Pleno municipal

Collboni exhibe proximidad con ERC y Comuns en vivienda a la espera del acuerdo de gobierno

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Barcelona en Comú urge a Collboni a concretar un acuerdo tripartito: "Estamos esperando"

Collboni recela del pacto con Trias por Puigdemont y mantiene la distancia con Colau

Collboni, en el pleno de este viernes.

Collboni, en el pleno de este viernes. / Blanca Blay / ACN

Toni Sust

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Barcelona espera el desenlace de un acuerdo de gobierno por parte de Jaume Collboni para contar con más oxígeno para gestionar y votos para aprobar medidas, una alianza que todavía no tiene fecha, y que según todos los indicios pasara por un pacto de izquierdas, entre el PSC ERC y Barcelona en Comú, si bien no está claro cuál sería la forma exacta que saldría de ese entendimiento todavía no alcanzado.

En el pleno municipal de este viernes, con poco contenido relevante, la sombra del acuerdo ha planeado sobre varias de las iniciativas abordadas, y en dos casos concretos, sobre medidas de vivienda que no suponen compromisos de gran envergadura, el PSC ha pactado con uno y otro de sus dos socios potenciales, exhibiendo proximidad con ambos. Más allá de que sea o no un gesto de Collboni, no han faltado interpretaciones como la de Ada Colau, que ha recalcado que la sintonía sobre estas iniciativas vivienda casa con un posible entendimiento futuro.

Apoyo al inquilino

En primer lugar, se ha aprobado una propuesta de Barcelona en Comú, que los socialistas han modificado ligeramente a cambio de prestar su apoyo –Colau quería una nueva oficina y finalmente se reforzarán las ya existentes-, y que también ha contado con el ‘sí’ de ERC. Junts, el PP y Vox han votado en contra. La iniciativa contaba con cuatro puntos. El primero: hacer una campaña de comunicación para dar a conocer los derechos de los inquilinos.

El segundo: ampliar la Unidad de Disciplina con un equipo jurídico y de inspección dedicado al seguimiento y la imposición de sanciones de la regulación de alquileres. En tercer lugar, el refuerzo del equipo jurídico de las oficinas de vivienda para asesorar a los barceloneses sobre la nueva regulación y para dar incumplimientos. Y, por último, dar apoyo al Ministerio de la Vivienda para modificar la ley de arredramientos urbanos con el fin de regular y acotar los alquileres de temporada.

Damià Calvet ha recordado que Junts está esperando la anunciada reforma de la medida del 30% de vivienda protegida en grandes promociones y rehabilitaciones, algo en lo que los posconvergentes están cerca del PSC. Tras aludir a esa norma. Y Junts ha votado contra la propuesta de los Comuns, como el PP y Vox.

ERC ha votado a favor, no sin que la concejala republicana Eva Baró recordara que el consistorio pudo hacer más en estos temas en el mandato anterior. Y por el PSC, la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, que se encargó semanas atrás de señalar la distancia de su partido con los Comuns, y les acusó de entorpecer una sintonía entre ambos, ha agradecido a Colau que aceptará la modificación del texto y ha dejado claro que las hostilidades se han reducido

Colau ha celebrado el acuerdo y ha señalado: “Una vez más se ve que hay dos modelos opuestos en Barcelona. Que hay una mayoría progresista que suma 24 concejales y que está a favor de la regulación de los alquileres”.

Acoso inmobiliario

A continuación se ha abordado una propuesta de ERC contra el acoso inmobiliario, que ha defendido la presidenta del grupo republicano, Elisenda Alamany, llamada, según están ahora las posiciones, a ser primera o segunda teniente de alcalde de un gobierno PSC-ERC, o segunda o tercera de uno PSC-Comuns-ERC, pero en cualquier caso estos detalles parecen todavía lejos de precisarse.

La iniciativa, también acordada con los socialistas, defiende un plan de inspección y seguimiento de oficio (en la redacción original de ERC decía seguimiento exhaustivo) de las fincas vendidas en los últimos cinco años para garantizar que los vecinos de esos inmuebles no sufren acoso inmobiliario. La medida prevé asimismo garantizar la protección de los vecinos mediante el aumento de recursos humanos y económicos de las oficinas de vivienda para que puedan asignar de equipos en los distritos que mejoren la mediación entre propietarios e inquilinos.

Junts: “buenas intenciones difusas”

Calvet, en la línea del caso anterior, ha asegurado que la propuesta está “llena de buenas intenciones” pero “difusa”. Junts ha votado en contra, como el PP, cuya concejala Ángeles Esteller ha denunciado que la propuesta parte de que todos los compradores de edificios practican el acoso, y Vox.

Janet Sanz ha recalcadlo que la propuesta republicana demuestra la “sintonía y horizonte común” con la presentada por Barcelona en Comú. Bonet ha mostrado, como en el caso de la de Barcelona en Comú, la coincidencia con el grupo que presentaba la iniciativa y ha agradecido el pacto en el detalle del texto, en este caso ERC: “Compartimos su preocupación y votaremos a favor”.

Inquilinos, terrazas y 30%

Y así, de la sintonía que Collboni parecía tener con Junts, que parecía cerca de alumbrar un gobierno de socialistas con los posconvergentes, ha quedado una herencia, la última votación del largo proceso que ha sido necesario para fijar la nueva tasa de terrazas, algo que el alcalde consiguió gracias a un pacto con el grupo de Xavier Trias, con el fin de evitar un aumento elevado del precio que pagan los restauradores. Una entente que ahora ya parece de otra época.

No es tanto que pueda hablarse de geometría variable, que el socialista apueste en vivienda por ERC y Comuns y en terrazas por Junts. Quizá las votaciones con la izquierda son sello de la etapa que viene y la hecha con los de Trias, de pasado. Será interesante ver con quién se alinea el alcalde cuando llegue el momento de concretar la flexibilización de la medida que obliga a dedicar el 30% de las grandes rehabilitaciones y promociones a vivienda protegida.