Enrique Tierno Galván y Barcelona: el castellano que soñaba como Pasqual Maragall

Estos días, en plena campaña electoral, se han cumplido cuarenta años de unas elecciones municipales que unieron a los alcaldes de Barcelona y Madrid. Un lejano 8 de mayo de 1983, Pasqual Maragall se impuso con claridad en los comicios de la capital catalana, mientras que, a seiscientos kilómetros de distancia, Enrique Tierno Galván, que ya llevaba cuatro años en el cargo, consiguió la mayoría absoluta en Madrid. Las dos principales ciudades de España obtenían incontestables victorias socialistas y en los años siguientes ambos políticos entablarían una buena relación. 

Cuando el próximo otoño –tras 11 años de olvido y numerosos problemas– finalmente ya pueda consultarse el archivo Tierno Galván, depositado en la Biblioteca Pública Arús, aquellos comicios no serán la única efeméride relacionada con el exalcalde de Madrid. Por esas fechas también se presentará un libro sobre su figura escrito por el periodista Àlex Masllorens. “La idea es que coincida el acceso al archivo con la presentación del libro”, asegura Dolors Camats, exdiputada por ICV y hoy directora de la Fundación Catalunya Europa, entidad creada en 2007 por Pasqual Maragall que ha catalogado el archivo y que encargó el trabajo a Masllorens.

Barcelona rescata al fin el archivo de Tierno Galván: podrá consultarse este otoño

El libro –que, por ahora, lleva el título provisional Enrique Tierno Galván i els primers ajuntaments democràtics– analizará la figura del primer alcalde de Madrid en democracia, en qué contexto político y social se celebraron las primeras elecciones municipales en 1979, así como los déficits estructurales y económicos históricos que arrastraban las ciudades en esa época. También comparará como Madrid y Barcelona afrontaron esos déficits para dar una respuesta lo más rápida posible a las exigencias y reclamaciones de la ciudadanía.

Más sintonía con Maragall que con Serra

Tal como indica Masllorens, el libro –que todo apunta que acabará editando el Ayuntamiento de Barcelona–, además de profundizar sobre la figura de Tierno Galván, también hablará de su relación con Catalunya y Barcelona. “Aquí era una persona querida y él lo sabía, pero no siempre entendió la voluntad de Catalunya de mantener con tanta firmeza sus señas de identidad y sus propias instituciones”, afirma. “A Tierno Galván –prosigue– le gustaba Barcelona y venía a menudo, pero era muy castellano (su familia procedía de Soria) y en realidad se encontraba más cómodo en Castilla”.

Masllorens asegura que el exalcalde de Madrid se entendió mejor con Pasqual Maragall que con su predecesor, Narcís Serra, “quizás porque con Serra coincidió en una época –los primeros tres años de ayuntamientos democráticos– en la que tuvieron que batallar a muerte las ayudas del Estado a los consistorios, incluso por cuestiones tan básicas como pagar las nóminas o que los autobuses y el metro pudieran continuar circulando”. “Creo que con Maragall –añade– hubo una mayor sintonía personal, quizás porque los dos tenían este punto de soñadores a los cuales les gustaba divagar e imaginar escenarios posibles”. 

Material sobre el PSP

Masllorens ha compaginado su carrera periodística en medios como El Correo Catalán y TVE con su trayectoria política –fue diputado del Parlament por PSC-Ciutadans pel Canvi y director de alcaldía con Ada Colau–. Y hace tiempo que conoce la trayectoria del exalcalde de Madrid. No sólo porque de joven militó en el Partido Socialista Popular (PSP), creado en 1974 por Tierno Galván –y que acabaría unificándose con el PSOE–, sino también porque en 1986 ya había publicado el libro La herencia política y humana de Enrique Tierno Galván.

Para este nuevo libro, ha tenido la ocasión de consultar el archivo Tierno Galván mientras se llevaba a cabo el proceso de catalogación. “El material sobre el PSP es bastante voluminoso, pero no he entrado a fondo porque no era el objeto de mi trabajo”, reconoce. Se ha centrado más en la vertiente institucional y personal del personaje: "Son interesantes las fotografías y algunos documentos personales. Hay material curioso, pero debo decir que Tierno Galván no fue nunca demasiado meticuloso con los apuntes ni con los documentos”, admite.

Suscríbete para seguir leyendo