Barceloneses y visitantes abarrotan las calles comerciales en la recta final de compras navideñas

El corazón comercial de Barcelona -el que más sufrió la pandemia y el éxodo temporal de turistas- sigue sin haber recuperado al 100% su volumen de tiendas y ventas, pero nadie lo diría a la vista de la marabunta humana que este sábado recorría todas las arterias de Barna Centre. Decenas de miles de barceloneses y otros muchos llegados del resto de Catalunya con voracidad de 'shopping' navideño han abarrotado las vías comerciales del perímetro de la plaza Catalunya, saboreando el ambiente navideño que por fin el centro logra transmitir con luces y animación de calidad. Pero también los ejes de barrio han vivido con intensidad uno los días estrella de ventas. En este caso, los negocios de alimentación han sido epicentro de la vorágine. En algunos súpers y tiendas, por ejemplo, era difícil comprar jamón: no daban abasto para reponer.

La previsión es que -como viene siendo habitual- el día 24 por la tarde no sea tan fuerte en movimiento comercial, con la ciudadanía más pendiente de preparar los ágapes de Nochebuena. Pero este 23 al caer en sábado ha llenado las calles de compradores de última hora dispuestos a gastar, y también de no pocos paseantes sin bolsas. Tras un "otoño 'veraniego' que ha sido fatal para el comercio textil", el Black Friday pareció cambiar la tendencia y despertar las cajas registradoras, a las que ha ayudado el frío de los últimos días, evalúa Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta, asociación que aúna a los grandes ejes del centro y más turísticos de la ciudad.

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Tanto el Portal de l'Àngel, como Pelai, Rambla Catalunya, Paseo de Gràcia, Diagonal... han vivido un sábado de gran afluencia, que según los primeros datos se ha acompañado de "un ritmo bueno de ventas". No obstante no había unanimidad en el resultado de la facturación, dado que algunos comercios sondeados acusan el peso de la competencia online y decían no haber alcanzado las cifras prepandemia. Tal vez por ello no pocos establecimientos habían adelantado notables descuentos y ofertas especiales, que anunciaban en sus escaparates.

En coche y en transporte público

Aunque este sábado el macro párking de plaza de Catalunya ha colgado el lleno, muchísima gente ha optado por acudir al centro en transporte público, con metro y buses a tope toda la tarde, y fuerte presencia de Guardia Urbana y Mossos poniendo orden. Jené recuerda que la campaña navideña "implica un 'boom' de consumo y de ganas de ir al centro", pero aprovecha para lamentar que las afectaciones a la movilidad de los últimos años están "haciendo daño al comercio de Ciutat Vella y del centro del Eixample" el resto del año.

En cualquier caso, las colas a las puertas de comercios populares como Primark, o del lujo de Louis Vuitton y Loewe en el paseo de Gràcia (en algunas animaban la venta con cava, como en Yves Sant Laurent) denotaban que Papá Noel es un gran aliado del comercio para todo el abanico de presupuestos. Precisamente, el presidente del eje de oro del comercio local, Luis Sans, calificaba de "éxito la campaña", tanto en ventas como en la imagen que ha logrado transmitir el centro, gracias a los montajes de la plaza de Catalunya -con gradas llenas en las actuaciones- y la mejora en la iluminación.

Las luces del paseo, que este sábado seguían atrayendo a miles de personas para tomarse 'selfis' a sus pies se traduce directamente en afluencia: en torno a un 15% más que el año pasado. Y aunque Sans puntualizaba que el turismo no es un cliente numeroso en estas fechas en la ciudad, sí podía palparse el regreso, poco a poco, del asiático, luciendo bolsas de Chanel, Vuitton o Dior, entre otros. El público que sí había llegado en masa era el visitante del resto de Catalunya, destacaba.

Más agitación había aún en uno de los comercios estrella infantiles de estas fechas: la tienda Lego, con aforo completo y unos cinco minutos de espera en la calle. Llenazo también en Apple, aunque a las puertas había una movilización del sindicato CNT reivindicando mejoras laborales para sus trabajadores. Y 'neules' y otros productos agotados en algunas tiendas céntricas de turrones como Planelles i Donat.

Decoración y regalos

En la Diagonal, donde más actividad se registraba era en los negocios de decoración, con compradores en busca de regalos y también de decoración para ambientar la casa de cara a las visitas navideñas. En cambio, en el área del Turó Park el ambiente era tranquilo y parecía que la gente ya tenía solucionados sus regalos.

Las sensaciones eran esta tarde también muy buenas en los ejes de barrio. Pròsper Puig, presidente de Barcelona Comerç, la entidad que los representa, destacaba que la mayoría había estado "a reventar de gente", como Sant Andreu, Sants y Creu Coberta, Sant Antoni... "El consumo aguanta la economía y se nota que hay poco paro", evaluaba al pie del cañón en Gran de Sant Andreu. En su zona constataba que "la gente de clase media si hay renta disponible gasta", y la paralización que había habido con la compra de ropa durante los cálidos octubre y noviembre estaba dando paso a una reactivación de ese sector, que pese a todo sufre y "acumula mucho estoc".

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Lo mismo sucedía en otros ámbitos, tras un 2023 de "contención" por la inflación que ha frenado muchos bolsillos. La campaña está siendo especialmente buena para la alimentación, floristería y joyería, entre otros, apuntaba Puig. En comida y bebida es donde los barceloneses han mostrado especial fiebre de consumo. Los mercados habían vivido una mañana de gran ajetreo, y los comercios de alimentación de barrio y súpers han trabajado todo el día a destajo. Quienes querían jamón ibérico tenían que aguardar en muchas tiendas para adquirirlo al corte, con el envasado agotado y sin posibilidad desde hace días de aceptar encargos para deshuesar, comentaban compradores desde distintas zonas, que no se rendían.

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