Los presupuestos de Barcelona para 2024

Collboni propone subir la tasa de terrazas y el recargo turístico a apartamentos y cruceros de corta estancia

Aboga por acabar con la bonificación del 75% del pago de los restauradores y activar una escala que daría a la ciudad tres veces más recaudación por las mesas en la calle

Collboni aborda los presupuestos con Colau, que insiste en cerrar ya un pacto de gobierno

Barcelona sube su tasa turística: un euro más por noche y los cruceristas el doble que antes

Cruceros amarrados en Barcelona

Cruceros amarrados en Barcelona / Ferran Nadeu

Toni Sust

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Jordi Valls, teniente de alcalde de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo del Ayuntamiento de Barcelona, ha presentado este martes el proyecto de presupuesto y de ordenanzas fiscales de la ciudad para 2024. Es el primer proyecto de cuentas municipales y de ordenanzas de Jaume Collboni como alcalde, y requerirá apoyo de la oposición para prosperar.

Según ha precisado Valls, el proyecto prevé unos presupuestos de 3.735 millones, la cifra más elevada de la historia, con la cifra más elevada también para inversiones: 777 millones. Hace años que la capital catalana va superando cada año su tope presupuestario.

Presupuestos y ordenanzas iniciarán su trámite en comisión el próximo 18 de octubre si logran los apoyos necesarios, con la previsión, si todo discurre por el camino del pacto, de ser aprobados en el pleno de diciembre. El teniente de alcalde ha mostrado su convicción de que se logrará, y de que no será necesaria la prórroga presupuestaria, que, ha dicho, supondría 700 millones menos de presupuestos en inversión y gasto.

El recargo turístico

Pero las novedades principales de la presentación de Valls atañen a las ordenanzas fiscales, en dos aspectos. El primero: el gobierno propone elevar el recargo turístico, que se suma a la tasa turística y que para el 2024 estaba previsto en 3,25 euros, hasta el máximo posible, 4 euros, en dos casos concretos: los apartamentos turísticos y los cruceros de corta estancia, que no supere las 12 horas.

La tasa turística, que recauda la Generalitat (que se queda un 50% en tanto que la otra mitad recae en la ciudad) y que es variable, asciende a 2,25 euros diarios en el caso de los pisos turísticos y a 3 euros en el de los cruceros de corta estancia. A ese pago diario se suma el recargo, que es enteramente para el ayuntamiento, que está en 2,75 euros tanto para cruceros de menos de 12 horas como para apartamentos y que en 2024 tenía que subir a 3,25. La propuesta del gobierno es que en ambos casos suba a 4 euros, lo que supondría 1,8 millones más para el consistorio en 2024.

El ingreso que recibe Barcelona por fiscalidad turística ascenderá el año que viene a 95 millones, entre la parte de la tasa que le toca y el recargo municipal, si se cumple la previsión, lo que colocaría esta partida en tercer lugar, por detrás del IBI y las plusvalías, entre las fuentes de ingreso del consistorio, desbancando al Impuesto de Actividades Económicas.

Las terrazas

Apartamentos turísticos y cruceros de corta estancia –los que no tienen base en la ciudad, es decir, cuyos pasajeros pasan apenas unas horas en Barcelona y dejan muy poco dinero en ella- son los que más perjuicios dejan, ha argumentado Valls. Por eso se los castiga más. Valls ha rechazado eufemismos y ha hablado de las “molestias” que genera el turismo y de la necesidad de que conlleven compensaciones. La propuesta del gobierno del PSC va en la línea de una de las propuestas que Barcelona en Comú propuso el miércoles, lo que siempre ayuda a lubricar un acuerdo.

En el caso de las terrazas, un tema muy polémico que en los últimos años dividió a los que eran socios de gobierno en Barcelona, el PSC y Barcelona en Comú, Valls ha anunciado que el gobierno opta por suprimir la bonificación del 75% que está en vigor desde 2020.

La ordenanza de terrazas

En 2019 se revisó la ordenanza de terrazas y se fijó un incremento de las tasas que era distinto por zonas y que en algunos casos era muy elevado. Pero la nueva tasa no se llegó a cobrar, porque con la llegada del covid, la crisis sanitaria y el confinamiento, se acordó una bonificación del 75% de esa tasa que en la práctica supuso que el aumento no existiera y que se ha mantenido hasta ahora, esencialmente porque el PSC lo ha defendido.

Son los propios socialistas los acaban ahora con ese ahorro, y Valls ha recalcado que aunque lo ha intentado no ha logrado cerrar un acuerdo con el Gremi de Restauració. El gremio ha recordado en un comunicado que Collboni se comprometió a prorrogar un año más la bonificación del 75% pero se abre a admitirlo si las tarifas finales tienen en cuenta las de otras ciudades, lo que se entiende como una petición de que no suban mucho.

Si todo se tuerce y no hay acuerdo, y el gobierno acaba prorrogando las cuentas, la bonificación desaparecerá y se mantendrán los precios acordados en 2019. Una tormenta perfecta que sin duda encendería a los restauradores.

El nuevo sistema

La tasa de terrazas, ya sin bonificación, pasa a un sistema progresivo por el que los bares que más mesas tengan más pagarán, en tanto que las que menos notarán menos la subida. Se mantiene el sistema de pagos por las mismas zonas previstas en la ordenanza, pero la cantidad varía en función de las mesas de cada terraza.

Para entender qué supondrá para Barcelona, si la tasa aprobada en 2019 se hubiera llegado a cobrar, el consistorio hubiera recaudado 8,2 millones de euros cada año. Con la bonificación del 75 la recaudación baja a 2 millones. Con la nueva tasa progresiva el ayuntamiento espera recibir 5,8 millones de euros.

Dicho de otro modo, los restauradores pagarán casi el triple por sus terrazas que hasta ahora. Pero el 65%, que según Valls es el porcentaje de los que tienen de una a cuatro mesas, serán objeto de un incremento menor: abonarán un 68% de lo que pagaban.

La mayoría pagará un 68% más

Según el teniente de alcalde, si el 65% de establecimientos tiene de una a cuatro mesas, el 24% suma de cinco a ocho; el 7%, de nueve a 12, y un 2% de los locales tienen más de 12 mesas. Si un bar tiene 12 mesas, pagará menos por las cuatro primeras, más por las cuatro siguientes y más por el tercer grupo. A partir de las 12 mesas el pago el mismo, algo que no es significativo por el escaso porcentaje que suponen.