Sector en ebullición

Fiebre de reformas en Barcelona: 30.000 viviendas renovadas al año

Cinco tendencias en las reformas de viviendas en Barcelona tras la pandemia

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Construmat se pone manos a la obra en rehabilitación

La pospandemia reactiva las obras domésticas, pero el déficit de profesionales y el encarecimiento de materiales complica el proceso

Instalación de ventanas durante la reforma de una casa de Barcelona.

Instalación de ventanas durante la reforma de una casa de Barcelona. / Ralf Pascual

Patricia Castán

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Lo saben quienes están pidiendo presupuestos para renovar su baño, su cocina o su hogar en general, pero también lo imaginan quienes se tropiezan con una saca de escombros de obras cada dos pasos en Barcelona. La ciudad ya supera anualmente el volumen de reformas domésticas de 2019, cuando el auge inmobiliario mantenía elevada la actividad, pero además otras circunstancias alientan el proceso de 'redecorar' muchas vidas: los datos récord de compraventa de vivienda de 2022, la decisión de no mudarse porque las hipotecas son más inaccesibles y se opta por mejorar el confort del piso donde se reside, la escasez de obra nueva, la importancia de la calidad de vida en el hogar desde la pandemia y hasta el 'boom' de programas televisivos de reformas.

Muchas intervenciones domésticas de tipo estético o de poco presupuesto no pasan por la estadística municipal porque por su simplicidad muchos vecinos no las consideran propiamente 'obras' y no se notifican al consistorio: retoques de pintura, instalación de algún pavimento laminado o vinílico, renovación de mobiliario... Se constatan solo en las tiendas de materiales y bricolaje. Lo que sí se puede cuantificar objetivamente son las intervenciones englobadas en los 'assabentats' y en los comunicados de obras menores, ambos obligatorios en el ámbito que afecta al interior de las viviendas. Las primeras (solo hay que notificarlas telemáticamente, sin coste), afectan a mejoras como cambios en la instalación de electricidad, en la de agua, parquets, pinturas, demolición de azulejos en cocina o baño, arreglos de grietas, carpintería y otros. Los segundos son para reformas que afectan a la distribución pero sin modificar estructura ni tocar paredes maestras.

Evolución por años

En esos dos apartados la ciudad registró en 2021 un total de 29.969 solicitudes, en plena eclosión tras el parón forzoso de 2020, y por encima de la prepandemia. El año pasado fueron 29.336, y en los tres primeros meses de este año se han registrado 7.526. La inflación y su afectación en el precio de los materiales ha influido en una pequeña desaceleración. También lo ha hecho la mayor demanda que oferta de albañiles, lampistas, instaladores de pladur y de suelos..., en muchos casos con semanas de espera para coger nuevos trabajos, y desde hace años con menos vocaciones y profesionales bien formados.

Además una parte de este colectivo cambió de sector laboral o regresó a sus países de origen durante la crisis sanitaria. Algunos lo han retomado, pero la coyuntura vuelve a ser proclive al intrusismo y a los trabajadores con poca preparación.

Vivienda en plena reforma en Sarrià.

Vivienda en plena reforma en Sarrià. / Casavo

Fuentes del área municipal de Ecología y Urbanismo recuerdan que las tramitaciones se pararon durante meses en 2020, hasta que se levantó la suspensión de esta actividad por la pandemia. Rápidamente la demanda se puso al día con vigor, y ha mantenido estable desde entonces. En el marco de ese trajín, el ayuntamiento lleva a cabo tareas de inspección y control. Hasta el punto de que desde 2022 se han dictado 3.846 órdenes de restitución de obras para adecuarlas a la legalidad (1.178 solo en lo que va de año). Los datos van de las reformas a las rehabilitaciones.

Revalorización rápida

Más allá de la reforma que uno desea para vivir mejor, el efecto en su revalorización y posterior comercialización es evidente. Y puede estar entre las causas que intervienen en el aumento de los precios medios.

Un estudio realizado por la consultora especializada Gesvalt junto a la plataforma inmobiliaria Casavo sobre la Rehabilitación de Viviendas en Madrid y Barcelona, destaca que un 85% de la actual oferta en esta última urbe ha encajado alguna modificación. La cifra era algo mayor hace unos meses por el trasvase que ha habido hacia las reformas integrales.

La diferencia media de tasación entre una vivienda de 90 metros cuadrados reformada y otra de origen puede superar los 100.000 euros, según un estudio

Estiman que hay una diferencia media de 1.161 euros por metro cuadrado entre una vivienda completamente reformada y una sin reformar en la capital catalana. Añaden que en promedio, las viviendas que hayan realizado una puesta al día integral tienen un valor un 42 % superior. Y como ejemplo, aluden a un piso de 90 m2, que podría incrementar su valor en más de 100.000 euros tras la cirugía. Para una intervención parcial, el aumento de valor en el mismo ejemplo puede ser de 47.520 euros.

Es más, una de carácter integral puede dejar una vivienda a solo un 7% de valor por debajo de una nueva, aunque en Gràcia, Les Corts y Nou Barris la diferencia aún es menor. En el lado contrario, un piso sin actualizar llega a estar un 42% más barato, en igualdad de metros que uno de obra nueva en el distrito de Ciutat Vella, seguido de cerca por Sants-Montjuïc (40%).

600 euros por metro cuadrado

Antes de llegar a eso, se calcula que una mejora parcial supone a un vecino (o a un inversor) un presupuesto de unos 300 o 350 euros por metro cuadrado, frente a los 600-650 euros de la total, con "calidades estándar".

Más evidencias del dinamismo del sector se palpan en las macrotiendas especializadas, frecuentadas tanto por los adictos al canal DeCasa y similares, como por quienes van a coger ideas e incluso contratan allí la obra En Leroy Merlín detallan que en la zona de Barcelona en 2021 el crecimiento de las ventas de productos más servicios de instalación o reforma fue de un 25%. Más intensidad hubo en 2022, con un aumento del 28%.

José María Gil, su director de Servicio de Instalaciones, apunta que la demanda se ha notado especialmente en proyectos de cocinas, baños y cambio de puertas y de carpintería exterior de las viviendas. En paralelo, el fuerte incremento de venta de azulejos, climatización y calefacción, apunta a esas mejoras que muchos barceloneses van haciendo por fases en la medida de sus posibilidades. El experto señala que la coordinación de una obra y los elementos encargados a medida pueden llevar uno o dos meses de preparativos. Pero además, el reto es encontrar buena mano de obra. "Hay menos profesionales que antes y las empresas competimos por los mejores instaladores y profesionales", relata. En Leroy Merlin han optado por "desarrollar una red de empresas instaladoras" que implica el crecimiento de las dos partes.

Distintos perfiles de cliente y herencias

Pequeñas empresas de reformas consultadas señalan que esencialmente conviven tres tipos de cliente: el nuevo propietario que ha comprado vivienda de segunda mano y necesita una reforma porque el piso muchas veces está de origen, el que ha optado por no mudarse a la vista de las dificultades en encontrar algo dentro de su presupuesto, y el inversor que ha comprado para revender o para alquilar y busca desde el lavado de cara de los inmuebles, hasta reformas de diseño que puedan hacer olvidar la ausencia de un ascensor o la falta de luz natural.

La salida al mercado de pisos de personas mayores que fallecieron de covid-19 es otra de las razones de las reformas integrales, también muy demandas, señala un empresario del Poble Sec con 20 años de trayectoria. Se trata de domicilios donde hace tiempo que no se realizaban mejoras y que muchos herederos han puesto en el mercado de venta en lugar de alquilar.

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