550 nuevos bares

Ironía, farándula y tapeo santifican la fiesta mayor de los restauradores de Barcelona

El cóctel de Santa Eulàlia se consolida en La Paloma con una edición en la que no faltaba casi ninguna cara conocida

Lola Herrera y Carme Ruscalleda, protagonistas de la fiesta de la restauración 2024

Así fue la gala de los restauradores 2023, con Boris Izaguirre

Meritxell M. Pauné

Meritxell M. Pauné

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La sala La Paloma se ha vuelto a llenar de caras conocidas para festejar el cóctel de Santa Eulàlia del Gremio de Restauración de Barcelona este martes. El encuentro suma ya seis ediciones –dos en este mítico escenario del Raval– y se ha convertido en una suerte de ‘fiesta mayor’ del sector en la que no falta nadie o casi nadie, desde políticos y empresarios, hasta actores y presentadores de televisión. Como todo buen festejo, tiene pregón y cartel propios: este año los protagonizaban, respectivamente, a la actriz Lola Herrera y la cocinera Carme Ruscalleda caracterizada como si fuera la joven copatrona de la ciudad.

La representación municipal ha sido transversal, con presencia del alcalde Jaume Collboni (PSC) y cuatro de los cinco presidentes de los grupos de la oposición: Ada Colau (BComú), Elisenda Alamany (ERC), Daniel Sirera (PP) y Gonzalo de Oro-Pulido (Vox). La ausencia de Xavier Trias (Junts) –que tampoco vino la edición anterior– la han compensado sus dos ‘herederos’, Jordi Martí y Neus Munté, a quien el jefe de filas quiere legar la batuta consistorial.

Los parlamentos en el escenario han traído nuevamente perlas, dardos y mucha ironía. Igual que la primera fila, reservada a políticos, donde se han tenido que sentar por este orden Helena Rakòsnik, Ada Colau y Elisenda Alamany, tres mujeres influyentes que han sobrellevado su escasa sintonía sin apenas mirarse. El presidente del Gremio, Salva Vendrell, inusualmente ataviado con corbata, ha abierto las intervenciones con un ofrecimiento que era a la vez petición de mano tendida: “La restauración tenemos mucho por decir, muchos proyectos... y ganas de trabajar conjuntamente cuando las circunstancias así lo permiten”.

Collboni ha presumido sutilmente de mejor sintonía con la restauración que su predecesora y ha dejado caer que han vivido “momentos dulces como comienza a serlo el actual” pero “también malos, que es cuando se forjan los lazos”, en referencia a la pandemia. “El Gremio tiene que hacer su papel y representar los intereses del sector, a veces estaremos de acuerdo y otras no, pero hay cariño”, ha dicho. También ha elogiado que Barcelona ha ganado 550 nuevos bares y restaurantes –licencias nuevas, no traspasos– desde enero del 2020, aunque en un lapsus ha hinchado el dinamismo del sector cambiando esta cifra por 1.500 aperturas.

Aunque para elogio sideral, el del conseller d’Empresa, Roger Torrent, que literalmente ha dicho que “este país y su capital es el lugar del mundo donde mejor se come”. Se ha hecho un breve silencio. “Nos lo tenemos que decir más a menudo a nosotros mismos y que Catalunya sea Región Mundial de la Gastronomía en 2025 será una gran oportunidad para mostrarlo al mundo”, ha remachado. Quién sí se ha llevado vítores y aplausos ha sido el restaurante Red Fish, a quién el Gremio ha confiado el catering del evento y que se ha salvado in extremis de un cierre conflictivo.

El periodista Jorge Javier Vázquez ha presentado a Herrera, de la que ha alabado su compromiso con los derechos de las mujeres y la memoria antifranquista. Y también ha participado, encantado, de las bromas políticas. “Ada, ¡qué tranquilo vivo desde que no eres alcaldesa! Miraba la tele o veías la prensa desde Madrid y pensaba que tendría que salir a la calle con seguridad privada…”, le ha espetado a la líder de los Comuns. Tras expresarle su “muchísimo cariño”, no obstante, se ha declarado satisfecho con el relevo: “¡Estoy muy feliz de que el actual alcalde, ya que no eres tú, pues que sea Jaume Collboni! ¡No todo el mundo está tan contento, pero esto es la democracia!”. El socialista ya le había hecho un guiño LGTBI al presentador de Sálvame Deluxe minutos antes: “Somos muchos los que nos sentimos representados cuando defiendes la causa de la igualdad”.

Lola Herrera, sin ganas de jubilarse a sus 88 años, cerraba las intervenciones con una reivindicación de los teatros desaparecidos en Barcelona, como “el derribo del Calderón, un desatino y una pérdida irreparable”, el incendio del Talía de Martínez Soria o el cierre del Barcelona de rambla Catalunya y la sala Windsor de la Diagonal. De todos ellos ha evocado anécdotas que ilustran la atmósfera en la Barcelona del tardofranquismo: “La noche era nuestra. Había un ambiente de libertad incluso en los tiempos más grises, casi negros”, ha alabado, para recordar también familiares como su tía María, “esclavizada” por ser soltera sin hijos, que emigró de Valladolid a la capital catalana “en busca de libertad”. “Con la democracia las mujeres hemos conseguido unos derechos que nadie nos ha regalado. No podemos distraernos, siempre hay algún lobo disfrazado de Caperucita dispuesto a robarnos lo que hemos atesorado”, ha advertido.

Tras los parlamentos ha llegado el momento más esperado, verdadera razón de ser de la fiesta: el cóctel. Unos 600 asistentes han compartido tapeo, buen humor y alguna que otra tarjeta de visita. “¡Estoy medio año saldando los ‘llámame pronto’ de esta fiesta!”, reía una invitada. Entre los presentes estaban por ejemplo el expresidente Artur Mas, la exconsellera Alba Vergés, Gabriel Jené (Barcelona Oberta), Rosa Esteve (Tragaluz), Josep Santacreu (Cambra), Isabel Coixet, Pep Munné, Agnès Busquets, Samanta Villar, Oriol Nolis o Queco Novell.

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