Un viaje en VTC por cada ocho en taxi: las cifras de 2023 pulverizan la ratio prometida de 1/30

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sentenció en junio de 2023 que la protección del taxi sobre las VTC no se puede asentar sobre la proporción del 1/30, por ser una medida arbitraria e injusta ideada para garantizar la viabilidad económica del sector. La realidad, sin embargo, ya se había comido las leyes y las ordenanzas, estatales o autonómicas, que delimitaban esa simetría entre los dos modelos de negocio. Se sabe por el número de licencias, pues a finales de 2023 en España se contabilizaban 19.333 credenciales de vehículos de alquiler con conductor por 61.548 permisos de taxi, es decir, una relación de 1 cada 3,2. Ahora también, en el caso de Barcelona se puede comparar la cifra de servicios anuales.

El año pasado, Barcelona y su entorno registraron 62 millones de carreras de taxi, mientras que las VTC, según datos de Ministerio de Transportes a los que ha tenido acceso este diario, realizaron 7,5 millones de servicios (un 12,1% respecto a los valores del taxi). Guste o no, los coches negros con matrícula azul ya se han comido un buen pedazo del pastel de la movilidad metropolitana.

El dato corresponde a toda la provincia de Barcelona, pero la mayoría de los desplazamientos tienen como origen o destino la gran ciudad. Lo mismo sucede con el taxi, pues aunque esos millones de viajes incluyen los 36 municipios de Área Metropolitana de Barcelona (AMB), el grueso de la actividad se desarrolla dentro de la capital catalana. La cifra de 7,5 millones de servicios (el número exacto es 7.452.221 viajes) demuestra varias cosas. Primero, que estamos ante un negocio con una demanda importante. Segundo, que el sector de las VTC mueve dinero, mucho dinero. Y tercero, que ya son un actor más dentro del paisaje del transporte en vehículos de hasta nueve plazas.

¿Pero cuántas son?

A día de hoy, en el AMB están operativas más de mil licencias de VTC, entre las que han pagado la nueva tasa de 500 euros para poder operar y las que aún gozan de la moratoria estatal de cuatro años, previa a la implantación del decreto que acredita a los entes autonómicos y metropolitanos para que dispensen sus propias credenciales urbanas (teniendo en cuenta que los 36 municipios del AMB se consideran un solo núcleo). Es una nueva demostración de que el 1/30 es un espejismo. De hecho en toda Catalunya hay 3.219 credenciales de VTC por 12.361 de taxi, según datos del Ministerio de Transportes, es decir, una proporción de 1 cada 3,8.

¿Pero cuántas hay exactamente en el AMB? Según el Instituto Metropolitano del Taxi (IMET), 965 solicitaron la licencia urbana entre 2022 y 2023 y les fue concedida, y luego hay otras 588 que la pidieron (y también pagaron 500 euros) y les fue denegada sin derecho a devolución de la tasa a pesar de que una sentencia del TSJC anuló después ese canon. Estas cifras las facilitó el propio IMET a este diario a mediados de enero, pero hay documentos oficiales que dicen que las activas son solo 695. Luego están las credenciales con moratoria, que algunas fuentes conocedoras de la situación aseguran que son 300 y otras lo elevan a 700.

A todas estas hay que sumarle las cerca de mil que siguen atascadas a la espera de que el Tribunal Supremo decida qué hacer con ellas. Echen números, sin contar estas últimas, las que están trabajando debe ser unas 1.500, 300 arriba o 300 abajo. En cualquier caso, la opacidad en los registros, así como las leyes y decretos constantemente impugnados en los juzgados, no ayudan a generar buen ambiente en una olla a presión que se aguanta con un hilo en llamas.

Volver a revisar

Sobre las licencias que están en el alto tribunal, en Madrid ya tuvieron noticias en enero: la Justicia ha anulado la denegación de 2.000 licencias por parte de la Comunidad de Madrid a empresas que solicitaron las credenciales urbanas en 2018 (muchas de ellas, por parte de filiales de Cabify). El Supremo ordena volver a revisar estas peticiones, que se rechazaron, en buena medida, por la proporción 1/30 que el TJUE repudia. En cualquier caso, aunque el gobierno de Isabel Díaz Ayuso encuentre el recobeco legal para volver a denegarlas, parece seguro que antes se les debería aplicar la moratoria del decreto Ábalos y podrían operar durante cuatro años. Lo mismo podría pasar en Barcelona. Más madera para la hoguera.

Consultado sobre los servicios de VTC en Barcelona, Daniel Bedoya, 'regional manager' de Cabify en España, considera que las VTC y el taxi "no colisionan entre sí". "Las VTC complementan el resto de alternativas de movilidad a disposición de los ciudadanos, y compiten directamente con el vehículo particular". En su opinión, el crecimiento de una ciudad "no puede entenderse si su oferta de movilidad no evoluciona al mismo ritmo", por eso considera que su sector es una "herramienta al servicio de la ciudadanía y el desarrollo económico de Barcelona".

No cumplen

No lo ve del mismo modo Luis Berbel, presidente del Sindicato del Taxi de Catalunya. Considera que la cifra es "muy elevada" y defiende que esos 7,5 millones de servicios "demuestran que las VTC no están cumpliendo con la obligación de que sus clientes reserven los coches con 15 minutos de antelación". "De haber cumplido con lo que dice el decreto catalán -reza Berbel-, no habrían llegado ni de lejos a ese número".

Mucho más vehemente se muestra el portavoz de Elite Taxi, Tito Álvarez, que asegura que al menos 6 de esos 7,5 millones de servicios "son ilegales". "No son muchos viajes en un solo año, pero la mayoría deberían ser nuestros; nos están robando". A pesar de ello, se muestra esperanzado en que la nueva ley de transporte con vehículos de hasta nueve plazas que tiene entre manos el Departament de Territori, y que también pondrá orden en las VTC o empresas de intermediación como Free Now, "acabe de poner a cada uno en su sitio". Pero si no es así, avanza, saldrán "como nunca" a la calle. Nada se sabrá de la nueva legislación catalana hasta después del Mobile World Congress. Tengamos la fiesta en paz.

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