Retirada del mercado provisional

Las pacificaciones del Eixample inspiran una reforma del corazón industrial de Sant Andreu

Vecinos de este barrio de Barcelona se organizan bajo la plataforma Ágora para evitar que la calle de Sant Adrià vuelva a ser ‘de’ y ‘para’ los coches

Sant Andreu estrena su esperado mercado reformado

Barcelona culmina las obras en Gran de Sant Andreu para liberarlo de tráfico

La calle de Sant Adrià de Barcelona entre la Fabra i Coats y la calle Otger, donde estaba el mercado provisional de Sant Andreu

La calle de Sant Adrià de Barcelona entre la Fabra i Coats y la calle Otger, donde estaba el mercado provisional de Sant Andreu / Elisenda Pons

David García Mateu

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La pacificación de la ronda Sant Antoni de Barcelona tras la retirada de la losa y las carpas del mercado –que cerraron esta calle al tráfico en 2009– y el estreno de la ‘superilla’ en Consell de Cent inspiran este otoño una reivindicación gemela en el otro extremo de la ciudad. Vecinos de Sant Andreu se han organizado las últimas semanas para reivindicar que los vehículos privados ya no vuelvan a ser los protagonistas de la calle Sant Adrià, cortada al tráfico desde hace seis años para acoger el mercado provisional de este barrio. Una vez trasladadas las paradas al nuevo equipamiento, la estructura se derribó este junio sin que por ahora la calzada haya reabierto al tráfico.

 La nueva plataforma Ágora aspira a discutir con el consistorio y el vecindario la movilidad de este punto clave, justo entre la biblioteca de Can Fabra y el recinto de la Coats Fabra. Coser los dos vestigios de la antigua industria textil daría continuidad, además, a pacificaciones recientes en las inmediaciones, como la calle Gran remodelada o el eje Residencia-Lanzarote aligerado de decenas de coches aparcados. Por ello, las entidades y colectivos adheridos a Ágora proponen consolidar la peatonalización de facto actual y dar un nuevo aire a dos calles cercanas en una segunda fase. Y el gobierno municipal se muestra receptivo.

Una calle por estrenar

El debate se produce justo en un momento propicio, con la calle Sant Adrià sin carpas y con un aspecto de revista. Eso sí, de revista del motor, ya que, por contrato, el Instituto Municipal de Mercados de Barcelona estaba obligado a dejar la calle tal como la recibió cedida. Es decir: con una calzada de diez metros y de doble sentido que copa prácticamente toda su amplitud en algunos puntos.

Aunque más de un motorista ya ha circulado impunemente por dicho asfalto, es relevante que el Ayuntamiento todavía no haya levantado los pivotes que impiden circular por este tramo. De hecho, el distrito no tiene intención de reabrir pronto Sant Adrià a los coches.

El proyecto Ágora

“Ya que la carpa se tenía que quitar, los vecinos nos empezamos a reunir para ver qué queríamos que fuese este espacio a partir de entonces”, rememora una portavoz de la plataforma Ágora, Andrea Llop. Unos primeros encuentros que fueron tomando forma y cristalizaron en una propuesta presentada a los presupuestos participativos. Logró 1.133 apoyos y 400.000 euros para empezar con el anteproyecto del plan.

“No solo ha sido un consenso vecinal, también contamos con la gran mayoría de entidades, asociaciones y centros escolares que hay dentro de la Fabra i Coats”, destaca Llop. En este caso cuentan hasta con las simpatías de L’Eix Comercial, sector que tradicionalmente se había opuesto a pacificaciones como la de la calle Gran: “Estamos de acuerdo si se hace un planteamiento similar al de Consell de Cent, por donde puedan pasar los servicios, haya zonas de carga y descarga, pero sin que llegue a ser una calle de paso para coches”, señala el presidente de L’Eix, Pròsper Puig.

La operación urbanística tendría como objetivo hacer crecer la plaza de Can Fabra y sus jardines posteriores. “El Ágora ha de ser un punto de encuentro eminentemente verde, donde se integren todos los equipamientos que hay en ese sector”, resume Álex Labad, también miembro de la plataforma. “Esto no puede volver a ser la autopista de entrada y salida que era, porque la movilidad ya no es la misma que la que teníamos hace 30 años”, añade Llop.

