Interior

Ofensiva policial y judicial para acabar con la impunidad de los multireincidentes en Barcelona

Los pequeños hurtos de reincidentes podrán ser castigados con hasta 18 meses de prisión

Análisis de la reincidencia y la inseguridad en Barcelona

Barcelona sobrevive al verano de los peores augurios de delincuencia

Ofensiva policial y judicial para acabar con la impunidad de los multireincidentes en Barcelona

Ofensiva policial y judicial para acabar con la impunidad de los multireincidentes en Barcelona / JORDI OTIX

Germán González

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Con el objetivo de aumentar la capacidad de disuadir a los ladrones multireincidentes, a finales de agosto de 2022 entró en vigor una reforma del Código Penal para que los autores de hurtos leves, con tres condenas firmes por delitos inferiores a 400 euros, puedan ser sancionados con penas de prisión de entre seis y dieciocho meses. La medida está pensada para aquellos delincuentes que iban acumulando antecedentes sin pisar la cárcel, ya que al tratarse de hurtos se solventaban con una multa. De esta forma su ‘modus vivendi’ pasaba por reincidir en el delito.

Los cuerpos y fuerzas de seguridad detectaron este fenómeno del delincuente reincidente, muy asociado a asaltos a turistas. Siendo Barcelona una de las ciudades europeas con más visitantes la situación llegó a provocar que los Mossos d’Esquadra crearan un dispositivo específico, el ‘pla Tremall’, para combatir a estos cacos. Junto a ellos se tomaron otras medidas como una unidad para combatir la presencia de ‘relojeros’, ladrones que se llevan por la fuerza relojes de lujo, y que también creció su presencia en los últimos veranos en la ciudad.

Durante los primeros seis meses de 2023 en Barcelona los agentes de los Mossos d’Esquadra y de la Guardia Urbana detectaron 315 delincuentes multirreincidentes, de los que 269 fueron detenidos un total de 1.629 veces y se les imputaron 4.065 delitos. Los cinco ladrones más activos en ese periodo fueron arrestados 112 veces y acumulan 203 antecedentes. El año pasado no finalizó mucho mejor y los agentes apresaron unas 900 veces a los 25 principales delincuentes de la ciudad, según fuentes policiales. Ellos solos acumulan 1.425 antecedentes penales, la mayoría por hurtos y robos.

Esta cifra es ligeramente inferior a la de 2022 cuando dentro del ‘pla Tremall’, los agentes identificaron a 283 ladrones multirreincidentes en Barcelona que sumaron 2.270 detenciones por 5.602 robos violentos y hurtos. De estos, cinco acumulaban 117 arrestos. Sin embargo, más del 97% quedaron en libertad.

Además de la respuesta policial, los cambios legislativos en el Código Penal deberían dar la puntilla al fenómeno de la multireincidencia, aunque tiene una “aplicación complicada”, como señaló a este medio el abogado Emilio Zegrí, vocal de la Comisión de Normativa del Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona. Desde la entrada en vigor a finales de verano de 2022 de la reforma del Código Penal ha costado su implantación en los juzgados de Barcelona, ya que antes de decidir sobre si impone una pena de prisión a un acusado de hurto con más de tres antecedentes, el juez debe pedir las sentencias firmes de los anteriores procedimientos y ver si la suma de lo robado supera los 400 euros.

Condena de multa

“Esas sentencias no siempre llevan la cuantía de lo sustraído, no hay peritaje”, señala el letrado y añade que por eso existe una “dificultad” para conocer esta información exactas sobre los robos. Además, existe otro problema como es el tiempo que tardan otros juzgados en pasar esas condenas, que habitualmente se trata de multas, para que el juzgado penal dirima si puede imponer prisión al procesado multireincidente.

El procedimiento de hurtos por delito leve se hace por el sistema de juicios rápidos en los juzgados de instrucción, entre 24 y 48 horas tras la denuncia, pero si la Fiscalía pide prisión para un reincidente debe dirimirse en un juzgado penal que tiene más volumen de trabajo y, por tanto, tarda más tiempo en señalarse el juicio. Una solución pasa por reforzar estos juzgados penales como se ha hecho con los de instrucción en el partido judicial de Barcelona, aunque para Zegrí también deberían dotarse de más efectivos materiales y humanos las salas de las audiencias provinciales que deciden sobre los recursos a las condenas y los juzgados de ejecutorias que las hacen cumplir. “No afecta una reforma sustantiva del Código Penal sin el correspondiente refuerzo procesal”, añade el letrado.

Ante esta situación, tanto el Colegio de la Abogacía de Barcelona como Foment del Treball han presentado una petición de reforma legislativa para quitar de este precepto del Código Penal la cuestión de la suma de los 400 euros. De esta forma, aplicar una pena más leve, como una multa, o más grave, como hasta 18 meses de prisión dependerá del “arbitrio judicial”, es decir, el “margen de apreciación con que cuentan los jueces y tribunales para decidir sobre las interpretaciones más correctas de las normas en relación con las controversias que deben resolver”.

Ofensiva policial y judicial para acabar con la impunidad de los multireincidentes en Barcelona

Ofensiva policial y judicial para acabar con la impunidad de los multireincidentes en Barcelona / JORDI OTIX

Así, un juez podrá ponderar si los hurtos, sean de la cuantía que sean, se han cometido para “necesidades básicas, como comer” o bien se trata de “profesionales del robo”. Con esta modificación se podrían reducir los tiempos para actuar sobre la multireincidencia, ya que el juzgado tardaría menos en emitir una sentencia. Además, correspondería a los abogados defensores la “carga de prueba”, porque deben ilustrar al juez sobre los motivos de su cliente para cometer el hurto.

Seis años inseguros

El índice de victimización que elabora el Ayuntamiento de Barcelona cada año remarca que en 2018 un 32% de los barceloneses sufrió un delito. Fue la cifra más alta en los 35 años desde que se realiza esta encuesta en la ciudad. Al año siguiente bajó hasta un 31% y después hubo un paréntesis con la pandemia en la que el dato descendió hasta el 23,5%. Desde entonces, la victimización en la ciudad fue creciendo hasta el 26,7% de 2022.

Paralelamente, en diciembre de 2018 la inseguridad se convirtió en el principal problema de los barceloneses y en 2019 la cifra se disparó. Desde entonces es la mayor preocupación ciudadana, incluso los años de pandemia cuando los delitos descendieron al no haber nadie en las calles. En estos últimos años la multireincidencia, en cuanto a robos y hurtos, es uno de los elementos más novedosos de la tipología delictiva en Barcelona e incide en la percepción de la seguridad que tienen los barceloneses. 

Desde el Ayuntamiento de Barcelona se recuerda que la ciudad "no es violenta" y que hacen falta endurecer las penas del Código Penal además de agilizar la tramitación de los procesos judiciales para que esta ofensiva sea total. Por el momento, la voluntad existe y ahora falta que la maquinaria empiece a rodar al completo.

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