'Sharing' metropolitano

¿Por qué muchas bicis del AMBici tienen el mismo golpe en el guardabarros?

La bici compartida metropolitana alcanza el millón de viajes y llega a Sant Feliu de Llobregat

La electrificación de las estaciones retrasa la llegada de la bici compartida metropolitana a L'Hospitalet

MAPA | Estas son las estaciones operativas del 'Bicing' metropolitano

El Bicing metropolitano global no será una realidad, como mínimo, hasta 2030

El misterioso golpe del guardabarros de las bicicletas del AMBici

El misterioso golpe del guardabarros de las bicicletas del AMBici / Carlos Márquez Daniel

Carlos Márquez Daniel

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Día de estreno en el AMBici, el sistema metropolitano de bicicleta compartida. Este martes se ha celebrado la llegada del servicio a Sant Feliu de Llobregat, y en la nueva estación sita junto al Consell Comarcal, donde muere la línea T3 del Tram, se han apostado una decena de bicis. Relucientes, brillantes, incluso con algunas manetas de freno con el precinto de plástico por retirar. Lo esperable en una puesta de largo ante los medios de comunicación. Entre tanta primicia llamaba la atención una marca en el guardabarros de todas las máquinas. Sin excepción, exhiben en el lado izquierdo una muesca, un mordisco. Como un golpe, pero sin llegar a tanto. Como si las hubieran intentado encajar en un espacio en el que no terminan de caber.

Nueva estación del AMBici en Sant Feliu de Llobregat, junto a las vías del tren y en el final de la línea T3 del Tram

Nueva estación del AMBici en Sant Feliu de Llobregat, junto a las vías del tren y en el final de la línea T3 del Tram / Carlos Márquez Daniel

De lejos, la imagen recuerda un poco la carpeta de instituto mal plastificada, porque en ese espacio va precisamente el vinilo que contiene la información del servicio, un hueco que cuando el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) lo considere, podría incorporar publicidad para aliviar las arcas del operador, la empresa pública TMB. Pero no, el problema va más allá del caprichoso 'aironfix', ese peculiar material que generaba burbujas indestructibles en los libros de texto. Aquí hay relieve, hay agujero. Hay misterio.

Sin electrificar

Se impone preguntar a los responsables de la cosa, que hacen ademán resignado. Pero antes vale la pena aportar un poco de contexto. Las estaciones del AMBici no están electrificadas. Ya hay más de 160 y la idea es llegar 232 paradas en 15 municipios de la primera corona metropolitana. El despliegue del invento solo tiene pendiente L'Hospitalet y Sant Adrià de Besòs, cosa que debería suceder antes de febrero de 2024. El hecho de que las bicis no se puedan cargar en las estaciones genera dos problemas. Primero, que durante el día, con los repetidos usos, van perdiendo batería. Y segundo, que durante la noche, o en momentos de escasa demanda, hay que llevarlas a los talleres para alimentarlas y devolverlas a la red.

Una estación del 'AMBici', el servicio de bicicleta compartida del Àrea Metropolitana de Barcelona, en Sant Joan Despí.

Una estación del 'AMBici', el servicio de bicicleta compartida del Àrea Metropolitana de Barcelona, en Sant Joan Despí. / Àngel García

Es en este tránsito cuando surge el problema. Al parecer, las furgonetas tienen unos huecos en los que encajar las bicicletas que no son lo suficientemente anchos para que quepa toda la bici. Pero como ese trozo de chapa del guardabarros es moldeable, cede ante la presión generando la imperfección. "Somos conscientes de ello y los nuevos vehículos que vamos incorporando ya han modificado la pieza para que esto no suceda". En cualquier caso, el fallo es una mera cuestión estética, pues en nada afecta al funcionamiento de la bicicleta.