El cartón, un residuo voluminoso y en auge que aún escapa del circuito de reciclaje en Barcelona

 Los residuos de cartón viven un ‘boom’ en Barcelona a causa de las compras por Internet. Solo en los últimos cinco años el contenedor azul ha registrado un crecimiento del 25%. Aunque es un material fácil de reciclar, una parte notable del cartón desechado escapa de la recogida selectiva por omisión o dudas de la ciudadanía. Ayuntamiento y Generalitat aclaran cómo se recicla hoy este material en Catalunya.

Cuando se habla de residuos municipales, el ciclo empieza en el momento que los ciudadanos los tiran en el contenedor de la fracción correspondiente. El cartón, así como el papel, debería ir siempre al contenedor azul. En el caso del modelo de recogida de residuos puerta a puerta, cada vecino debe dejar el residuo en el día establecido –en función del calendario de recogida– delante de la puerta de su vivienda o de comercio.

El papel y cartón recogido en Barcelona se transporta a plantas de tratamiento especializadas en este tipo de residuos. Concretamente, a las de Saica Natur en la Zona Franca o de Prezero en Mollet. Y es allí donde se lleva a cabo el proceso industrial físico y químico que permite convertirlo en pasta de papel. Esto pasa, primero, por desintegrar el papel en agua. Después viene el proceso de depuración, el filtrado y lavado de la pasta y, finalmente, la laminación, el prensado, el secado y el acabado. Con esta materia prima se fabrican nuevos productos, tanto de cartel como de cartón.

Mucho margen de aprovechamiento

“El cartón es un residuo neto que cuesta poco de reciclar”, asegura Carlos Vázquez, director de Servicios de Limpieza y Gestión de Residuos del Ayuntamiento de Barcelona. Este experto insiste en la importancia de reciclar este producto que cada vez más está presente en las calles fruto del aumento del comercio on line. No en vano, las cajas de cartón pueden llegar a ser reutilizadas hasta seis veces, siempre y cuando se reciclen de forma adecuada.

No obstante, todavía hay muchos ciudadanos que ni se lo plantean”. “De las cosas que la gente no recicla, lo que hay más es residuo orgánico y cartón”. “En peso lo que hay más es orgánico, pero en volumen es cartón”, explica Vázquez. “La ciudadanía debe entender que el cartón se tiene que reciclar sí o sí”, afirma.

El papel de Barcelona

Catalunya ha sido tradicionalmente, junto al País Vasco y Navarra, donde más se recicla en España. No en vano, lleva un cuarto de siglo impulsando la recogida selectiva. “Los niveles de Catalunya son sorprendentes si se comparan con los del resto de España, donde todavía hay poca sensibilidad por el reciclaje. Somos pioneros”, celebra Vázquez. “He hecho conferencias en toda España y nos reconocen como líderes, nos miran como bichos raros”, admite.

Los datos dejan claro que los ciudadanos de la capital catalana cada vez están más concienciados con el medio ambiente pero todavía no lo suficiente. “El reciclaje en Barcelona no deja de aumentar”, afirma Vázquez. Sin embargo, queda mucho camino por recorrer. La Agència de Residus de Catalunya explica que Barcelona se situó en 2021 en el 40,64% de recogida selectiva, lo que implica estar seis puntos por debajo de la media catalana.

El organismo pide a la capital un mayor esfuerzo: “Barcelona debe intensificar la recogida de residuos, esperamos que la situación mejore con el despliegue de la nueva contratación de residuos y de nuevos sistemas de recogida”. “En Catalunya –añaden– hemos avanzado, a pesar de que debemos seguir fortaleciendo el reciclaje. Ahora es el momento de las grandes ciudades, que han de crecer en los niveles de recogida selectiva”. 

Así, aseguran que el reto de las grandes urbes es consolidar sistemas más eficientes de recogida selectiva y adaptarlos a las características de cada zona. “No se puede planificar la implantación de un mismo método para el barrio de Horta que para el Eixample”, ejemplifican. “Barcelona, en la medida que vaya desplegando la nueva gestión de residuos municipales, marcará el camino para las grandes ciudades. Es cuestión de voluntad política y de explicarse bien ante la ciudadanía”, concluyen.

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