Eva Baró: "La entrada de ERC en el gobierno de la Diputació fue una mala decisión en tiempo y en forma"

Eva Baró (Barcelona, 1974), concejal de Barcelona y vicepresidenta de la Diputació, aspira a dirigir la federación de ERC en la capital catalana. Un liderazgo para el que también se postula la secretaria general de Educació, Patrícia Gomà. La militancia vota el viernes a cuál de las dos confía la dirección capitalina, que pilotará la sucesión de Ernest Maragall y la estrategia municipal.

Las discrepancias dentro de la federación de Barcelona de ERC no son nuevas, pero hace cuatro años pudo pactarse una lista unitaria. ¿Por qué esta vez sí se ha llegado a un enfrentamiento explícito?

Es fruto de un aprendizaje interno. Se intentó cohesionar un equipo que tenía visiones muy diferentes y no funcionó. Hay que desdramatizar que ahora haya contraste de ideas y opiniones. Al fin y al cabo, nuestro adversario es el PSC y Jaume Collboni y nuestros principales aliados son los compañeros de la otra candidatura y la militancia.

ERC tiene ahora 5 ediles: Ernest Maragall se retirará a lo largo de este mandato y los otros cuatro están divididos entre las dos candidaturas. Elisenda Alamany incluso ha calificado de “errores del pasado” la estrategia del último mandato. ¿Está fracturado el grupo municipal? ¿Se puede sostener 4 años?

No somos un grupo municipal mal avenido, al menos yo no lo estoy viviendo así. Somos serios y profesionales y podemos afrontar todo el mandato gane quien gane este viernes. Pero el partido tiene vida propia al margen del grupo municipal. Maragall mantiene neutralidad y Alamany tres cuartos de lo mismo. Y claro que la anterior dirección ha cometido errores. Es más, todas las anteriores direcciones de Barcelona, porque algunas han sido especialmente nefastas. En 2011 tocamos fondo y sacamos un 5,5% del voto y solo dos concejales. Y en ese momento estaban en la dirección local Patricia Gomà, Jordi Coronas y Oriol Amorós [integrantes de la otra candidatura].

Su candidatura tiene fama de más oficialista y alineada con la dirección nacional del partido, mientras que la de Gomà se tilda de más “crítica”. ¿Lo ve así?

La otra candidatura tiene la pulsión de insistir en todo aquello que no les satisface o no comparten de la dirección nacional. Es importante que este malestar lo trasladen donde toca, que es el consejo nacional. Y allí no les he visto manifestar su desacuerdo. Por otro lado… ¡Es difícil ser más oficialista que un alto cargo de la Generalitat! Yo ya no soy miembro de la ejecutiva nacional. En verano renuncié para focalizarme solo en Barcelona. ¿Todos harán las renuncias necesarias para centrarse en Barcelona?

¿Insinúa que la presidencia de la federación es incompatible con una secretaria general del Govern?

Si es una presidencia honorífica y lo delegas todo en segundas y terceras figuras, deben pensar que sí es posible. Yo no creo que sea este el mejor modelo ni es lo que ofrezco yo a la militancia.

[La dirección saliente de Gómez del Moral] reaccionaron un poco tarde a acontecimientos trascendentes, como la confirmación de Xavier Trias como alcaldable

El relevo interno llega justo después de los malos resultados electorales de ERC en el Ayuntamiento, donde ha caído de 10 a 5 concejales. ¿Atribuye parte de las culpas a la dirección saliente encabezada por Gerard Gómez del Moral?

Ha habido malestar por cómo se preparó la campaña. Reaccionaron un poco tarde a acontecimientos trascendentes, como la confirmación de Xavier Trias como alcaldable, que se veía venir. Barcelona es una vorágine y no puedes ponerte el sombrero de presidente a las 7 de la tarde cuando sales del trabajo, entonces ya solo puedes poner parches. Y este error puede repetirse.

¿Habría habido que cambiar de candidato para competir mejor con Trias?

