Pleno municipal

Colau enciende al PSC al lograr que el pleno denuncie la “parálisis” del gobierno de Collboni

Los comunes rectifican y descartan pedir la reprobación de Collboni en el pleno del viernes

Collboni, en el pleno de este viernes.

Collboni, en el pleno de este viernes. / Blanca Blay / ACN

Toni Sust

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Seis meses después de que el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, alcanzara el cargo con el apoyo combinado, e imprevisto, de Barcelona en Comú y el PP en el pleno de investidura del 17 de junio, la exalcaldesa, Ada Colau, ha llevado este viernes al pleno una proposición que denunciaba la “parálisis” del gobierno de la ciudad.

El texto ha prosperado, con el único apoyo de Junts per Barcelona, y ha indignado sobremanera al PSC, que ha advertido, por boca de la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, que con iniciativas como esta los Comuns “boicotean la posibilidad de que Barcelona tenga un gobierno de de coalición de izquierdas” e incurren en “una campaña absurda de ataques al gobierno con una agresividad bastante gratuita”.

El texto

La proposición de Barcelona en Comú era sucinta y concreta, y perseguía lograr el apoyo suficiente de otros grupos para que el pleno aprobara su crítica, que en gran parte se fundamenta en cargar contra que el alcalde no haya buscado todavía un socio para gobernar la ciudad: “El plenario del Consell Municipal del Ayuntamiento de Barcelona constata la parálisis en que se encuentra el gobierno y lo insta a romper esta inactividad para afrontar y liderar las necesidades de la ciudad y de sus vecinos”.

La exalcaldesa ha obtenido un resultado desigual. No ha contado con el apoyo de toda la oposición, que se ha abstenido casi en bloque para, como ha precisado el jefe de filas del PP, Daniel Sirera, “no hacerle el juego a los Comuns”. Pero el grupo de Xavier Trias ha votado a favor del texto, con lo que este ha sido aprobado, ya que solo el PSC ha votado en contra: 20 ediles favor, 10 en contra. Neus Munté ha justificado el sí de los posconvergentes por considerar que el texto es “cierto”, y a renglón seguido ha instado a Colau a “no tomarse ese voto como un aval a nada”.

La indignación del PSC

Lo que sobre todo ha conseguido Colau es indignar al PSC, irritar a los socialistas, que han querido poner su enfado en evidencia. “¿Cuál es el plan si que hay un plan?”, ha preguntado al alcalde, al que le ha reprochado “la enorme decepción” que su grupo y los votantes de izquierdas viven: “No nos gusta venir a constatar la parálisis del gobierno”. La exalcaldesa ha recordado que no se alcanzan pactos, que no hay presupuestos aprobados, y ha asegurado que el gobierno se limita a dos labores principalmente: “Actos protocolarios e inaugurar obras que impulsamos nosotros”, en alusión a Barcelona en Comú cuando era socia del propio PSC, en el mandato anterior.

Bonet ha contestado con indignación evidente a la exalcaldesa Colau, a la que ha advertido: “No sé si se da cuenta de con proposiciones como estas ustedes son los que boicotean la posibilidad de que Barcelona tenga un gobierno de izquierda. Yo veo al gobierno trabajando y nos llama mucho la atención esta campaña absurda de ataques al gobierno municipal con una agresividad bastante gratuita. Molesta que el gobierno haga lo que se espera de un gobierno de izquierdas”.

Cuándo se va Colau, si se va

En el seno del PSC existe un cabreo notable con los Comuns, que llegó a uno de sus puntos más altos cuando el grupo de Colau estuvo a punto de pedir la reprobación del gobierno socialista, lo que al final desestimó. La proposición de este viernes se considera una reprobación encubierta, y llega en un momento en el que sigue la incógnita sobre cuándo Collboni buscará socio y si lo hará.

Las dos opciones planteadas desde junio son una alianza con Trias per Barcelona o una con Comuns y ERC, porque con los de Colau el PSC no suma la mayoría absoluta, fijada en 21 ediles. Después de que Ernest Maragall deje el ayuntamiento, este mismo viernes, hay otro elemento que se considera necesario para un tripartito de izquierdas, es decir, PSC-Barcelona en Comú-ERC: que también Colau deje el consistorio. Porque se ve complicada la posibilidad de un gobierno en el que la exalcaldesa sea número dos del alcalde.

El niño en el coche

Pero no es que ERC esté por la labor de ese tripartito, o por lo menos eso es lo que se desprende del discurso de Elisenda Alamany, nueva líder del grupo, que ha defendido la abstención ante la iniciativa de Colau por no apoyar algo que consideraba sencillamente una insistente petición de entrar en el gobierno: “Veo más sobreactuación que política”. Además, Alamany ha afirmado que los cinco concejales republicanos no tienen porque sumarse a ese pacto hipotético: “No pondremos a nuestros concejales a su disposición para sus historias”.

Sirera ha aportado el símil más llamativo, al comparar a los Comuns con el niño que se pasa el viaje en coche con sus padres reclamando de forma repetida: “¿Hemos llegado ya?”. Gonzalo de Oro Pulido, de Vox, también ha optado por la abstención pese a afirmar que comparte que el gobierno vive la parálisis que denuncia Colau.