El PSC ­deja atrás a ERC y la extrema derecha irrumpe en el ‘cinturón rojo’ de la Gran Barcelona

El contorno del cinturón de la Barcelona metropolitana permanecerá coloreado de rojo socialista cuatro años más. El PSC ha vuelto a imponerse en las elecciones municipales de este 28 de mayo (28M) en sus feudos históricos del área metropolitana de Barcelona de los 3,3 millones de ciudadanos.

Los socialistas han cosechado casi el 26% del voto metropolitano frente al 12% de los apoyos logrados por ERC, principal competidor socialista hasta la fecha, que caen -pierden casi 8 puntos de cuota de voto- en la conurbación barcelonesa (en 2019 obtuvo casi el 20%). Representa la pérdida de fuelle republicano el inexistente 'fenómeno Rufián' en Santa Coloma de Gramenet, donde Gabriel Rufián tan solo consigue que ERC crezca un concejal (hasta los cuatro) ante el incontestable dominio de Núria Parlon, que revalida su mayoría absoluta reforzada (17 ediles de 27).

También Antonio Balmón (PSC), Lluïsa Moret (PSC), Marta Farrés (PSC), Alba Barnusell (PSC) o Filo Cañete (PSC) registran mayorías absolutas socialistas en Cornellà de Llobregat, Sant Boi de Llobregat, Sabadell, Granollers y Sant Adrià de Besòs respectivamente, mientras que Núria Marín (PSC) se queda a las puertas de repetir la absoluta (con 13 ediles) en L'Hospitalet de Llobregat pero con el camino allanado hacia la alcaldía ante la bajada de la ERC de Jaume Graells, que no solo no mejora resultados sino que pierde un concejal.

La otra indiscutible mayoría absoluta de la noche es la de Xavier Garcia Albiol (PP) en Badalona (18 ediles de 27), donde ha logrado que cale su 'Badalonisme' más que nunca (ha crecido la friolera de 7 ediles; su mejor resultado hasta ahora eran 11) y volverá a ser alcalde -cuatriplicando la representación socialista, segunda fuerza- tras ser depuesto del cargo con una moción de censura a finales del 2021.

El crecimiento de Junts en Barcelona ubica a los neoconvergentes como nueva segunda fuerza metropolitana (15% del voto), seguida de cerca por los 'comuns' con parecida cuota de voto; PP (13%); ERC (12%); Vox (6%); CUP (3%); y Ciudadanos (2%), que se desploma casi 10 puntos y queda reducido a la mínima expresión (en Santa Coloma, por ejemplo, se mantienen liderados por Dimas Gragera).

La otra gran novedad del 28M en la Gran Barcelona es la impactante irrupción Vox. La extrema derecha obtiene representación en urbes catalanas tan pobladas y destacadas como Mataró (4), L'Hospitalet de Llobregat (3), Terrassa (3), Rubí (3), Santa Coloma (2) o Sant Boi (2), muchos de ellos consistorios en que PxC -cuyos concejales entonces dobla ahora Vox- ya tuvo presencia entre 2011 y 2015. La participación en el área metropolitana ha bajado este 2023 hasta el 57% con 1,3 millones de votantes (en 2019 fue del 64%, casi 1,5 millones de electores).

Las alcaldías en liza

La pervivencia de las mayorías absolutas socialistas contrasta con el tablero político de urbes metropolitanas donde a partir de este 29 de mayo queda abierta la puerta a alianzas entre formaciones que resolverán el color del que se teñirán las alcaldías todavía en liza.

Es el caso de Sant Cugat del Vallès, municipio de tradición convergente donde Junts -que perdió la mayoría absoluta en 2015- ha vuelto a ganar con 9 concejales sin que esta vez pueda repetirse el pacto entre ERC (4), PSC (3) y CUP (2), formaciones en el gobierno desde 2019, que esta vez no suman los 13 ediles necesarios para la mayoría absoluta.

También Castelldefels es un ejemplo de alcaldía todavía sin decidir, pese a que la subida del PP de Manu Reyes (12 ediles, a tan solo uno de la absoluta) auspicia una alcaldía popular, máxime cuando Som Castelldefels, abiertos a pactos con los populares, han obtenido 3 ediles (y PSC y 'comuns' han perdido representación).

Un fenómeno parecido pero a favor de los socialistas se da en Vilanova i la Geltrú. El PSC ha ganado con 11 ediles en la ciudad del Garraf, a tan solo dos de la mayoría absoluta y con ERC y Junts -hasta ahora en el gobierno con apoyo de la CUP- debilitados, especialmente en el caso de los republicanos (de 7 a 3 ediles).

Jordi Ballart, el ‘rey’ de la segunda corona

En el perímetro de la segunda corona metropolitana, el exsocialista Jordi Ballart sigue siendo el ‘rey’. En Terrassa, tercera ciudad catalana más poblada de Catalunya, Ballart mejora con Tot per Terrassa -marca creada prácticamente de la nada tras romper el carnet socialista- los ya sorprendentes diez concejales logrados en 2019, alcanzando los once ediles. En esta ocasión, sin embargo, Ballart no suma mayoría absoluta con ERC, su socio de gobierno hasta la fecha, y el PSC mantiene el tipo con 7 representantes locales.

También en Mataró gana el PSC, que pese a perder dos concejales adelanta en siete representantes a ERC, que pierde la mitad de los ediles logrados en 2019 hasta sus nuevos cuatro regidores, exactamente los mismos que la extrema derecha de Vox.

Mataró es una de las grandes ciudades catalanas donde la extrema derecha acaudala más arraigo. La líder de Vox, Mónica Lora, ya lo fue de PxC, formación xenófoba que ya capitalizó en una ciudad con alto índice de población migrante el descontento de la ciudadanía de 2011 a 2015.