Barcelona logra reducir un 22% el numero de siniestros con el mismo tráfico que antes del covid

Dejando al margen los dos años más crudos de la pandemia, Barcelona registró en 2022 el año con menos siniestros con víctimas de la era moderna. Los datos recopilados por este diario alcanzan hasta mediados de los 80. Jamás, sin un virus mediante, la ciudad había tenido una cifra de accidentes de tráfico tan baja. fueron 7.202, que son 20 al día y sigue siendo una cifra muy considerable, pero supone una reducción del 22,15% respecto a 2019. Podría pensarse que ahora hay muchos menos coches que antes, pero no, ese apartado solo se ha reducido en un 4%. Es decir, con un 4% menos de tráfico ha habido que lamentar un 22% menos de siniestros. La nota negativa son las víctimas mortales. Fueron 23, la cifra más alta desde 2016.

Este jueves se ha presentado en el consistorio el balance de la siniestralidad del 2022, una buena ocasión para hablar de seguridad vial, que es, al fin y al cabo, uno de los asuntos más transversales de la vida en sociedad. Algunas cifras para ver de dónde venimos. En 1989 se registraron en la capital catalana 16.610 accidentes con víctimas. En 1999 eran 12.941 y en 2009 el registro se quedó en 9.760. Desde ese año, la cifra apenas se ha movido, y no convalida para nada lo cosechado en 2020 (5.715) o 2021 (7.007).

Barcelona ya registra más siniestros de patinete que de bicicleta

El 2021 empezó con un 21% menos de circulación que antes de la pandemia. Ya en septiembre la cosa había escalado hasta un 4% por debajo, que según el director de Movilidad del consistorio, Adrià Gomila, "se ha mantenido estable durante 2022 y hasta nuestro días". Cosa que, por otra parte, aunque ese es otro tema, no dice mucho de las bonificaciones del transporte público que empezaron a aplicarse en septiembre de 2022. El caso es que en diciembre, la cifra de accidentes con víctimas se cerró con un incremento respecto al ejercicio anterior del 2,8%. Es decir, una siniestralidad muy similar pero con más elementos en circulación.

Tendencia positiva

Todos los datos, dentro del drama que supone cada uno de estos accidentes, marcan una tendencia positiva. Hay menos heridos que en 2019 (-23,58%) y menos heridos graves (-14,85%), pero hay una cifra, la de muertos, que todo lo encapota. Fueron 23 las personas que perdieron la vida, el registro más alto desde 2016, cuando fueron 28 las víctimas mortales. Como cada año, desde que esta ciudad en los 80 se convirtió en una de las capitales europeas de la moto, los motoristas han sido los más perjudicados, con 16 muertos. También fallecieron cinco peatones y dos personas que iban dentro de un turismo. Para aumentar el contexto, en 1990 hubo 88 muertos, tres veces más que ahora.

En el apartado de causas directas o principales de los siniestros achacables a los conductores llama la atención el aumento del número de casos en los que una distracción del conductor derivó en un accidente. A pesar de que ha habido cerca de 2.000 accidentes menos, los achacables a un despiste, básicamente, usar el móvil, han aumentado un 7,7%. Todas las demás categorías, con excepciones anecdóticas, caen.

Los radares

El balance también ha aportado cifras sobre la labor de control y prevención de la Guardia Urbana. Se ha informado sobre el avance de los 17 radares instalados en los últimos meses, los cuales han impuesto, entre el 16 de enero y el 6 de febrero, una media de 682 sanciones diarias. Y se ha puesto el acento en el consumo de alcohol. En 2022 se realizaron cerca de 53.000 pruebas de alcoholemia (un 7,6% más que en 2019), de las cuales 9.191 fueron positivas, un incremento de casi el 30% respecto a los registros previos al covid. A destacar el aumento de las alcoholemias penales, de casi un 70%. Según ha indicado el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, la policía ha retirado cada día a 40 conductores que conducían bajo los efectos del alcohol y las drogas. Casi dos cada hora.