Movilidad

Los dos incendios en Londres que han llevado Barcelona a prohibir también los patinetes eléctricos en el transporte público

Los bomberos consideran que el riesgo de este tipo de vehículos dentro de un metro, tren o autobús puede ser potencialmente muy serio

Barcelona 19/12/2022 Usuarios de patinete eléctrico en el transporte público En la foto, Fran Será en la estación de los Ferrocarrils Catalans  de Espanya  Foto de Ferran Nadeu

Barcelona 19/12/2022 Usuarios de patinete eléctrico en el transporte público En la foto, Fran Será en la estación de los Ferrocarrils Catalans de Espanya Foto de Ferran Nadeu / FERRAN NADEU

Begoña Arce

Begoña Arce

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Barcelona ha vetado preventivamente durante seis meses la entrada de patinetes eléctricos en el transporte público, para poder estudiar a fondo el riesgo que suponen. Un incidente en los FGC hizo saltar las alarmas, al existir un importante precedente en el Reino Unido. Dos graves incidentes en el metro de Londres llevaron a las autoridades de la metrópolis británica a prohibir hace un año el acceso con un patinete eléctrico a cualquier transporte público.

La decisión de Transport for London (TfL), el organismo que regula el sistema de transporte en la capital, se adoptó pocos días después de producirse dos incendios provocados por fallos en las baterías de litio-ion de los vehiculos. El 26 de octubre un e-scooter, como aquí se llama a los patinetes motorizados, que había sido abandonado en el metro estalló sin previo aviso y comenzó a arder causando daños materiales en la oficina del supervisor en la estación de Stanmore, en la línea de Jubilee, donde había sido depositado. A penas unos días después, el 1 de noviembre, otro patinete ardía espontáneamente dentro de un vagón con viajeros en Parsons Green. En un video circulando en las redes sociales se puede ver al vehículo en llamas en el andén, después de ser arrojado fuera antes de la llegada de los bomberos. En la grabación se escucha a pasajeros tosiendo y tratando escapar al humo negro que sale los vagones. Uno de ellos tuvo que recibir tratamiento por la inhalación de gases tóxicos.  Por fortuna se trata de una estación al aire libre de la línea Distric, lo que evitó que el suceso tuviera consecuencias mucho más graves.

Amenaza

Lo ocurrido desencadenó la alarma y el sindicato de trabajadores del metro pidió una investigación “lo antes posible”. “Ha quedado claro que los patinetes eléctricos suponen una amenaza significativa para los viajeros, para nuestros miembros y todos los trabajadores” decía el comunicado. Los responsables de TFL emprendieron la revisión inmediata de las medidas vigentes ante lo que se consideró como una nueva fuente potencial de peligro. “Aunque estos incidentes son muy raros, la seguridad de nuestra red de transporte es una absoluta prioridad y estamos realizando un examen completo”. En poco más de un mes, el 13 de diciembre, entró en vigor la nueva normativa prohibiendo los e-sccoters en toda la red de transporte londinense. Al anunciar la exclusión el TFL explicó que, si esos fuegos volvieran a ocurrir en lugares cerrados, en el metro o en un autobús, el daño para el público y los trabajadores podía ser muy serio, sin descartar que se produjeran heridos cuando la gente tratara de escapar del incendio.

Riesgo serio

La brigada de bomberos apoyo “sin reservas” la prohibición.  “Estamos cada vez más preocupados por la seguridad de los patinetes y las bicicletas eléctricas debido al número de incendios que estamos viendo. El riesgo en la red de transporte público puede ser potencialmente muy serio. Muy rápidamente cientos de personas pueden verse involucradas, especialmente en trenes, donde la evacuación puede ser difícil. También nos preocupa la gente que trata de apagar esos fuegos, pensando que los humos son sólo vapor, cuando en realidad contienen gases tóxicos dañinos”. Su recomendación es dejar siempre esa tarea a los profesionales. Los patinetes eléctricos también están prohibidos en los trenes. Las multas por no respetar la interdicción pueden ser de hasta 1.100 euros, aunque la más habitual es de 250 euros. En muchos casos quienes cometen la infracción no saben de la prohibición.

Tolerancia cero

La confusión reina también a la hora de circular por las calles o parques. En el Reino Unido es posible comprar un e-scooter, pero está prohibido utilizarlo en lugares públicos, donde sólo están permitidos los de alquiler y en zonas determinadas. Un reciente editorial del diario The Times recordaba a los padres que no se dejen llevar estas navidades por la presión de comprar un patinete motorizado, que se han convertido en uno de los regalos más deseados. “Su uso sólo está permitido en terrenos privados y con la autorización expresa del dueño”.  En Escocia la policía ha tomado medidas drásticas de tolerancia cero y requisa los e-scooters utilizados ilegalmente. La policía nacional los destruye, a menos que sean necesarios como prueba de un delito. Una de las razones es precisamente el temor a que salgan ardiendo.

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