Campaña de controles

La Guardia Urbana impuso 335 denuncias a las VTC en Barcelona en los días previos al Mobile

La cifra supera los resultados de la anterior ronda de inspecciones, que se cerró con 318 denuncias

Las VTC denuncian una "caza de brujas política y policial" antes del Mobile World Congress

Un VTC y varios taxis en las inmediaciones de la Fira de Gran Via, en L'Hospitalet de Llobregat.

Un VTC y varios taxis en las inmediaciones de la Fira de Gran Via, en L'Hospitalet de Llobregat. / FERRAN NADEU

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

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La Guardia Urbana levantó 335 denuncias contra Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) durante la campaña de inspecciones efectuadas en Barcelona durante la semana previa al Mobile World Congress, que se celebró entre el 26 y el 29 de febrero. El teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, ha revelado la cifra a preguntas de ERC en la comisión municipal de presidencia del Ayuntamiento. La cifra supera el balance del último precedente, que se saldó con 318 denuncias.

Batlle ha recordado que la Generalitat decretó una liberalización excepcional para que los VTC pudieran circular sin restricción en la ciudad durante 10 días, incluidos los del congreso del móvil. En todo caso, el concejal ha recordado que se mantenía la prohibición de que los vehículos de alta gama tomasen a pasajeros en el puerto y el aeropuerto sin reserva previa.

Las revisiones aleatorias de licencias se practicaron entre el 19 y el 25 de febrero, a vehículos de hasta nueve plazas, ya estuvieran circulando o estacionados, para "garantizar el cumplimiento de la norma por parte de las VTC donde se consideraba que se podían infringir algunas condiciones”, ha señalado Batlle. El teniente ha concretado que se puso el foco en los lugares con “alta presencia de VTC”, como las estaciones de autobuses, de tren, puntos de interés turístico, zonas comerciales y arterias principales de la urbe.

El concejal ha añadido que la campaña pretendía “combatir el intrusismo e identificar conductas no permitidas” a los Vehículos de Transporte con Conductor, motivo habitual de crítica de los colectivos de taxistas. El sector de las VTC tachó los controles de "caza de brujas".

El Ayuntamiento expresó, con los chequeos, que pretendía sancionar a los conductores de VTC que dieran positivo en pruebas de alcoholemia y drogas; que circularan sin permiso de conducción en vigor, sin el seguro obligatorio o sin estar dado de alta en la Seguridad Social; no haber superado la ITV; incumplir los horarios y días de descanso establecidos; ofrecer habitualmente el servicio en una zona diferente de la que establezca la autorización y no disponer de los cuadros de precios preceptivos.