Apuesta por el decrecimiento

Colau propone empezar a revocar licencias legales de piso turístico y de tiendas de souvenirs

Colau urge a modificar ley que permite "barra libre" a los pisos turísticos

El ayuntamiento anula 69 de las 120 licencias turísticas de la calle Tarragona

Colau

Colau / EFE / Alberto Estévez

Toni Sust

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Ada Colau quiere que exista un mecanismo que permita revocar licencias de piso turístico concedidas legalmente en zonas en las que el fenómeno resulte excesivo. Considera que no es equilibrado que los que lograron una licencia a perpetuidad pagando unos 200 euros no la puedan perder nunca, y reclama ayuda a la Generalitat, cuya intervención es imprescindible para introducir un cambio legal que el consistorio no puede impulsar por sí solo. Es decir, que más que proponer, reclama, en puridad.

El objetivo, un “decrecimiento” en este fenómeno, después que su gobierno se centrara en los últimos años en combatir los pisos que operaban ilegalmente. Ahora, sostiene la alcaldesa, hay en la ciudad hay cerca de 9.500 pisos turísticos legales, los que había, cifra arriba o abajo, cuando Xavier Trias dejó de ser alcalde y ella le sucedió, en 2015. Y quiere que el número baje para frenar la masificación turística. La alcaldesa ha reiterado esta apelación al presentar propuestas de turismo, y ha hecho balance de su gestión, destacando el control de pisos turísticos ilegales y la regulación hotelera concretada en el Peuat.

Acuerdo en el Parlament

Colau cree que el PSC, ERC y los Comuns, que han compartido políticas para contener el turismo en el consistorio, no deberían tener problemas para pactar medidas en esta línea en el Parlament, por lo que juzga viable su reclamación.

Una reclamación que plantea  también para las licencias de los comercios que venden souvenirs, que en algunas partes de Barcelona se concentran de una forma visiblemente numerosa. Quiere que esas licencias se puedan “extinguir” en las zonas más tensionadas, algo para lo que también necesita el apoyo del Gobierno catalán.

Puerto y aeropuerto

La alcaldesa y candidata de Barcelona en Comú a la reelección, ha presentado este lunes sus propuestas electorales en el campo de la regulación del turismo, uno de los aspectos centrales de su programa desde que llegó al cargo: combatir la masificación turística y evitar que la ciudad tenga una excesiva dependencia económica del sector.

Para ello, ha defendido un “nuevo plan de choque” con tres iniciativas de las que dos ha postulado como alcaldesa de forma conocida e insistente. Una: que no se amplíe el aeropuerto, por considerar que eso sumaría 20 millones a los 55 que vienen cada año, lo que juzga “inasumible”. Dos: que se reduzca el número de cruceros, otro decrecimiento, para pasar de los 400.000 cruceristas que, según ha dicho llegan a pasar por Barcelona en un mes de temporada alta (mayo a octubre) a la mitad, unos 200.000. Hay días, ha subrayado, que en la capital catalana hay 25.000 cruceristas a la vez.

El mismo turismo que en 2015

La tercera medida, la ya citada, es la de las revocaciones de licencias. De la de pisos turísticos ha habló este sábado a raíz del caso del bloque de la calle de Tarragona en el que los promotores lograron convertir pisos en turísticos pese a que la norma no lo permite desde hace años.

Preguntada por el balance de su gestión en turismo desde 2015, y sobre si ha conseguido que la ciudad dependa menos del sector, ha afirmado que en 2015 el turismo representaba el 12% del PIB y que ocho años después supone el mismo porcentaje, y ha añadido que lo que han hecho sus gobiernos en estos dos mandatos es que ese porcentaje creciera todavía más. “Si se hubiera mantenido el crecimiento descontrolado de la actividad turística legal e ilegal, la dependencia llegaría hoy a niveles inasumibles”.

Colau, que ha presentado sus propuestas en el Mirador de l’Alcalde, en Montjuïc, junto con la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, ha criticado la gestión de su antecesor y de nuevo rival, el exalcalde Trias, y le ha acusado de propiciar los excesos del sector.