Urbanismo

La reforma de la plaza del Macba de Barcelona indigna a vecinos y ‘skaters’

Rechazan la ampliación del museo y que el proyecto suponga dejar a los patinadores sin espacio

Barcelona diseña para 2027 una plaza dels Àngels con CAP, MACBA ampliado y menos skaters

'Skaters' delante del MACBA, en la plaza dels Àngels.

'Skaters' delante del MACBA, en la plaza dels Àngels. / Elisenda Pons

Toni Sust

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El anuncio municipal, el pasado lunes, del inicio de las obras de reforma de la plaza dels Àngels, en el corazón de Ciutat Vella, ha indignado a los vecinos que se oponen desde hace años a uno de los elementos más relevantes de esa transformación: la ampliación del Macba que dará lugar a una nueva construcción, anexa al Convent dels Àngels, que ocupará casi 1.000 metros cuadrados.

Los planes del consistorio han molestado también a otro colectivo con una presencia notable en la plaza, los skaters. Porque el nuevo diseño parece perseguir que tenga que buscarse otro sitio para patinar, aunque no se haya dicho con estas palabras. Tanto los vecinos como los patinadores consultados denuncian que el consistorio no les advirtió de que iba a anunciar la reforma.

Recreación del proyecto de la nueva plaza dels Àngels, con la ampliación del MACBA a la izquierda y el nuevo zócalo a la derecha.

Recreación del proyecto de la nueva plaza dels Àngels, con la ampliación del MACBA a la izquierda y el nuevo zócalo a la derecha. / Ajuntament de Barcelona

El CAP y el museo

El alcalde, Jaume Collboni, explicó el lunes que tanto las obras del que tiene ser el CAP Raval Nord, que estará en la Capella de la Misericòrdia, como los trabajos de ampliación del Macba empezarán este 2024. Y acabarán, respectivamente, durante el primer trimestre de 2026 y enero de 2027.

Así, si nada cambia, en tres años la plaza dels Àngels contará con las nuevas dependencias del museo, casi 1.000 metros cuadrados que hoy son espacio público en la plaza, y al otro lado, se reformulará el zócalo de la sede actual del Macba, que será un espacio verde de 1.105 metros cuadrados. Para el gobierno, esos metros son nuevo espacio público, a los que suma los 349 metros de miradores en la parte alta de la nueva ala del museo.

Plataforma contraria

Las explicaciones del alcalde no convencieron a la plataforma ‘No a la ampliació del Macba’. Sus integrantes denunciaron en un comunicado 24 horas después que la iniciativa del consistorio supondría la pérdida del espacio público, y acusaron al PSC de esgrimir como un éxito que el nuevo CAP esté en la Misericòrdia cuando los socialistas votaron en contra de esta posibilidad.

Julia Baquero, de 68 años y vecina de Ciutat Vella, es una barcelonesa nacida en Lleida. De niña vivió con su familia en una barraca de Montjuïc –“Una barraca que era una casita, eh, teníamos gallinas y huerto”, dice– y de adulta siempre ha vivido en el distrito, con la salvedad de un pequeño paréntesis en Gràcia y una estancia en Gales y Estados Unidos. Con sus padres, vivía en la calle de Sant Gil. Ahora es vecina de la de las Carretes.

Movilizaciones

Administrativa en la UB, ya jubilada, forma parte de la plataforma contraria a la ampliación del Macba, en la que, subraya, conviven vecinos y skaters. Ha participado en las luchas de los últimos años de Ciutat Vella, que son muchas, y está dispuesta a dar de nuevo la batalla por la plaza: “Si esto sigue adelante las movilizaciones serán fuertes. Quitarnos 1.000 metros cuadrados en el barrio más denso de Barcelona. ¡Que no!”.

“No hay una razón para ampliar el Macba. Es un despropósito total. Tienen 2.000 metros cuadrados que no utilizan, que emplean para eventos. ¿El mirador? Lo queremos a pie de calle”, afirma sobre el anuncio municipal. “Han consultado con parte del vecindario, pero no con la plataforma”, denuncia.

El contencioso

La plataforma subraya que hay un contencioso-administrativo presentado por los vecinos contra la ampliación, que debe dirimirse para que puedan empezar las obras. Recuerda que ya presentaron alegaciones a un plan de mejora urbana.

Baquero considera que anunciar una reforma que deja sin espacio a los skaters sin ni citarlos ni hablarlo con ellos, no es de recibo. “Sacar a alguien a la brava no es una actitud propia de un ayuntamiento democrático. Queremos que en la plaza haya espacio para los vecinos, la gente mayor, los jóvenes, los niños y los patinadores. Una vez estemos seguros de que la ampliación no se hará, hablemos de cómo se hará la plaza, de sus usos”. “El espacio público es público, el ayuntamiento no es su amo, lo tiene que gestionar”, concluye.

El arquitecto 'skater'

Pol Martín es skater y arquitecto especializado en espacios para patinar, y confirma que “bastantes patinadores” se han agrupado con los vecinos. Y añade que pese a que no siempre ha habido una relación idílica, comparten objetivos: “Cuando hemos ido a consejos de barrio hemos reconocido que el skate comporta una serie de molestias en el espacio público, pero siempre hemos estado dispuestos a hablar”.

Martín alude a las palabras de Collboni el lunes, cuando, preguntado por los skaters, afirmó que nadie puede monopolizar la plaza y argumentó que los vecinos quieren más verde. “Pero yo he estado en el proceso participativo y los vecinos que pidieron el verde no quieren la ampliación del museo”, alega. Es decir, que no es que unos estén con el consistorio y los segundos, no.

El espacio ya era público

El arquitecto skater también rechaza la ampliación, por lo menos donde está proyectada: “No me gusta perder espacio público, pero no estoy contra el museo. Lo que pasa es que se pierde la oportunidad de hacer la ampliación en otro lugar. O incluso de poner el museo en otro lugar, como Poblenou. Podría ser un foco de atracción de nuevas centralidades”. De hecho, insta a tener en cuenta otras plazas del Raval, como la de Terenci Moix, para los planes del ayuntamiento: “Estaría bien no centrarnos solo en la dels Àngels”.

En cuanto al zócalo de 1.105 metros que supondría un freno para los skaters, Martín advierte de que no puede ser considerado nuevo espacio público: “Esos metros no se ganan, porque ya existen. Y se pierde un patrimonio deportivo”. Y aquí entra ya en lo que se intuye una ofensiva contra los patinadores.

“El skate es un deporte olímpico con la modalidad de rampa y street. Y la modalidad street viene justamente de patinar en la calle. La gente piensa que este deporte se hace sobre todo en skate parks y no es así. En todo el mundo, los skaters quieren espacio público, y no reconocer esa realidad deportiva supondrá no resolver el problema. La plaza dels Àngels es el espacio público más importante del mundo para patinar. Cuando la gente vota, el del Macba es elegido el espacio más relevante desde hace 20 años”.

Delincuencia e incivismo

En opinión de Martín, el problema es que “a menudo” se asocia el fenómeno skate con la degradación que, dice, vive la plaza. “Los skaters estamos un poco hartos de la situación de violencia que hay en la plaza. El otro día el padre de un niño que patina muy bien me decía que ya no lo trae, para que no vea a gente fumando crack. La gente ve todo esto y lo confunde con los skaters. La sensación es que somos la cabeza de turco, que servimos como cortina de humo. Y así nos olvidamos de los 1.000 metros que se pierden de espacio público y de los problemas de delincuencia que nada tienen que ver con el deporte”.

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