El cartón se dispara en Barcelona: las cajas de compras online llenan contenedores y calles

Barcelona ya ha empezado a aplicar la tasa Amazon, una medida pionera que afecta a los grandes operadores postales que llevan los productos comprados por Internet a los domicilios. Este tributo pretende gravar el uso del espacio público y, también, evitar las emisiones y la congestión que producen. Sin embargo, hay otra derivada de la compra on line que no se soluciona con un gravamen.

Son las grandes cantidades de cajas de cartón que se acumulan en las calles y en los contenedores de reciclaje. “En los últimos cuatro o cinco años, sobre todo después de la pandemia, ha habido un aumento del cartón. La pandemia cambió los hábitos de consumo. Ahora se compra cualquier cosa on line”, asegura Carlos Vázquez, director de Servicios de Limpieza y Gestión de Residuos del Ayuntamiento de Barcelona.

En 2022, el informe Pulso Digital de Adevinta Spain cifraba en un 82% los consumidores catalanes que el año anterior habían comprado y vendido por Internet. Debido a ello, en los últimos tiempos, las cajas de cartón en la calle se han convertido en una imagen habitual en la capital catalana, una prueba más de este nuevo hábito. Sin embargo, eso es lo que no se recicla y no puede contabilizarse, a diferencia del cartón que va a parar al contenedor azul. Ahí sí hay cifras que cuantifican el fenómeno.

“Entre 2017 y 2022 ha aumentado un 25% la recogida de material del contenedor azul”, detalla Vázquez, quien recalca que, a día de hoy, lo que se encuentran en este contenedor “es prácticamente cartón”. El papel es secundario actualmente. Otro dato a tener en cuenta es que en los últimos cinco años este residuo ha pasado, en Barcelona, del 6,5% al 8% del peso total del material reciclado. “Un punto y medio es mucho, porque el cartón pesa poco-. Y eso implica mucho cartón”, aclara.

Más contenedores y mayor frecuencia

Ante este mayor impacto del cartón en el conjunto de los residuos, el Ayuntamiento ya aplicó –aprovechando el despliegue, en la primavera del pasado año, del nuevo contrato de limpieza– una serie medidas. Así, se han incrementado en unas 400 unidades –un 25% más– el número de contenedores de cada una de las fracciones de residuos. Por tanto, también el de papel y cartón. Sin embargo, persiste el problema. “A pesar del aumento de contenedores, los azules están muy llenos”, admite Vázquez.  

El Eixample, “paradigmático” del "colapso"

Por otra parte, también se han adaptado e incrementado las frecuencias de recogida de los contenedores. “En 2017, recogíamos los contenedores un día sí y uno no. Ahora los recogemos a diario y en algunos lugares, como el Eixample, incluso dos veces al día, porque los contenedores se llenan de seguida”, afirma. “Lo que ocurre en el Eixample es paradigmático, quizás porque hay mayor densidad de volumen de comercios: realizamos recogida comercial [la que se lleva a cabo directamente en los comercios] siete días a la semana”, detalla. “Esto no pasa en ningún otro sitio, porque en el Eixample había un colapso, sobre todo tras la pandemia”, asume Vázquez. Además, el consistorio monitoriza los contenedores para detectar ubicaciones que requieran incrementar aún más la frecuencia de recogida.

Por otra parte, la Agència de Residus de Catalunya es consciente de este fenómeno. “El exceso de embalajes es una problemática por la cantidad de residuos que provoca y que se podrían evitar”, aseguran portavoces del organismo. Para luchar contra el aumento de residuos procedentes de los embalajes de compras on line impulsa campañas de sensibilización, dirigidas al público general y a través de los ayuntamientos, para que la ciudadanía separe correctamente los residuos y utilice el sistema de recogida establecido. También tiene una línea de ayudas para que las empresas apuesten por embalajes más sostenibles y generen el mínimo posible de residuos.  

Embalaje desproporcionado

El principal problema que se encuentran, más allá del cartón que no se recicla, es que muchos ciudadanos lo dejan fuera del contenedor, sin doblar. “Eso implica que tiene que ir otro equipo a recogerlo, porque el camión solo recoge lo que está dentro del contenedor, no lo que se encuentra a su alrededor”, explica Vázquez.

Otro inconveniente es el volumen desproporcionado de muchos embalajes, apunta la agencia catalana: “Las centrales de paquetería deben realizar esfuerzos para dimensionar cuidadosamente el formato, evitando un uso innecesario de cartón, porque la prevención es la primera fase de la gestión de los residuos”. “Trabajamos para sensibilizar a las empresas sobre este aspecto, porque al tratarse de la preparación del producto, estamos al principio de la cadena de generación de residuo”, aseguran.

Sin embargo, la consciencia ambiental y la mayor recogida de residuos son medidas puntuales ante un fenómeno de crecimiento tan acelerado. “Esto irá incrementando y, como gestores, nos tendremos que adaptar con un aumento de la recogida de residuos. No es preocupante siempre y cuando nos adaptemos”, concluye Vázquez.

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