PSC y Junts pactan en Barcelona permitir los hoteles "singulares" y el alquiler de habitaciones por días

Nuevo acercamiento entre PSC y Junts en el Ayuntamiento de Barcelona. Si la semana pasada el partido de Xavier Trias allanaba el camino para poder aprobar la nueva tasa de terrazas de la restauración, este martes ha cristalizado una entente política para realizar un doble cambio en el plan especial urbanístico de alojamientos turísticos (PEUAT), en concreto, los puntos que hacen referencia a los hogares compartidos (alquiler de habitaciones por día) y a la posibilidad de incorporar hoteles nuevos en la ciudad con la condición de que se enclaven en edificios singulares.

El texto acordado en la comisión de Ecología, Urbanismo, Movilidad y Vivienda a proposición de Junts habla de otorgar licencias a aquellas personas que quieran alojar a un máximo de cuatro personas por un tiempo de no más de 31 días, algo que hasta ahora está prohibido por el propio PEUAT pero que el Govern sí permite a través de un decreto aprobado en 2020. No es una iniciativa que resulte ajena a los socialistas, que en el anterior mandato, cuando gobernaban al alimón con Barcelona en Comú, ya intentaron impulsarla. Sin suerte.

La teniente de alcaldía Laia Bonet, en un par de intervenciones muy breves (nunca sabe uno con quién acabará pactando un gobierno más sólido), se ha limitado a avanzar la voluntad del consistorio de adaptar la norma de la ciudad al decreto de la Generalitat. Es decir, han aprobado la proposición de Junts pero entrando por la ventana y de noche.

¿Más allá del compromiso?

Pero ojo, todo esto es una declaración de intenciones que no compromete a nada al gobierno municipal de Jaume Collboni. Que haya votado a favor, sin embargo, sí indica que de la teoría (proposición con acuerdo político en una comisión) se debería pasar en algún momento a la práctica (modificación de textos legales, como ordenanzas o el propio PEUAT). Pero está por ver, y en cualquier caso, cualquier alteración definitiva deberá pasar antes por el pleno municipal y cosechar el favor de un mínimo de 21 concejales de un total de 41.

La propuesta ha recibido el voto favorable de Junts, PP y Vox, la abstención del PSC y el voto contrario de los 'comuns' y Esquerra. El texto habla de "regular una actividad económica que permite mejorar la economía familiar sin afectar a la oferta de vivienda". El permiso debe solicitarlo la persona que vive en el mismo inmueble. Hasta que se modifique el PEUAT, la proposición reclama aprobar una ordenanza para registrar ya los hogares compartidos en estos términos. Es el único punto que el PSC ha exigido modificar a Junts en su redactado para arañar una abstención con aroma a aprobación (las transacciones de pactan habitualmente para dar el 'sí', no para ceder un 'quizás'), puesto que de origen instaba a actualizar el PEUAT en un plazo de tres meses.

Forasteros con posibles

La iniciativa, además, también avala permitir alojamientos turísticos -hoteles- que lleven asidos "proyectos singulares", incluso en el Eixample y Ciutat Vella, las zonas más masificadas en cuanto al turismo. Esto tampoco es nuevo para Collboni, que en julio ya abrió la puerta a pequeños hoteles de lujo en el centro de la capital catalana. Ese día respondía a una petición del Gremio de Hoteles, pero concretó que se trataría de excepciones vinculadas a un turismo de calidad, o mejor dicho, a los forasteros con dinero.

A la concejala de los 'comuns' Lucía Martín solo le faltaba fregarse los ojos tras el pacto de este martes. "Es una proposición 100% de Junts, forma parte del ADN de la derecha, modelo Trias. Les importa muy poco que sea un ataque directo al derecho a la vivienda de los barceloneses", ha resumido la edila. Por parte de Esquerra, Eva Baró ha calificado el plan de "poco realista y falto de rigor" y ha recordado que el alquiler de habitaciones ya está permitido, pero no el turístico que hoy estaba sobre la mesa, sino el de larga duración vinculado a estudiantes o a personas -cada vez son más- que se ven obligadas a compartir piso ante la imposibilidad de hacer frente a un alquiler en Barcelona.

En el otro extremo, Damià Calvet (Junts) ha censurado los dos mandatos de "restricción y prohibición que buscaban el decrecimiento económico y la persecución permanente del sector inmobiliario. Juan Milián (PP) ha defendido el alquiler por días como una medida muy beneficiosa "para los vecinos que quieren usar su propiedad para hacer frente al elevado coste de la vida o a la hipoteca".

Bonet ha defendido la necesidad de "regular y restringir la actividad" y ha blandido el PEUAT como escudo protector ante el descontrol turístico previo a esta normativa. Se ha mostrado "satisfecha" por el reciente decreto del Govern que "ordena" los pisos turísticos (que dejen de ser licencias vitalicias) y ha pasado revista a las inspecciones realizadas en los últimos años: desde 2016 se han abierto 22.000 expedientes disciplinarios, se han cerrado 9.000 pisos turísticos ilegales, se han recuperado para el mercado de la vivienda cerca de 3.000 viviendas y todavía hoy, cada mes se detectan en las plataformas cerca de 500 pisos sin licencia para albergar a forasteros.