Cuentas e impuestos de 2024

Collboni afronta la tramitación de los presupuestos sin mayoría: estos son los desenlaces posibles

La oposición anuncia que tumbará los presupuestos de Collboni en la primera votación

Collboni, este lunes en la Rambla, junto con Laia Bonet y Albert Batlle.

Collboni, este lunes en la Rambla, junto con Laia Bonet y Albert Batlle. / Blanca Blay / ACN

Toni Sust

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La comisión de Economía del Ayuntamiento de Barcelona debatirá y someterá a votación este miércoles por la tarde el proyecto de presupuestos y de ordenanzas fiscales para 2024, en la primera fecha en la que el alcalde, Jaume Collboni, afronta el riesgo de una derrota política desde que fue investido.

El primer asalto de esta batalla tendrá lugar en la sala Lluís Companys del Ayuntamiento de Barcelona: un espacio con poca luz natural y mucha iluminación artificial, en la que el alcalde y los concejales del gobierno de la ciudad suelen hacer ruedas de prensa. También allí se producen las comisiones municipales, horas y horas de debate en las que el tiempo parece detenerse, que dan para que uno reflexione sobre su vida varias veces.

Allí, en ausencia de Collboni –el alcalde no participa en las comisiones– se dirimirá si las cuentas y las ordenanzas inician o no su tramitación. Para que sea posible, el gobierno debe ganar la votación por mayoría simple, es decir, un solo ‘sí’ más que los ‘noes’ registrados. Es más, le basta con un empate: en caso de igualada, el gobierno tiene voto de calidad y se impone su postura.

1. El escenario más optimista

Los escenarios posibles son varios. Uno, el mejor para Collboni, sería encontrar el apoyo de uno o dos grupos de la oposición y sumar los 21 votos que dan la mayoría absoluta. Le bastaría con Junts, que tiene 11 ediles, o con la combinación de Barcelona en Comú y ERC, con 9 y 5, lo que con los 10 del PSC sumaría 24 representantes.

Pero tanto los posconvergentes como los Comuns y los republicanos, además del PP –que dio un apoyo decisivo al alcalde en la investidura pero no se antoja su socio potencial ahora– han anunciado que votarán en contra de presupuestos y ordenanzas. Porque las dos cuestiones se votan por separado.

2. La repesca parcial de noviembre

Si cumplen su palabra y votan en contra, los presupuestos saltarán a la comisión de Economía del mes de noviembre, con tiempo todavía para que un acuerdo tardío permita su aprobación en diciembre y su entrada en vigor el 1 de enero. Es decir, que incluso con un tropiezo este miércoles, las cuentas podrían ir todavía según el calendario ordinario.

Pero en el caso de las ordenanzas eso no es así: si este miércoles el dictamen es negativo, es decir, si no reciben el apoyo necesario en forma de mayoría simple, llegarán heridas de muerte al pleno municipal del 27 de octubre, en el que deberían seguir su tramitación.

Quedaría solo una semana de esperanza para el gobierno: técnicamente es posible que los grupos voten contra las ordenanzas en la comisión pero que en el pleno cambien radicalmente de posición y voten a favor. No sería lógico y no se entendería sin un pacto que justifique el giro, pero según el reglamento es posible.

3. Reserva de voto y abstención

Si un grupo quiere permitir que las ordenanzas fiscales lleguen al pleno y luego no dar ese giro copernicano del ‘no’ al ‘sí’, puede optar por la abstención o por la reserva de voto (no fijar la posición hasta la reunión del plenario). Aunque en el caso de los presupuestos no cabe la reserva de voto, ya que su siguiente paso no es el pleno de la semana próxima, sino la comisión de Economía de diciembre, sí es posible abstenerse.

En vista de las declaraciones cruzadas de unos y otros, la estrategia más factible para Collboni es lograr abstenciones iniciales de la oposición y continuar las negociaciones el resto de otoño. Si Junts, Barcelona en Comú y ERC se abstuvieran, el PSC podría superar la comisión tanto en lo que afecta a los presupuestos como a las ordenanzas, porque solo quedaría un potencial ‘no’ del PP y Vox, que suman seis ediles. Hay que recordar que los populares han abierto la posibilidad de abstenerse si se dan determinados cambios en el contenido de las cuentas.

Hasta ahora la oposición ha mostrado un rechazo idéntico a presupuestos y ordenanzas fiscales, así no tiene mucha lógica un escenario en el que se aprobaran este miércoles solo las segundas.

4. La retirada del punto

Y finalmente al gobierno le queda una última posibilidad, el mismo movimiento que hizo Ada Colau en su primer mandato: retirar el proyecto del orden del día para evitar la imagen de la votación perdida y llevar el asunto a la comisión de noviembre confiando en que para entonces ya haya un acuerdo suficiente con la oposición. 

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