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¿De dónde procede el agua de Barcelona?

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Una mujer usa agua del grifo en Barcelona.

Una mujer usa agua del grifo en Barcelona. / JORDI OTIX

Eduardo Calle

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Aunque la mayor parte del agua que se consume en Barcelona es de origen superficial, lo cierto es que recientemente se han diversificado las fuentes de obtención de este recurso. Así lo explican desde el portal Urbanismo, Transición Ecológica, Servicios Urbanos y Vivienda del Ayuntamiento, donde aseguran que "en los últimos años se ha incrementado de forma significativa la presencia de recursos subterráneos procedentes del freático, el agua regenerada, el agua de mar desalinizada y, en un futuro próximo, las aguas pluviales".

Asimismo, en el mismo sitio web cuentan cómo es la doble gestión de las aguas en la capital catalana, donde la Generalitat se encarga de la distribución en "alta" mientras que el Área Metropolitana hace lo propio con la "baja".

Agua "de boca" para beber

Si hablamos de agua potable destinada al consumo, es decir, "de boca", esta proviene de recursos superficiales tales como los ríos Ter y Llobregat, a través del sistema de embalses Sau-Susqueda-El Pasteral y de La Baells, La Llosa del Cavall y Sant Ponç, respectivamente. Además, las tres estaciones de tratamiento de agua potable (ETAP) o las plantas desalinizadoras de El Prat –la más grande de Europa para abastecimiento urbano– o Tordera también permiten ampliar esta capacidad de obtención de agua.

Otros usos no potables

En cambio, si hablamos de agua destinada a otros usos, Barcelona bebe –nunca mejor dicho– de otros recursos como las aguas pluviales o subterráneas, entre las cuales destacan los acuíferos de los deltas del Llobregat y del Besós, o del Pla de Barcelona. Asimismo, el abandono progresivo de la explotación de pozos de agua ha permitido el aumento de las aguas freáticas, destinadas principalmente a usos municipales como el riego, la limpieza o la ornamentación por medio de fuentes.