Estudio de la UB

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Un estudio de la UB analiza el sesgo económico de los confinamientos escolares

Un estudio de la UB analiza el sesgo económico de los confinamientos escolares / FERRAN NADEU

Agencias

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El riesgo de confinamiento escolar en los colegios públicos de Barcelona durante el curso 2020-2021 fue mayor en los distritos pobres de la ciudad que en los ricos, según un estudio de la Universitat de Barcelona (UB) publicado en la revista 'Journal of Public Health'.

Los resultados del curso 2020-2021 muestran una tendencia al alza, sostenida y significativa, del riesgo de cierre de las aulas en los distritos con ingresos medios más bajos, hasta el punto de que la probabilidad en Ciutat Vella, el distrito más desfavorecido, era seis veces superior al de Sarrià-Sant Gervasi, el más rico.

La coordinadora del estudio y profesora de la UB, Maria Grau, ha detallado que "el vínculo entre bajo nivel socioeconómico y un peor estado de salud" explica los resultados que han obtenido y ha advertido que "si no se rompe este círculo vicioso los problemas locales de desigualdad en salud se mantendrán". "Los esfuerzos por contener una epidemia o futuras emergencias sanitarias no pueden ignorar los problemas de equidad en salud, y esto requiere un trabajo transdisciplinario coordinado y real entre diferentes ámbitos como la salud, los servicios sociales, la vivienda, la educación y la urbanismo, entre otros", ha afirmado.

Por su parte, el también autor del estudio Carles Pericas ha explicado que "los niños de áreas por debajo de la media de ingresos anual de la ciudad presentaban mayor riesgo de confinamiento de sus aulas"; ha informado la UB este lunes en un comunicado. Para elaborar el estudio, los investigadores han realizado el recuento por distritos del número de niños aislados o en cuarentena y también de los días que cada niño permaneció en casa por el confinamiento de su clase.

Servicios perdidos colateralmente

Después, esta información se ha cruzado con la renta media de cada distrito, obtenida a partir de la renta familiar disponible per cápita, un índice que mide los ingresos de que disponen los residentes de un territorio para destinarlos al consumo o al ahorro. Un ejemplo de esta interrelación entre enfermedad y desigualdad es que el cierre de escuelas implicó el paro de servicios esenciales de los centros educativos, como el servicio de comedor o los programas de apoyo a la salud mental, hecho que también ha podido impactar en la salud de los estudiantes más desfavorecidos.

Según el estudio, en futuras situaciones que requieran medidas de confinamiento en el ámbito escolar, debería garantizarse el acceso a los servicios complementarios que se ofrecen desde las escuelas y también conseguir la equidad en el acceso a la docencia telemática.

Los investigadores también subrayan la necesidad de impulsar la alfabetización sanitaria de la ciudadanía, para "mejorar la toma de decisiones de salud adecuadas, que podrían ayudar a reducir el riesgo de propagación de las infecciones y aumentar la comprensión y adhesión a las medidas de prevención de enfermedades".

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