Compromiso para que los conductores de VTC y los nuevos taxistas acrediten el nivel B2 de catalán

Un obstáculo más. No hay nada concreto y está por ver cómo se concreta, pero en un futuro próximo, los aspirantes a taxista y todos los conductores de VTC, los que ya están y los candidatos que vengan, tendrán que pasar un examen de nivel B2 de catalán para poder ejercer su profesión. Los chóferes de vehículos de alquiler con conductor, además, también deberán superar una prueba de conocimientos similar a la que enfrentan los taxistas para conseguir la credencial. En resumen: lo que sea para que plataformas como Cabify, Uber, Bolt lo tengan todavía más complicado para poder operar en Barcelona y en el resto de Catalunya.

La noticia todavía tiene que coger forma pero parece que el taxi se anota un nuevo tanto en su casillero después de haber amagado con boicotear el Mobile World Congress, que se celebra la semana que viene. Tito Álvarez, portavoz de Elite Taxi, la asociación líder del sector, ha sido el encargado de aportar los detalles tras reunirse en el Parlament con representantes de Junts, Esquerra, PSC y la CUP. Los Comuns no podían, y sin noticias de PP y VOX. El caso es que, siempre según Álvarez, los grupos parlamentarios habrían aceptado incluir en la ley de acompañamiento de los próximos presupuestos del Govern todos estos requisitos que afectan al ingreso a los dos oficios.

Pero con una peculiaridad que no va a gustar a las VTC. Y probablemente, tampoco a la Autoritat Catalana de la Competència: la medida del nivel B2 de catalán no tendrá efecto retroactivo en el taxi, con lo que, si te has sacado la credencial antes de que la medida entre en vigor, te salvas. Lo que no podrás evitar, si te presentas ahora, es la prueba de idioma que se acaba de incorporar al examen de taxista, con 10 preguntas test sobre catalán y otras 10 sobre lengua castellana.

Efecto 'boomerang'

Álvarez ha aclarado que la retroactividad no se aplica "de momento", con lo que no se descarta que en un futuro, si todo esto finalmente cristaliza, los taxistas que ya ejercen también tengan que pasar el filtro del idioma. Si eso sucede, al sector la cosa le puede generar un efecto 'boomerang' importante, puesto que ellos mismos admiten que son multitud los que no pasarían esa prueba del algodón.

También se ha acordado endurecer las sanciones a los taxistas que realicen prácticas de pirateo. Álvarez ha puesto el ejemplo de la noche en zonas de ocio, donde es habitual ver a taxistas con el módulo apagado (la luz del techo) y negociando precios con los jóvenes que buscan con desesperación un transporte para volver a casa o cambiar de garito. Según lo pactado, en el caso de ser cazados, se les inmovilizará el vehículo y deberán pagar 800 euros de multa más el coste de la grúa. A la tercera vez que les pillen, fuera carnet de taxista y fuera licencia de taxi.