú formalizó la convocatoria de la votación de este martes el 4 de marzo, explican fuentes del partido, que precisan que el día 5 fue enviada a los activistas. Eso supone que la votación se convocó antes de que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, anunciara, el día 13, una convocatoria de elecciones autonómicas anticipadas para el 12 de mayo, que firmó este lunes.

Lo hizo porque el veto de los Comuns a las cuentas convirtió en insuficiente el pacto ya cerrado al respecto por el PSC y ERC, algo parecido a lo que pasará en el consistorio, si bien en la capital catalana, al revés que en la Generalitat, son los socialistas los que gobiernan y los republicanos los opositores.

Las cuentas del Estado

Ese desenlace llevó a que el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, decidiera desistir de negociar los Presupuestos Generales del Estado para 2024 y optara por prorrogarlos. Y todo ello desembocó en una crítica generalizada a los Comuns, tildados de irresponsables por sus rivales. Colau denunció que ERC y el PSC se habían conchabado para culparles, y acusó a Aragonés de ser el responsable de lo sucedido.

En Barcelona el efecto del desencuentro es distinto, porque con la cuestión de confianza la ciudad tendrá presupuestos y no perderá un euro de los 3.800 millones previstos en el proyecto presentado en octubre por el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls. Un texto que desde entonces no ha encontrado apoyos para prosperar y que ahora será validado sin una mayoría que lo respalde pero con los mismos efectos.

Presupuestos municipales, en abril

Si como todo lo indica, el viernes los presupuestos no se aprueban, el gobierno deberá convocar un pleno extraordinario o esperar al de abril -lo que supondría perder un mes y no parece probable- para que empiece una cuenta atrás de 30 días, una vez en ese pleno el proyecto vuelva a perder en votación.

Lo más previsible es que se celebre durante la Semana Santa. Pasado un mes desde ese pleno, si la oposición no ha sumado los 21 votos que dan la mayoría para elegir a un nuevo alcalde de Barcelona, los presupuestos quedan aprobados. Y eso supondría que Barcelona tendría nuevos presupuestos a finales de abril.