En ERC cuando no se generan alternativas se acaban tomando decisiones un poco por decantación entre lo que hay. Nuestra candidatura defiende que impere el criterio político: ¿quién nos conviene más según el contexto político que haya en 2027? Sin intereses personales, que los hay. Cualquiera que quiera dar un paso al frente, que tenga la oportunidad de hacerlo en unas primarias. Si yo gano, haremos un debate interno sobre los nombres y perfiles más competitivos, con serenidad, espíritu constructivo y respeto. Y una vez hecho esto, se tendrá que votar. Tengo compañeros en la candidatura que querrán hacer pasos o se lo plantean. Pues adelante, sin alfombras rojas ni apriorismos.

¿Tiene un favorito, a título personal?

No. Quiero que el partido debata y pueda escoger entre más de una opción.

Uno de los nombres que más suena es el del conseller Joan Ignasi Elena, con un puesto destacado en su candidatura. ¿Le gustaría que se lo planteara?

Si él lo considera, es su decisión.

¿Ve posibilidades a Alamany de ser alcaldable?

Sí. Igual que las tiene la consellera Ester Capella, que es evidente que está muy alineada con la otra candidatura.

¿Serían nombres competitivos en términos electorales?

No lo sé. Nadie tiene una bola de cristal.

Este miércoles toda la oposición municipal, incluida ERC, ha rechazado con contundencia el presupuesto y las ordenanzas fiscales 2024. ¿Es partidaria de que ERC facilite los presupuestos a Jaume Collboni como se los facilitó a Ada Colau o de un giro?

Los partidos siempre tienen que estar dispuestos a hablar para sacar adelante la ciudad, leyes, investiduras o lo que sea. Predisposición sí, pero no hay ningún compromiso más allá. Ahora más que nunca debemos revisar la estrategia de ERC en Barcelona, dónde estamos y qué nos interesa.

¿ERC fue demasiado generosa como socia externa del gobierno Colau-Collboni? ¿Fue una hipoteca que el Govern necesitara al PSC para aprobar sus presupuestos?

ERC fue muy solidaria con la ciudad. En 2020 estalló una pandemia e hicimos una política responsable. Y sí, puede ser que en ocasiones se nos viera una oposición poco beligerante. Cuando se le acabó la paciencia con el gobierno municipal, tomamos decisiones un poco más drásticas y en cierto modo tuvimos que autoenmendarnos. Los intereses del partido en Barcelona y los del Govern de la Generalitat pueden no coincidir a la perfección y tiene que poder trabajarse.

¿Habrá tripartito de izquierdas en Barcelona este mandato? Los ‘Comuns’ lo reclaman reiteradamente, ERC guarda distancias.

ERC ya tiene experiencia en tripartitos municipales, ¡razón de más para darle muchas vueltas! Los contextos políticos cambian, y el de hace 20 años no es comparable con el de hoy. Pero yo, a nivel estrictamente personal, no lo veo. Aunque no soy nada dogmática y me gusta mucho escuchar. Debe decidirse con una votación de la militancia. 

La otra candidatura siempre se olvida que ERC gobierna en la AMB con el señor Collboni, pero ponen el foco solo en la Diputación para desgastarnos

¿Avala que ERC pactara con el PSC para entrar en la Diputació de Barcelona?

Fue una mala decisión en tiempo y en forma y así lo trasladé a la dirección. Pero veo a la otra candidatura un poco desubicada, parece que no entiendan que fue una decisión tomada a nivel nacional porque afecta a una cuarta parte del territorio y a un tercio de los municipios del país.

Si ni usted ni la otra candidata ven con buenos ojos el pacto, ¿resistirá 4 años?

¿Por qué no? El país no es Barcelona solo, no somos el ombligo del mundo.

¿Le genera el mismo malestar el gobierno cuadripartito del AMB?

La otra candidatura siempre se olvida que ERC gobierna en la AMB con el señor Collboni. Yo a él nunca le he votado para presidir nada, ni en la Diputación ni en ninguna parte. Otros compañeros sí en el AMB. Si les parece mal una cosa les tiene que parecer mal también la otra, pero ponen el foco solo en la Diputación para desgastarnos.

¿Ha elevado también reticencias sobre el cuadripartito del AMB?

No. Aunque también ha generado un malestar, es importante estar en los órganos supramunicipales. Y me parecería absurdo no participar de un gobierno metropolitano en el que está casi todo el mundo.

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