La calle de Sant Adrià de Barcelona entre la Fabra i Coats y la calle Otger, donde estaba el mercado provisional de Sant Andreu

La calle de Sant Adrià de Barcelona entre la Fabra i Coats y la calle Otger, donde estaba el mercado provisional de Sant Andreu / Elisenda Pons

Más allá de 2026

Tanto entidades como consistorio coinciden en el hecho que la calle debe pasar a ser únicamente de “salida circunstancial”. Un adjetivo que tiene relación con el nuevo mobiliario urbano pendiente de colocar, orientado a hacer entender a los conductores que los viandantes tienen prioridad en este tramo. “Estamos a la espera de la propuesta que este diciembre nos tiene que hacer llegar el Ayuntamiento”, detalla LlopEn cualquier caso, todas las partes saben que la transformación de la calle de Sant Adrià se antoja lenta, o, por lo menos, no antes de 2026. “Son demasiados años, ya llevamos cuatro con la calle cerrada, a mí me gustaría una solución más rápida, pero ya no depende de nosotros”, critica el presidente de L’Eix Comercial. Ante esta circunstancia, Llop plantea la vía de la provisionalidad “con bancos o macetas grandes como las que se han puesto en algunas superillas”. 

Riera y Rubén Darío como segunda fase

Labad apunta que tras la reurbanización del carrer Gran –que cruza el antiguo pueblo de Besòs a Llobregat– “ahora Sant Andreu tiene que pacificarse en vertical”. Por ello desde la plataforma proponen que, más allá de la reforma del tramo de Sant Adrià, se empiece a trabajar en una segunda fase que afecte a las calles Riera de Sant Andreu y Rubén Darío hasta Bascònia. “Ahora nos hemos querido centrar en Sant Adrià, pero no podemos olvidar la necesidad de reformar ambas calles”, sostiene.

El proyecto que proponen para ambos viales bebe, en cierta manera, del plan urbanístico que ideó el ejecutivo de CiU con Xavier Trias de alcalde y Raimond Blasi de concejal del distrito. Por una parte, la idea se fundamenta en eliminar la hilera de coches aparcados de la calle Riera de Sant Andreu para ensanchar unas aceras por donde hoy apenas caben sillas de ruedas.

Por la otra, crear una plataforma única en Rubén Darío que invite al paseo por el vial y a la entrada a la plaza del Mercadal, donde se ubica el mercado. “En definitiva, la idea también es hacer crecer el comercio de proximidad”, argumenta Llop.

La calle de Sant Adrià de Barcelona entre la Fabra i Coats y la calle Otger, donde estaba el mercado provisional de Sant Andreu

La calle de Sant Adrià de Barcelona entre la Fabra i Coats y la calle Otger, donde estaba el mercado provisional de Sant Andreu / Elisenda Pons

Un pla mayor y evitar tribunales

Lejos del ruido mediático que suscitan las operaciones urbanísticas en el Eixample u otros puntos de Barcelona, el proyecto Ágora de Sant Andreu parece haber convencido a todos los grupos políticos. O por lo menos, en el último pleno del distrito nadie se opuso: solo PP y VOX se abstuvieron a la espera de analizar mejor el proyecto y hablar con otros agentes sociales.

Un consenso político que formaciones como ERC condicionan a la elaboración de un plan de movilidad integral del barrio, también anhelado por entidades como L’Eix Comercial. “Hace ocho años que lo esperamos, se hizo la reforma del carrer Gran de Sant Andreu sin contar con dicho plan y se generó un problema de movilidad enorme, por lo que no podemos crear más problemas sin antes ordenar y solucionar los existentes”, advierte Pròsper Puig.

La plataforma Àgora espera vehicular su propuesta precisamente a través de este nuevo plan de movilidad mayor. Un proyecto que, eso sí, confían que no tumben los tribunales como ha pasado con Consell de Cent. “Aquí tenemos la ventaja que ya contamos con el consenso social y con el precedente de Consell de Cent para que el Ayuntamiento no cometa los mismos errores; al final es un tema de cambio de paradigma irreversible”, concluye Labad.

Suscríbete para seguir leyendo