Completada la remodelación del Bloc4BCN

La gran nave para cooperativas en Can Batlló iniciará su actividad en marzo

Dos romanos de Barcino ven la luz en Can Batlló

El Bloc4BCN, durante la visita organizada este miércoles por el Ayuntamiento de Barcelona.

El Bloc4BCN, durante la visita organizada este miércoles por el Ayuntamiento de Barcelona. / Zowy Voeten

Toni Sust

Toni Sust

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Madera, tocho, espacio y mucha luz. Zonas compartidas para proyectos distintos y otras para actividad semiindustrial. También salas individuales para videoconferencias. El bloque 4 de Can Batlló, lo que se conoce como Bloc4BCN, está casi acabado.

Solo faltan algunos detalles para que esta parte del antiguo recinto fabril emblemático acoja a los cerca de 40 proyectos que se han apuntado a la gran nave para cooperativas, que, según los cálculos expresados en la visita organizada este miércoles por el Ayuntamiento de Barcelona, podrán iniciar su actividad el 1 de marzo, día arriba día abajo.

Son 40, pero se da por hecho que, en función de su medida, el espacio, que suma 4.500 metros cuadrados, podría acoger hasta 60 proyectos. El Bloc4BCN está planteado como un centro de promoción del cooperativismo y la economía social y solidaria. En principio, los proyectos que allí se concentren cuentan con una estancia prevista de tres años, pero en función de los casos puede prolongarse hasta seis años. El coste: 53 euros mensuales por persona que participa en el proyecto.

El arquitecto Vicenç Beneitez; el presidente de la Confederació de Cooperatives de Catalunya, Guillem Llorens en representación de l’Associació Bloc 4, y Hernán Córdoba, de Coòpolis, explican la reforma y el proyecto.

El arquitecto Vicenç Beneitez; el presidente de la Confederació de Cooperatives de Catalunya, Guillem Llorens en representación de l’Associació Bloc 4, y Hernán Córdoba, de Coòpolis, explican la reforma y el proyecto. / Zowy Voeten

10,3 millones de presupuesto

La concejala de Promoción Económica, Raquel Gil; el arquitecto y director de la obra, Vicenç Beneitez; el presidente de la Confederació de Cooperatives de Catalunya y la Federació de Cooperatives de Treball de Catalunya (FCTC), Guillem Llorens, en representación de la Associació Bloc 4, y Hernán Córdoba, de Coòpolis, han dado las explicaciones sobre la reforma.

El proyecto ha supuesto una inversión municipal de 10,3 millones de euros, una cantidad superior a la inicialmente prevista por algunos factores, como el hallazgo de restos arqueológicos, que detuvo la actuación, y el hallazgo de contaminantes. Las obras se iniciaron en verano de 2021.

El consistorio ha cedido la antigua nave fabril para un proyecto público-cooperativo-comunitario, considerado el mayor polo de promoción de su estilo en Europa. La Associació Bloc4 es una entidad participada por la Confederació de Cooperatives de Catalunya, la Federació de Cooperatives de Treball de Catalunya y l’Associació Coòpolis, que gestiona el Ateneu Cooperatiu de Barcelona.

Antecedentes y actividades

Los vecinos reivindicaron para el barrio hace años, y en 2012 y 2013 se abrió un proceso participativo para definir su destino. Tras un ensayo cooperativo en un espacio menor, de 900 metros cuadrados en el Bloque 8 de Can Batlló, en 2017 el consistorio se hizo con el espacio al cerrar una permuta con la Generalitat.

Entre las actividades previstas por los proyectos que ya han cerrado su presencia en el bloque figuran la arquitectura, la atención a las personas, la formación de profesorado, transición energética, construcción y promoción de vivienda, un obrador alimentario, entre otros.

Dos plantas

El bloque tiene dos plantas. En la inferior habrá servicios y proyectos más abiertos a la ciudadanía: allí estarán los servicios territoriales del distrito de Sants-Montjuïc Activa, espacios de entidades representativas y talleres, proyectos educativos. En la segunda planta habrá espacios más cerrados, cubículos, que alojaran iniciativas de 0 a 3 años o de 0 a 6 años. En general los espacios son grandes, con la previsión de que los compartan varias iniciativas.

En esta segunda planta hay cubículos más pequeños, individuales o dobles, para reuniones y videoconferencias, una prestación que se incorporó al planteamiento con la pandemia del covid.