Para reducir su impacto en la movilidad urbana

Barcelona digitalizará los movimientos de sus 400 autocares turísticos diarios

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autocar turistas

autocar turistas / Ferran Nadeu

Carlos Márquez Daniel

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En los seis primeros meses de 2023, Barcelona ha registrado 33.627 operaciones de autocares turísticos, seis veces más que en el mismo periodo de 2022, un año en el que, de 1 de enero a 31 de diciembre, entraron a la capital catalana cerca de 50.000 vehículos cargados de forasteros. BSM, la empresa pública municipal que se encarga, entre otras cosas, de la gestión del estacionamiento de estos buses, ha presentado este lunes una actualización del sistema, la aplicación SPRO, que ya usa para solicitar sus paradas en determinados puntos de la ciudad. El objetivo es procesar toda esta información que generan para ordenar e incluso predecir cuáles serán sus movimientos. Si nada lo evita, el ingenio -Zona Bus 4.0- estará en funcionamiento en 2025.

Con la nueva herramienta se podrá saber el número de autocares que se detienen en un determinado espacio turístico en una franja horaria concreta. También permitirá a los conductores planificar anticipadamente sus incursiones a Barcelona, con información sobre el estado de la paradas, lo que les permitirá organizarse mejor. De alguna manera, si se consigue el objetivo último de este proyecto, también la ciudad debería verse beneficiada, pues, en un suponer, si los autocares saben que a determinada hora la parada de Diagonal-Marina está llena, es probable que busquen otros destinos, lo que debería permitir un reparto más heterogéneo de los autocares por el resto de la red viaria. Es decir, más diseminados y menos afectación en la movilidad y el tráfico.

Congreso internacional

Albert Sant, responsable de la unidad de Estaciones de Autobuses, Zona Bus y SPRO de BSM, ha sido el encargado de presentar el proyecto en el seno del Global Public Transport Summit, el congreso internacional sobre transporte público que esta semana se celebra en el recinto central de Fira de Barcelona, en L'Hospitalet. Sant ha destacado el abanico de posibilidades que se abren con la gestión de todos los datos que generan los buses y que ahora no se procesan. "Creamos un sistema inteligente de seguimiento de los flujos de los autocares turísticos para favorecer un uso más eficiente del espacio público".

Un grupo de turistas desciende de un autocar turístico, en el Eixample

Un grupo de turistas desciende de un autocar turístico, en el Eixample / Ferran Nadeu

Los cambios también serán visibles en las paradas de autocares, que incorporarán sensores inteligentes y lectores de matrícula. Del mismo modo, está previsto instalar pantallas con información que pueda ser útil tanto para los conductores como para los turistas. Los chóferes verán la disponibilidad de plazas en otras zonas cercanas, y los forasteros tendrán información sobre itinerarios hacia los puntos de interés y conexiones en transporte público hacia otros puntos de la ciudad. La Zona Bus 4.0 dispone de un presupuesto de un millón de euros que sale de los fondos europeos Next Generation.

'Boom' de visitantes

La Zona Bus gestionada por BSM dispone de 37 áreas y 168 plazas, 48 de parada breve y 122 de estacionamiento. Los conductores registran sus llegadas a través de la aplicación SPRO, la misma que usan los transportistas para marcar su distribución urbana de mercancías. En solo un año de funcionamiento, según cifras municipales, esta herramienta ya dispone de 4.052 usuarios activos y ha conseguido digitalizar el 85% de las operaciones, con lo que el uso del parquímetro queda relegado a un 15% de los movimientos. Durante 2022 se produjeron 49.382 operaciones, mientras en que el primer cuatrimestre de 2023 se alcanzó la cifra de 33.627 movimientos, lo que multiplica por seis los valores del ejercicio anterior.

A todo ello, en un futuro también debería ayudar la transformación de la estación del Nord, la central de buses que el consistorio quiere convertir en un "hub de la movilidad turística en la ciudad". El proyecto también está incluido en los fondos Next Generation (4,8 millones de euros) y busca convertir la terminal en un "nodo principal de llegada y salida de autocares turísticos, promoviendo el turismo cultural de proximidad y, al mismo tiempo, contribuyendo a que Barcelona sea una ciudad más ordenada y pacificada".