El reto de la paridad

El ‘techo de cristal’ del Ayuntamiento de Barcelona: dos hombres por cada mujer al frente de sus empresas

El consistorio obligará a los consejos de administración de los organismos municipales que al menos un 40% de los puestos estén ocupados por directivas

Fachada del Ayuntamiento de Barcelona, en la plaza de Sant Jaume de la capital catalana.

Fachada del Ayuntamiento de Barcelona, en la plaza de Sant Jaume de la capital catalana. / JOAN PUIG

Jordi Ribalaygue

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La presencia minoritaria de mujeres en altas cotas del poder empresarial es muestra cabal de la desigualdad persistente que atraviesa, de arriba a abajo, la escala social. Las ejecutivas del Ibex 35 no llegan a ser el 30% en los órganos de decisión ni el 20% en funciones de alta dirección. El Gobierno de Pedro Sánchez ha anunciado que redacta una ley para que las sociedades cotizadas cuenten, como mínimo, con un 40% de consejeras antes del 1 de julio de 2024. Aunque la desproporción no es tan acentuada como en las grandes compañías, el desequilibrio perdura también en los despachos donde se rigen las empresas y organismos del Ayuntamiento de Barcelona

El desajuste ha encallado en la misma asimetría al menos en los dos últimos años, según datos del consistorio: tanto en 2021 como en 2022, los hombres se han acomodado en dos de cada tres asientos de los 66 consejos de administración de los entes municipales, por uno solo ocupado por una mujer. El último análisis de igualdad entre hombres y mujeres del ayuntamiento marca que la equiparación en los órganos directivos municipales es un reto aún pendiente que debe afrontarse en la legislatura que arrancará tras las elecciones del 28 de mayo

Para tratar de recortar distancias en la brecha que subsiste en los organismos del consistorio, el pleno municipal prevé aprobar una modificación del reglamento de equidad de género el próximo viernes. El informe de seguimiento de dicho protocolo revela que las mujeres ocupan el 33,07% de los 901 puestos de los consejos de administración de los entes de titularidad municipal o de los que el consistorio forma parte. Son 298 asientos cubiertos por directivas, lejos de los 603 que copan directivos, el 66,9% sobre el total. 

La discordancia es más pronunciada en algunas de las sociedades mercantiles del ayuntamiento que en otras, casi todas con vacantes a la espera de ser cubiertas. A modo de ejemplo, Barcelona Regional suma 11 hombres y tres mujeres en su consejo de administración; Barcelona Foment, ocho hombres y tres mujeres; BIMSA, siete hombres y tres mujeres; Barcelona Activa, ocho hombres y una sola mujer, y Cementiris de Barcelona, cuatro hombres y ninguna mujer. Más cerca del reparto equitativo de cargos se halla Tersa, con ocho consejeros y seis consejeras.

Reequilibrio obligado

Una vez que el cambio del código entre en vigor, las firmas en que la corporación municipal toma parte estarán obligadas a reequilibrar la composición de los órganos rectores. Aunque la renovación no se sincroniza por igual en todos los estamentos, el grueso sí debe remodelarse tras los comicios. “A partir de las renovaciones y la entrada de nuevos representantes en los consejos al inicio del nuevo mandato, se tendrá que cumplir con el reglamento”, señala la concejal de Régimen Interior, Montserrat Ballarín

Cuando la norma se haya reformulado, la pauta que el Ayuntamiento de Barcelona ya exige a órganos de representación política, cargos de libre designación, personal eventual, jurados de selección, consejos y organismos de participación se extenderá por igual a los consejos de administración. Así, las cúpulas directivas de entes públicos, sociedades mercantiles y entidades vinculadas o dependientes del consistorio tendrán que garantizar que el mismo sexo no acapare más de un 60% de los cargos. Dicho de otro modo, no se asignarán menos del 40% al otro. La norma puntualiza que sí se permite la excepción de que las mujeres asuman más del 60% de los puestos si se justifica "concordante con el objetivo" de revertir la "desigualdad histórica" y la "infrarrepresentación" femenina "en los ámbitos de toma de decisiones".

Para ceñirse a los porcentajes, se requiere que al menos 63 plazas en las que se sentaban hombres el año pasado se concedan a mujeres. Eso en el caso de que el ayuntamiento se limite a acatar el mínimo exigido por el precepto y se resigne a que las consejeras sigan siendo menos, aunque sea recortando distancia con los consejeros. A tenor de los datos de 2022, a la correlación 60%-40% ya se ajustan concejales y comisionados municipales (al 50% entre hombres y mujeres), las gerencias (42,5% mujeres y 57,5% hombres), direcciones generales (43,75% mujeres y 56,25% hombres) y asesores (43,59% mujeres y 56,41% hombres). Por el contrario, se infringe todavía en las gerencias y direcciones de las sociedades mercantiles: se contabilizan seis mujeres (37,5%) y 10 hombres (62,5%) al frente.  

Sujeto a los partidos

Ballarín explica que la aspiración es que la revisión del código interno -vigente desde 2019- no sea un brindis al sol. “Parte de los consejos de administración se nutren de nombramientos de los partidos. Se deben comprometer a hacer posible el reglamento porque, normativamente, es difícil establecer una obligación”, reconoce la concejala. 

La reforma del reglamento se acompaña de un plan de trabajo específico para avanzar en la paridad al frente de las sociedades municipales. La hoja de ruta, pendiente de ejecución, plantea que los grupos municipales propongan un 60% de candidatas y un 40% de candidatos en futuras renovaciones de los órganos rectores de las sociedades municipales. 

También apunta que las formaciones con representación en el ayuntamiento presentarán solo mujeres para cubrir bajas “hasta llegar al equilibrio paritario” en los consejos de administración, concreta el documento. Además, sugiere que los grupos mayoritarios se atengan a una “paridad total” para garantizar que haya mujeres siempre en la toma de decisiones y que el equilibrio perviva en cada ente. 

Pendiente del pleno

La pasada comisión de presidencia refrendó que el protocolo se tramitara para aprobarse de forma definitiva en el pleno, con el aval de los dos partidos de gobierno (Barcelona en Comú y PSC), ERC, Junts y Ciutadans. PP y Valents se reservaron el sentido del voto.

Además, el plan de trabajo establece que es necesario implantar criterios de acceso a los consejos de administración para que la paridad no sea una mera consigna inocua. En ese sentido, subraya que resultaría una acción positiva que se precise presentar currículos de mujeres a la hora de elegir a un cargo. 

“Se asocia a los consejos de administración con los hombres pero, si se asume el valor de la experiencia y se rasca por ahí, salen mujeres”, defiende Ballarín. La edil constata que la presencia masculina continúa predominando al mando de los entes económicos y financieros del ayuntamiento, mientras que están más feminizados los que corresponden a estamentos educativos y de servicios sociales

“Hay un sesgo de género. Se requiere trabajar en formación, sensibilización y redactar informes para ir revirtiendo la desigualdad”, postula la concejala. Ballarín, que no volverá a concurrir en la lista electoral del PSC, cuenta una reciente vivencia personal que retrata a la perfección qué es el 'techo de cristal': “Cuando decidí no presentarme, hablé con representantes de los ámbitos profesionales con los que he estado en contacto este mandato: gente del mundo económico, del comercio, gerentes… Quizá hice unas 20 llamadas. Solo una fue a una mujer”.

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