Discreción para el niño Jesús de Barberà tras el mediático 'secuestro' del año pasado

Todo empezó como una simple aunque curiosa anécdota de Navidad, pero la bola de nieve cada vez se hizo más grande y llegó a dar la vuelta a España, y a algún otro país. Se trata de la historia del niño Jesús de Barberà del Vallès (Barcelona), al que la Policía Local cada noche va a buscar al pesebre municipal para que pase la noche en comisaría, y así evitar que lo roben o vandalicen.

Un reportaje original de EL PERIÓDICO del que muchísimos medios se hicieron eco y que convirtió al de Barberà en el niño Jesús más viral del país. La popularidad provocó un delirante secuestro por parte de unos ‘tiktokers’ que pedían un rescate, y que dio horas de contenido a numerosos medios de comunicación en el desierto informativo que son las vacaciones navideñas. Este año el Ayuntamiento de Barberà intentará que esta figura pase desapercibida al máximo.

"No vamos a hacer ninguna declaración", afirma el consistorio, después de que el año pasado llegaran a tener periodistas de ciertas cadenas de televisión insistiendo para que les dejen, también, grabar en comisaría. Las mismas fuentes municipales insisten que este año no habrá “ninguna novedad” en el dispositivo de seguridad del belén municipal, por lo que se entiende que la llamada “Operación niño Jesús” se seguirá llevando a cabo por parte de la policía, como cada año, solo que con mayor tranquilidad.

Si bien es cierto que para el reportaje original de EL PERIÓDICO la colaboración municipal fue total, también cabe reconocer que nadie imaginaba el protagonismo que iba a terminar adquiriendo. En los meses posteriores, corrieron ‘memes’ y ‘stickers’ de WhatsApp con la imagen del sargento de la policía sujetando al niño; y en Carnaval incluso algún grupo de amigos se llegó a disfrazar de niño Jesús, María, José, policía y ladrón. 

"Se lo contaré a mis hijos"

Si bien será difícil repetir tan surrealista historia; los ciudadanos de Barberà ya miran a su pesebre con otros ojos -o, mejor dicho, ahora sí lo miran-. Y es que nunca se le había prestado especial atención a este austero decorado en la comarca del Vallès. Las navidades anteriores acabaron con grandes corros de gente observando el pesebre y haciéndose fotos con él. Lo nunca visto en la localidad. Este año, aunque con menos entusiasmo, numerosos barberenses se acercan a él y recuerdan la historia. 

“¡Hombre, esa anécdota se la pienso contar a mis hijos!”, bromea un grupo de jóvenes del municipio, en declaraciones a este diario. “Fue surrealista, Barberà salía en la tele todo el rato. Nos hicimos famosos por unos días”, añaden. Mercedes, una señora que pasa por la zona de la plaza de la Vila también recuerda lo ocurrido: “Me hizo mucha gracia. Ahora es verdad que cuando paso por el belén me paro y me fijo más”, cuenta.

“Le hemos cogido cariño. Se podría decir que estamos más orgullosos de nuestro pesebre” dice Javier, otro barberense al que fuera de Catalunya le han preguntado por el tema. “Este verano, que me fui de vacaciones al pueblo en Extremadura, todos habían oído hablar de lo de nuestro niño Jesús y me lo comentaban”, dice simpático.

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Terrassa y Sabadell, dos casos muy opuestos

En otra ciudad del Vallès cada año el pesebre municipal es motivo de quebraderos de cabeza: Terrassa. En la cocapital vallesana siempre había existido la “tradición no escrita” de robar el niño Jesús el 24 de diciembre y devolverlo a su sitio al día siguiente en perfecto estado. No obstante, en los últimos años esta costumbre ha traído problemas y ha terminado derivando en un vandalismo contra el que ahora el ayuntamiento intenta luchar. De hecho, este pasado fin de semana dos personas ya intentaron entrar en el pesebre y robar una figura. La Policía Local lo impidió y el alcalde, Jordi Ballart, aseguró a través de su cuenta de Twitter que no permitirá “que nadie ataque la faena de la Agrupació de Pessebristes de Terrassa”. 

En años anteriores, la figura del niño Jesús de Terrassa llegó a aparecer en Sant Llorenç de Munt muy deteriorada. En el 2021, el belén de esta ciudad se quedó vacío de figuras y la virgen María se quedó sola. En el 2022 también dos personas terminaron denunciadas por conductas vandálicas al entrar en la instalación con la intención de robar alguna figura. Este 2023 junto al pesebre hay una placa que advierte que el suelo “no aguanta” el peso de una persona, para intentar evitar que accedan a él.

Distinto es el caso de Sabadell, donde en los últimos años no ha habido "ningún incidente" de este estilo, según fuentes municipales consultadas por este diario. Allí también se llevan al niño Jesús por las noches, y el belén cuenta con la vigilancia policial propia del edificio del Ayuntamiento y de sus entornos, que en esta época "se ha reforzado para velar por la seguridad de todo este ámbito". Asimismo, las mismas fuentes detallan que esta vigilancia se refuerza con seguridad privada en ciertas jornadas.