Un 2+2 de Colau y Collboni con el apoyo de ERC, el todavía más difícil de los Comuns

A última hora del domingo, ese detalle, al margen de la victoria de Xavier Trias, generaba cierta desolación en la cúpula del partido. No eran pocos los convencidos de que de quedar segunda Colau el pacto progresista lo tenía mucho más fácil. Porque, argumentaban, a ERC le incomodaría menos investir a la alcaldesa que a Collboni. Y porque aunque fuera por poco, ser segunda la facultaba para pedir la alcaldía en una negociación con socialistas y republicanos.

El recuento y el avance electoral

Ahora, los Comuns están pendientes del recuento que empezará el viernes, con la esperanza de que la detección de un apunte erróneo en alguna mesa acabe cambiando el resultado por tan solo 141 votos, y eso permita a Colau lograr el décimo concejal y la segunda plaza.

Pero es cierto que si el diagnóstico no era bueno al acabar la noche electoral, ha empeorado esta mañana al conocerse la decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de avanzar las elecciones generales al 23 de julio. Cómo, en este contexto, puede ERC investir a Collboni sin pagarlo en las urnas. Es un riesgo evidente.

Pese a todo, el partido de Colau sigue aferrándose a una alianza que sume a los 24 ediles obtenidos por el PSC (10), Barcelona en Comú (9) y ERC (5). Así lo han certificado David Cid y Jordi Martí este lunes.

Una fórmula compleja

Hay quien sostiene, en el seno de los Comuns, que incluso siendo tercera, como la diferencia es tan pequeña la fórmula lógica sería que Colau y Collboni compartan la alcaldía. Los dos primeros años, para Colau. Los dos últimos, para Collboni.

¿Qué llevaría a ERC a certificar con su apoyo imprescindible esa operación? Es difícil encontrar alicientes que pesen más que el riesgo electoral que supondría. Pero sostienen fuentes de los Comuns que si hay voluntad de cerrar un acuerdo progresista e impedir que Trias gobierne, es viable.

La Diputación de Barcelona

Si ERC se aviene a un pacto de este tipo, los socialistas podrían replantearse el acuerdo con Junts en la Diputación de Barcelona. Lo mantuvieron durante el mandato anterior y ha funcionado bien. Cuesta de creer que prefieran cambiar de socio y pactar con los republicanos. A menos de que eso supusiera que Collboni fuera alcalde.

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Aunque resulte muy difícil de creer, los datos indican que este es el único pacto en el que Colau podría mantener, parcialmente, la vara de mando municipal.

Sin Colau

Otra opción es plantear un acuerdo a tres sin Colau. Pero, de nuevo, la reticencia de ERC ante Collboni y el PSC es tan evidente que cuesta contemplarla, a la vista de que los republicanos estarían propiciando la investidura del socialista, que, de no haber recursos a los resultados de las municipales, tendría lugar el 17 de junio, es decir, cinco semanas antes de las elecciones generales.