El Govern amansa la guerra del taxi con vocación de regular por separado a todos los implicados en el transporte con vehículos de hasta nueve plazas

Lo de este jueves ha sido una escenificación con múltiples mensajes. El primero, que quien corta el bacalao es el Govern, a través del Departament de Territori. El segundo, que nada se hará, o eso es lo que se pretende exhibir, sin escuchar a todas las partes. El tercero, que con ruido no vamos bien; con diálogo, hasta el infinito y más allá. Y el cuarto, que lo mejor es establecer normas estancas. La Generalitat ha citado a todas las partes implicadas en la nueva Ley del Taxi, una normativa que debe substituir la redactada en 2003, cuando las VTC eran un servicio de lujo y no existían las 'apps' ni empresas de intermediación que no fuera un teléfono fijo. Se trabaja para tener un borrador antes de fin de mes. Las bases están sentadas. Ahora empiezan los juegos del hambre.

Ningún responsable de Territori ha querido hacer declaraciones tras la reunión, a la que han asistido sindicatos del taxi (Élite, Stac, Taxi Companys, Taxi Ecològic...), representantes de las VTC tradicionales (denominadas Gran Turismo), miembros de VTC de plataforma (Cabify, Volt...) y empresas de intermediación del servicio, como Free Now. Todos quieren un trozo del pastel del transporte público en vehículos de hasta nueve plazas y la idea es que la nueva ley englobe todos los decretos provisionales aprobados hasta la fecha y que siente las bases de lo que puede y no puede hacer cada uno de los actores implicados.

¿A la calle...?

Al término de la reunión, el portavoz de Élite Taxi, Tito Álvarez, ha compartido algunas pinceladas sobre lo expuesto por el director general de Transports i Mobilitat, Oriol Martori. Ha asegurado que la melodía de fondo les suena bien, pero se ha quejado de los tiempos y ha recordado que a los taxistas les cuesta poco salir a la calle para reivindicar lo que consideran justo. "Queremos empezar a ver texto escrito, artículos de la ley, concreción. Solo tenemos claro que quieren regular cada sector de manera diferenciada". "No queremos movilizarnos, pero el taxi está sufriendo un ataque muy bestia por parte de las plataformas", ha asegurado, en referencia a Free Now.

Las patronales Feneval y Unauto, que representan a las VTC de plataforma, han sido escuetas en su reacción, que de hecho ha llegado antes de que se celebrara la reunión. Esperan que la Generalitat "corrija los abusos que hasta ahora se han venido cometiendo", aseguran, contra su sector y recuerdan que la Comisión Europea "establece muy claramente que no se pueden poner trabas artificiales a la operativa de la VTC". También evocan la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea "que prohíbe expresamente restringir la actividad de las VTC para proteger el interés económico del taxi e indica que no puede imponerse una segunda licencia bajo criterios discriminatorios de arbitrariedad y duplicidad como sucede en la actualidad".

Diplomacia

La sentencia europea será, con toda seguridad, un documento de constante consulta por parte de Territori para redactar la Ley del Taxi, puesto que en ella se marcan las líneas rojas que dividen la legítima defensa de un colectivo y la voluntad de salvarlo por meros motivos económicos. Tal y como dice el fallo judicial, la crisis climática y la ocupación de espacio público sí son criterios que pueden explicar la limitación de una actividad. Pero no el hecho de garantizar la supervivencia de un gremio.

Romà Llort, portavoz de VTC Gran Turismo, también presente en la reunión, ha agradecido el tono del encuentro, del que se ha marchado "sin demasiadas cosas claras". "La Generalitat ha hecho un ejercicio de diplomacia inmenso, pero no se ha concretado absolutamente nada". Por su parte, reclaman que se les diferencia y se les regularice al margen de las VTC de plataforma, puesto que ellos no operan con aplicaciones, sino con clientes fijos, empresas o personas que buscan un servicio exclusivo.

A partir de ahora, Territori inicia una ronda de conversaciones sectoriales con la idea de tener un borrador a finales de año que puede iniciar el trámite de aprobación parlamentaria. Con una cosa que ya quedó clara el 26 de septiembre en boca de Territori: "El taxi es un sector económico de interés general". El resto, no