Conferencia sobre el modelo de ciudad

Janette Sadik-Khan: "La calle ha perdido su propósito con los coches y el aparcamiento"

La responsable de Transportes de Nueva York que peatonalizó Times Square visita Barcelona e insta a las ciudades a realizar "exitosas transformaciones urbana a pesar de la polémica" que puedan generar

jannete sadik-khan

jannete sadik-khan / Ajuntament de Barcelona

Carlos Márquez Daniel

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Imaginen que el Barça decidiera presentar un nuevo fichaje en la Taberna del Volapié, que no les sonará de nada pero resulta que esta a menos de 100 metros del estadio Santiago Bernabéu. Con ese mismo estilo ha inaugurado este miércoles el Ayuntamiento de Barcelona, y perdonen el fácil símil futbolero, el International Superblock Meeting, cuatro días de debates sobre el modelo urbanístico de las ciudades. La cita ha subido la persiana con una conferencia de una de las mayores gurús de la movilidad sostenible, Janette Sadik-Khan, en la Fundació Tàpies, que seguro que sí les suena pero quizás no recuerden que está en la calle de Aragó, la mayor autopista urbana de la ciudad. Podría considerarse una provocación hablar sobre calles pacificadas, bicicletas y aire puro precisamente en la vía más hostil de la capital catalana, pero eso, la polémica, es lo que esta mujer que trabajó en la administración Bloomberg en Nueva York entre 2007 y 2013 recomienda encarecidamente si lo que se quiere es cambiar las grandes metrópolis. Los cambios molestan, generan controversia y hacen que el 'statu quo' se tambalee.

Clase multitudinaria de yoga en Times Square, en Nueva York, el miércoles.

Clase multitudinaria de yoga en Times Square, en Nueva York / Mark Lennihan

Sadik-Khan fue la comisionada de Transporte de Nueva York que un buen día se presentó en la mesa de Michael Bloomberg -el alcalde no tenía despacho, sino una estructura circular en la que él estaba en el centro- para proponerle que el cruce más famoso del mundo, el que generan las calles de Broadway, la 42 y la séptima avenida, o lo que es lo mismo, Times Square, debía cerrarse al tráfico para que el espacio fuera ocupado por los peatones. Fuera porque el alcalde era un hombre sin pretensiones políticas y con la vida más que resuelta o fuera, además, porque aquello le pareció una idea genial, dio su plácet para que se probara. Con urbanismo táctico, claro. Y así fue cómo, en 2009, la ciudad de los rascacielos también empezó a mirar al suelo, donde, además, se pintaron, durante seis años, 650 kilómetros de carril bici.

La poderosa bici

Ha recordado la tremenda oposición mediática -incluido Donald Trump antes de su asalto a la Casa Blanca- y política que generaron sus propuestas. Y ha bromeado con titulares que aseguraban que el lobi de la bicicleta "es una empresa todopoderosa". "Lo que tienen en común las ciudades que todo el mundo cita como lugares en los que les gustaría vivir es que están formadas por grandes plazas o calles en las que la gente puede conectar, sitios en los que la ciudad cobra vida". Se nota que esta mujer nacida en San Francisco en 1961 sabe cómo generar titulares y frases de esas que te dejan pensando un par de segundos hasta que las entiendes. "Las ciudades son magníficas no por cómo están construidas, sino por lo que hacen posible". Otra: "La calle es el lugar más valioso de una ciudad, pero con los coches y el aparcamiento han perdido su propósito". Una más: "El objetivo de las transformaciones urbanas no es evitar la polémica, el objetivo es ejecutar proyectos exitosos a pesar de la polémica".

Jugadores de ajedrez, en la supermanzana de Sant Antoni

Jugadores de ajedrez, en la supermanzana de Sant Antoni / Álvaro Monge

En Times Square, los peatones generaban el 90% de los desplazamientos pero solo tenían el 10% del espacio. Con los coches, viceversa. "Decidimos probar, como si fuera un experimento. Pensamos que si funcionaba, lo dejaríamos así, y si no, volveríamos a la situación de antes". Admitir o prever el error y ser capaces de dar marcha atrás a pesar del precio político; ahí va otra buena polémica -y una lección- para las ciudades y los que las gestionan. Si quieren un caso local, la reculada en la recogida puerta a puertas en Sant Andreu. Pero no, no es muy habitual a este lado del Atlántico. No fueron pocos los titulares y las campañas contra la política de movilidad sostenible del gobierno de Nueva York. "Pero mirad los alcaldes de ciudades que han tomado decisiones similares, todos repiten; en Londres, en París, en Milán...". No ha citado Barcelona, eso está por ver...

Sadik-Khan ha ironizado sobre el transporte del futuro. "Su buscas en Google te saldrán drones, taxis voladores, monorraíles, el 'hyperloop', que no sé muy bien qué es...". "Llevan 10 o 15 años prometiéndonos un futuro que nunca llega, pero lo que sí sabemos es que en 2025, la mitad de las bicis que se compren ya serán eléctricas, y eso sí es el futuro". Una frase, por cierto, que solía decir Xavier Trias en su etapa de alcalde: "El futuro de la bici es la bici eléctrica".

Un padre agarra a sus hijos para cruzar la calle de Aragó

Un padre agarra a sus hijos para cruzar la calle de Aragó lo más pronto posible / Ferran Nadeu

¿Pero por dónde debe arrancar esta transformación? Clarísimo: "Para cambiar una ciudad puedes empezar con un carril bici". Momento en el que ha sacado de la chistera un clásico de la defensa del ciclismo urbano -"no hay ciudades malas para ir en bici, solo infraestructuras malas"- y ha recordado que el 80% de los desplazamientos cubren una distancia inferior a los cinco kilómetros, apta, ha defendido, para apostar por los pedales. Ahí entraría el reto de la movilidad metropolitana, asunto por el que, admitámoslo, ha pasado de puntillas.

Para terminar, un par más de frases lapidarias. Una: "La revolución del transporte del siglo XXI no será la tecnología de los coches, sino las calles llenas de vida". Y dos: "El futuro de las ciudades está escrito en las calles; cuando cambias la calle, cambias el mundo".