El Ayuntamiento de la capital catalana

El pacto en Barcelona: los 'Comuns' pugnan para no quedar fuera de un gobierno PSC-ERC

Collboni exhibe proximidad con ERC y Comuns en vivienda a la espera del acuerdo de gobierno

Collboni se da hasta el principio de la primavera para tener socio y presupuesto

Collboni aplaza al 29 de febrero la conferencia ‘El alcalde respon’

Collboni y Colau, hace dos semanas en la plaza de Sant Jaume.

Collboni y Colau, hace dos semanas en la plaza de Sant Jaume. / Alejandro García / EFE

Toni Sust

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Barcelona espera el desenlace del largo camino hacia el pacto del gobierno de la ciudad. El PSC, que desde el 17 de junio lo dirige en solitario, con solo 10 concejales, que apenas le dan para cubrir las áreas temáticas y los distritos, hasta el punto de que uno de los ediles, David Escudé, tiene que dirigir dos, Sant Martí y Les Corts, no ha concretado todavía quién será su pareja o sus parejas de baile durante el resto del mandato.

Lo que está claro a estas alturas es que Collboni privilegia un pacto de izquierdas. No lo está tanto con qué concreción, aunque en los últimos días ha ganado enteros la opción de que intente uno solo con ERC, con Barcelona en Comú como apoyo externo. Los Comuns pugnarán para evitarlo.

El ayuntamiento celebró este viernes el pleno correspondiente a enero, que podría ser el último con un gobierno monocolor socialista, aunque no está garantizado. Porque el alcalde se dio hasta el 20 de marzo, el inicio de la primavera, como límite. Las partes implicadas no tienen clara la fecha del desenlace, pero varios ven como decisivos los próximos días.

El alcalde ‘no respon’

Que existía la esperanza de que todo estaría cerrado antes del próximo miércoles lo indica que ese día, 31 de enero, estaba programada la conferencia ‘L’alcalde respon’, en la que una vez al año el primer edil de la ciudad participa en un acto organizado por el Col·legi de Periodistes donde habla de sus proyectos para la ciudad.

Ese acto se ha aplazado, como avanzó ‘Tot Barcelona’ y ha confirmado el ayuntamiento, que lo atribuye a cuestiones de agenda. La previsión era que Collboni, más que anunciar el pacto en esa conferencia, pudiera comentarlo una vez ya se conociera. Pero las negociaciones, o conversaciones, como las llaman los implicados, no han llegado todavía a un punto de maduración que lo permita. La conferencia se ha trasladado al 29 de febrero, si bien todo podría estar claro antes.

Colau no quiere ser Maragall

Los recelos del alcalde ante la figura de Ada Colau, que como teniente de alcalde le resultaría una compañía incómoda, han llevado a que explore un acuerdo con ERC, con el apoyo externo de Barcelona en Comú. La fórmula del mandato 2019-2023 pero con los de Colau haciendo el papel que hicieron los de Ernest Maragall en esos cuatro años.

Es una opción que los Comuns rechazan de plano. Una hipótesis que piensan combatir con una amenaza clara: si no entramos en el gobierno, ejercernos de oposición, subrayan fuentes del partido que se preguntan para que serviría un pacto de solo 15 concejales, que es lo que tendría el alcalde si solo mete a ERC en el gobierno.

La respuesta a esa pregunta la tiene los propios Comuns: el socialista ganaría algo de oxígeno en la gestión, por ejemplo, Escudé podría dirigir solo Sant Martí y un republicano asumiría Les Corts. Pero también existiría el riesgo de que al PSC le pasase como a Colau en 2016, cuando cerró un gobierno de 15 concejales con el PSC: ERC, con Alfred Bosch a la cabeza, se negó a dar su apoyo a esa dupla en los plenarios y Colau apenas volvió a ganar una votación. Fue reprobada una decena de veces y no consiguió aprobar los presupuestos en votación en todo el mandato.

Indicios y avisos

Cuando se daba por hecho que Colau se iría, se consideraba que la fecha de su salida, como la de Maragall, daría pie al desenlace que no llega. Maragall se fue y ERC, que con él había firmado un pacto de gobierno con Xavier Trias que no llego a hacerse realidad, cambió de posición. Su sucesora, Elisenda Alamany, que insistía en que los republicanos serían oposición este mandato, ha dado un giro a la posición que ha sorprendido. Ya se la ve teniente de alcalde. Pero Colau no se va. Y esa piedra en el zapato incomoda mucho al PSC.

Aunque se diría que sucedió hace año, también hay que recordar que hasta hace unas semanas Junts per Barcelona aparecía en cabeza de todas las apuestas como socio potencial de Collboni. En el penúltimo giro de guión de toda esta historia, el propio grupo de Xavier Trias anunció el martes que suspendía sus reuniones con el PSC ante la constatación de que Collboni parecía preferir otro pacto.

¿Un mandato sin grandes decisiones?

La amenaza de Barcelona en Comú es que si no entra ejercerá como oposición, y al alcalde le quedará buscar apoyos puntuales de Junts para llegar a la mayoría absoluta. ¿Pero el grupo de Xavier Trias aceptará ese papel de segundo plato, especialmente con Trias, el alma más pragmática del colectivo, el defensor del pacto, jubilado y fuera del consistorio?

Quizá Collboni enfoque el mandato como un periodo en el que no plantee grandes decisiones que dependan de las votaciones. Los presupuestos los puede sacar adelante mediante cuestiones de confianza y prórrogas. Y tiene obras en marcha, según él mismo dijo tiempo atrás, como para que el gobierno local se tome un descanso en las transformaciones. De ese discurso emana la idea, que puso sobre la mesa, de que la conexión del tranvía por la Diagonal puede dejarse para el siguiente mandato.

Conversaciones, negociaciones

Como se decía antes, los partidos sostienen que han tenido conversaciones, y no negociaciones, con el PSC. Las que mantiene con ERC se intuyen más intensas. “Hablamos con todo el mundo”, dicen en el gobierno. “Somos imprescindibles para un acuerdo de izquierdas”, sostienen en Barcelona en Comú.

Lo transcurrido hasta ahora es conocido y ha contado con cambios de guión que no muchas series atesoran: primero parecía que el alcalde sería el ganador de las elecciones, Trias, que cerró un pacto con ERC que le daba 16 concejales, a cinco de la mayoría absoluta. Pero al final Collboni logró la vara de mando, gracias al apoyo de Barcelona en Comú y el PP. Luego parecía que eso daría pie a un gobierno de izquierdas de socialistas, Comuns y ERC.

A continuación, la posibilidad de un acuerdo PSC-Junts ganó fuerza, aunque también estuvo sobre la mesa la posibilidad de que el consistorio se viera afectado por el pacto entre Carles Puigdemont y el PSOE y los posconvergentes lograran la alcaldía medio mandato si no todo. Finalmente, el PSC alejó la opción de Junts, algo en lo que influyó el temor a la inestabilidad que podría tener ese acuerdo con Carles Puigdemont como interlocutor indirecto, una vez que Trias ya no estuviera al frente del grupo. 

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