Movilidad sostenible en entredicho

Laia Bonet: "Hay que estudiar si los patinetes son seguros antes de dejarlos subir al metro"

La ATM aprueba la prohibición de subir con patinete eléctrico en el transporte público

Barcelona mantiene su subvención del 20% del transporte público

La ATM insta a los operadores a prohibir la entrada de estos vehículos eléctricos durante seis meses, para poder estudiar de qué manera se les permite subir al bus, al vagón o al tranvía

Incendio de un patinete eléctrico en el interior de un vagón de Ferrocarrils, a mediados de noviembre

Incendio de un patinete eléctrico en el interior de un vagón de Ferrocarrils, a mediados de noviembre. / VÍDEO: EL PERIÓDICO

Carlos Márquez Daniel

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El incendio de un patinete eléctrico dentro de un tren de Ferrocarrils ha puesto en guardia a los gestores del transporte público en Catalunya. Aquello pudo derivar en una auténtica tragedia, pero la ágil intervención del maquinista evitó males mucho mayores. A pesar de que no se han registrado más casos, la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) ha decidido curarse en salud e instar a todos los operadores a prohibir el acceso de los patinetes eléctricos a sus autobuses, vagones o tranvías. Una exclusión de seis meses que servirá para crear una nueva normativa "que no tendrá vocación de veto", aseguran los responsables.

Usuarios de patinetes eléctricos por las calles de Barcelona

Usuarios de patinetes eléctricos por las calles de Barcelona / Zowy Voeten

La idea es que todas las empresas que operan el transporte público pacten una fecha a partir de la cual se prohibiría la entrada de patinetes eléctricos. De cualquier marca, estén o no estés trucados. ¿Significa eso que la ATM no los considera seguros? "Eso es lo que tenemos que estudiar", ha compartido la presidenta de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), la concejala socialista Laia Bonet. Durante este medio año, se tratará de marcar las líneas maestras para una introducción segura de los vehículos de movilidad personal (VMP). En un suponer, es probable que al final no se permita cargarlos y que se queden fuera de manera definitiva los patinetes trucados, que son los que, al salirse de sus características de fábrica, más opciones tienen de terminar en tragedia.

"El punto de llegada no es la prohibición", sostiene la presidenta de TMB, que asegura que la nueva normativa tendrá en cuenta la apuesta municipal por la intermodalidad

¿Y el sector?

Fuentes de la ATM aseguran que se consultará al sector de los VMP, a los que seguro que no sentará nada bien que se ponga en duda la fiabilidad de sus productos. Pero aunque esto suceda, tampoco se espera que en seis meses toda una industria modifique sus cánones de seguridad como para poder pasar el filtro del transporte público. En Londres ya se decidió hace un año, tras un par de incidentes importantes, que no se les permitiría la entrada en la red metropolitana de transporte. Un estudio concluyó que las baterías de litio en mal estado pueden acabar incendiándose de manera inesperada, generando una nube de humo tóxico. El mismo temor sobrevuela la ATM y por eso se ha tomado esta decisión.

"Un solo incidente es suficiente para que genere consecuencias que no podemos asumir", ha sostenido la presidenta de TMB, que ha recordado la apuesta municipal por la intermodalidad, esto es, el hecho de alternar distintos medios de locomoción en los desplazamientos diarios. Tampoco estará permitido, ha asegurado Bonet, llevar el patinete dentro de una funda.

Así las cosas, lo que ha aprobado este lunes la ATM no es la prohibición en sí, que no entra dentro de sus competencias, sino la invitación a crear una comisión con los operadores para, todos de la mano y coincidiendo en el calendario, ordenar cuándo y cómo se permite el acceso de los patinetes eléctricos al transporte público. Serán las empresas las que, de acuerdo con la ATM (y en el fondo, siguiendo sus instrucciones) modificarán sus normas de uso. Y una vez pasados esos meses (se salvan los meses que faltan hasta las elecciones municipales) poder aplicar de manera unitaria y global la misma política de acceso de VMP al sistema público de transporte.

Colaboración

Podría suceder que un operador privado con contratos con la Generalitat decida mantener el cartel de 'patinetes bienvenidos', pues entra dentro de sus competencias exclusivas el hecho de decidir, dentro de los límites que marca la ley, quién entra y quién no en sus vehículos. Pero vista la connivencia y buena sintonía que hay entre unos y otros, lo más probable es que todas las empresas interesadas sigan las consignas de la Autoritat del Transport Metropolità. Seis meses de veto. Y luego, ya se verá.

Usuario de patinete eléctrico con casco integral por las calles de Barcelona

Usuario de patinete eléctrico con casco integral por las calles de Barcelona / Zowy Voeten

Puesto que no hay censo alguno de usuarios de patinete, es imposible saber a cuánta gente puede llegar a afectar esta medida. Lo que está claro es que el patinete se había convertido, junto con la bici plegable, en uno de los mayores exponentes de intermodalidad. Son muchas las personas que realizan desplazamientos medios en bus y metro y rematan su viaje con su patinete eléctrico.

Todo esto sucede, además, en una ciudad que lleva tres años deshojando la margarita del concurso de licencias de patinete compartido. Ya se da por seguro que la cuestión saltará al gobierno municipal que salga de las elecciones municipales de finales de mayo. El principal escollo del asunto es decidir cómo se reparten los patinetes por la vía pública para que los usuarios los puedan ir usando para circular por la ciudad. Ahora hay que sumarle al marrón el tema de las baterías y los posibles incendios.