Debate sobre el uso del agua

Vecinos del Camp Nou planean manifestarse tras una reunión del Barça y la ACA sin solución al polvo de las obras

La Generalitat y el club mantienen un primer contacto y posponen poner remedio a las restricciones al riego para remojar los escombros del estadio

DIRECTO | Última hora sobre la sequía en Catalunya, las restricciones de agua y el estado de los embalses

Vehículos pesados en el terreno próximo al Camp Nou donde se recicla material del derribo del estadio, en Barcelona.

Vehículos pesados en el terreno próximo al Camp Nou donde se recicla material del derribo del estadio, en Barcelona. / MANU MITRU

Jordi Ribalaygue
Guillem Costa
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La polvareda sigue levantándose en el solar donde se descarga parte de las ruinas del Camp Nou y continúa esparciéndose por las viviendas de Les Corts situadas frente al descampado en que se recicla hormigón y acero procedente del estadio semiderruido para volverlo a levantar. El Barcelona y la Agència Catalana de l’Aigua se reunieron el martes de la semana pasada, con una petición del club sobre la mesa para flexibilizar la restricción al riego por la sequía y remojar los escombros del coliseo azulgrana para paliar el polvo que estorba a los vecinos. El encuentro entre el Barça y el órgano de la Generalitat resultó ser un primer tanteo, del que no salió aún ningún remedio a la molestia para implantar de inmediato. 

Los habitantes de la zona se han percatado de que nada ha cambiado todavía en la parcela que les trae de cráneo. “Todo sigue igual. No tenemos ninguna respuesta y estamos como el primer día”, se queja el presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Ramon, Andrés Quílez. La entidad viene reclamando soluciones desde diciembre, cuando recogió unas 300 adhesiones para exigir que se ponga freno a la dispersión de partículas desde el terreno que ocupó el Miniestadi, tomado por tres trituradoras que reducen restos del Camp Nou a añicos. 

Quílez asegura que la asociación vecinal está estudiando convocar manifestaciones, con la intención de presionar al Barça, la ACA y también el Ayuntamiento de Barcelona para que alivien el malestar. “Tendremos que sacar a los vecinos a la calle porque es la única medida que parece que entienden”, repara el dirigente. 

“Reunión de trabajo”

La Generalitat y el Barcelona han optado por un perfil bajo al ser inquiridos sobre las conversaciones que mantuvieron días atrás. El ACA describe el encuentro de hace una semana como una “primera reunión de trabajo”, sin añadir más comentarios. Algo más explícito, el Barça reconoce que se habló de acordar una fórmula que mitigue la polvareda, pese a las limitaciones al consumo de agua impuestas en medio de la inminente declaración de emergencia en Catalunya por escasez de reservas en los embalses. 

La polvareda de los escombros del Camp Nou levanta quejas

FOTO: MANU MITRU. VÍDEO: ANDRÉS QUÍLEZ

En los intercambios que ha mantenido con los colectivos vecinales, representantes del club han admitido que el trajín de camiones y las tareas para recuperar material de obra provocan que el polvo se disemine por el entorno y se acumule en los pisos. Han recalcado que solo el riego sería efectivo para prevenir el incordio. Al mismo tiempo, han expresado que se hallan maniatados por las cortapisas al gasto de agua.  

Ni la ACA ni el Barça aclaran por ahora cuándo se podría dar respuesta a la inquietud de los vecinos. Por ahora, no hay fecha para una nueva reunión. “El Barcelona ha de cumplir con la ley de construcción, la ley de control ambiental y el decreto de sequía”, señala el club tras los contactos con la agencia del Govern. La directiva presidida por Joan Laporta remarca que acata los tres y “se están cumpliendo las medidas que regulan el uso de agua”.

La ACA ya señaló a EL PERIÓDICO que no suavizará las restricciones al riego más allá de las excepciones que figuran en el plan de sequía. Una de las salvedades es que se demuestre que el polvo afecte a la seguridad viaria, lo que debería comprobarse si ocurre con el tráfico de vehículos pesados que deja un rastro polvoriento en la calle de entrada al descampado del antiguo Mini. Aunque se pruebe así, seguiría siendo obligatorio usar el mínimo de agua indispensable y recurrir a reservas freáticas o regeneradas.  

En todo caso, la asociación de vecinos no ha recibido noticia alguna sobre las conversaciones. También planteó que los camiones dejaran de pasar por delante de los domicilios de la calle Cardenal Reig para acceder a la planta de reciclaje y entraran por la rotonda de la calle Arístides Maillol, sin casas enfrente. El distrito de Les Corts contestó que estudiaría el cambio con el Barça. “Pensamos que ya podría estar resuelto pero tampoco nos contestan sobre eso”, lamenta Quílez.

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