Calor "insoportable", también en el metro: "¿Qué quieren, que nos desmayemos?"

23 de agosto de 2023. Cuarta ola de calor del verano en España y primera en Catalunya. Las calles de Barcelona rozan los 40 grados con una humedad que empeora la sensación de bochorno. Al bajar al metro, la situación no mejora demasiado. Botellas de agua, abanicos, trozos de papel o las propias manos también sirven para remover un poco el cálido aire que se respira en los andenes. Los resoplidos y comentarios relacionados con las altas temperaturas componen la banda sonora de espera para el siguiente tren. A veces, tres minutos pueden parecer realmente eternos.

“¿Qué quieren, que nos desmayemos?”, protesta Mercè, de 75 años. Ella es vecina del Guinardó y usuaria habitual del suburbano; aunque comenta que en verano trata de evitar utilizar este transporte a toda costa. “Soy mayor y tengo que evitarlo. Hoy lo he cogido porque no me ha quedado más remedio”, asegura en declaraciones a este diario. Para pasar el trance, hace uso de su floreado abanico. “Es que, si no, te ahogas”, expresa.

Así como para las personas mayores, hacer uso del metro de Barcelona en verano también se antoja complicado para aquellos que tienen que quedarse en la ciudad trabajando. Estos, además del calor, soportan a diario las oleadas de turistas que ahora, en temporada alta, tienen especial presencia en el transporte público. Este es el caso de Joan, de 27 años, quien necesita coger la L1 y la L3 para llegar hasta su puesto de trabajo. “Lo peor son las estaciones más concurridas por los ‘guiris’, en las que al calor hay que sumarle que el andén está a reventar. Es insoportable”, se queja.

Asimismo, el joven también lamenta el contraste de temperatura que hay entre las estaciones y el interior de los vagones. “Estás esperando el metro mientras te asas, sudando la gota gorda, y cuando subes al metro hay veces que incluso pasas frío de lo fuerte que está el aire acondicionado. Luego sales y otra vez puñetazo de calor”.

En una situación similar se encuentra Ricardo, de 43 años, que cada día se desplaza en metro de L’Hospitalet a Barcelona para trabajar: “Es una pasada, lo del metro en verano. Todos los años igual”, suspira con un cierto tono de resignación. “Al menos cuando subes al vagón estás fresquito, pero si pudieran mejorar el resto… sería de agradecer”, comenta.

Midiendo la temperatura de algunas estaciones con una estación meteorológica, se aprecian temperaturas que superan los 33ºC en los andenes; mientras Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), asegura que "sería del todo ineficiente e insostenible climatizar artificialmente las estaciones de metro".