Medida antisequía

La AMB abordará la bajada de presión del grifo con los alcaldes la próxima semana

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El agua de grifo de Barcelona es mejor que la envasada, revela un estudio

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Guillem Costa

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Los responsables del ciclo del agua del Área Metropolitana de Barcelona se reunirán la próxima semana con los alcaldes para tratar una de las medidas que están sobre la mesa para reducir el consumo de agua en las ciudades: las reducciones de presión. Después de que Aigües de Barcelona ya haya comprobado que se pueden llevar a cabo estas bajadas sin apenas incidencias y ahorrando más de un 7%, ha llegado el momento de analizar cuándo y dónde se puede aplicar esta medida.

Cabe recordar que son los ayuntamientos (o el Área Metropolitana de Barcelona) quienes deben exigir a las empresas suministradoras esta medida. El conseller de Acció Climàtica, David Mascort, dejó claro que proponían apostar por esta medida aunque se cumpliera con las dotaciones máximas establecidas, para promover el ahorro. Sin embargo, tanto la AMB como Aigües de Barcelona no lo ven claro. Fuentes del ente metropolitano consultadas por este diario se preguntan lo siguiente: "¿Por qué los municipios que menos agua consumen tienen que sufrir reducciones de presión?".

La AMB y Aigües de Barcelona posponen las reducciones de presión a la fase de emergencia

La reflexión es pertinente porque esta es precisamente la actual situación. Las grandes ciudades del área de Barcelona, capital incluida, cumplen sobradamente con los 210 litros por persona y día que marca la nueva fase de preemergencia por sequía, decretada en el sistema Ter-Llobregat. A día de hoy, se saltan este tope municipios como Sant Cugat del Vallès, Corbera de Llobregat o Sant Just Desvern. Pero para el resto, la restricción no sería ningún obstáculo. De hecho, la media de la AMB es de 170 litros por habitante y día, y los responsables de gestionar el agua opinan que se les debería considerar como un ente, en lugar de analizar la situación por por municipios, puesto que existen redes compartidas.

Siguiente fase

Aun así, como la Agència Catalana de l'Aigua podría abrir expedientes sancionadores a estos tres municipios, la AMB ha decidido reunir a los alcaldes y trasladarles su propuesta. La idea es que se reduzca la presión de forma localizada en los municipios que más agua consuman. Sin embargo, en la mayoría de casos, tanto la compañía como el ente metropolitano dan por hecho que no habrá bajadas de presión en las grandes ciudades hasta que se declare la emergencia por sequía, el peor escenario incluido en el Plan Especial de Sequía (PES). Entonces, el límite sería de 200 litros por persona y habitante, y habría más ciudades cerca de este umbral.

El Govern animó a los ayuntamientos a pedir a las operadoras esta medida aunque cumplan con las dotaciones por habitante y día

En las últimas horas, varios grupos ambientalistas han emitido un comunicado en el que critican que las restricciones anunciadas por el Govern no tengan efectos ni consecuencias importantes, ya que solo un pequeño porcentaje de los habitantes afectados por la fase de preemergencia viven en localidades que superan los 210 litros por habitante y persona. Consideran que habría que incidir sobre el consumo del sector turístico y las grandes industrias, algo que de momento se demora hasta la declaración de emergencia. Las bajadas de presión, que también se han ensayado en ciudades como Figueres o Manresa, son la medida que prefiere el Govern antes que los cortes de agua.