Infraestructura marítima

El Port de Barcelona acelera el traslado de la actividad de pasajeros al muelle Adossat

Liquida la operativa de cruceros en la terminal marítima Nord del muelle Barcelona y abre concurso para la nueva terminal G, por la que competirán al menos dos proyectos

Un crucero en el muelle Adossat el pasado verano.

Un crucero en el muelle Adossat el pasado verano. / Ricard Cugat

Patricia Castán

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En 2018, el Port de Barcelona y el ayuntamiento acordaron el traslado progresivo de la actividad de pasajeros al muelle Adossat para reducir el impacto de cruceros y ferris, así como integrar más usos ciudadanos en territorio portuario. Pero el consejo de administración de la infraestructura ha optado por acelerar este proceso, aprobando este miércoles la extinción anticipada de la Terminal Marítima Nord del muelle de Barcelona, dedicada al tráfico de cruceros pequeños medianos y pequeños.

Además, el Port ha acordado la convocatoria de un concurso público para adjudicar la construcción y explotación de la futura terminal G de cruceros en el Adossat, por la que hasta ahora han presentado propuestas Royal Caribbean Group y el grupo formado por Norwegian Cruise Line, Viking Ocean Cruises y Virgin Cruises.

Ambas iniciativas se enfocan en "acelerar el traslado de la actividad de pasajeros al Adossat" y se producen en un momento en que el equipo de la alcaldesa Ada Colau batalla para reducir las cifras de cruceristas y cuestiona su impacto. De ese modo, toda la actividad de ferris y cruceros se ubicará en la terminal que hasta ahora quedaba más alejada de la ciudad y que en 2026 estará electrificada, reduciendo las emisiones de los barcos atracados en la ciudad y dando mejor servicio a las navieras.

Las terminales Nord y Sud, con una superficie conjunta superior a los 10.000 m², estaban concesionadas a la empresa Creuers del Port de Barcelona, S,A, que ahora devuelve al Port la primera, pese a que mantendrá un espacio operativo en 2023 para atender las pocas escalas que allí se habían confirmado durante el año. Será su última etapa con dicha actividad. En cambio, la Sud dejará de operar con cruceros como máximo en 2026.

En paralelo, los ferris de Baleària también mueven ficha y la empresa está trasladando su actividad desde la estación marítima Drassanes. Fuentes del puerto han detallado que durante el primer trimestre del 2023, las operativas de carga y descarga de pasajeros y de vehículos se ubicarán en unas nuevas instalaciones de la compañía en el muelle Adossat, como movimientos necesarios en el marco de la celebración de la Copa América de Vela 2024.

Terminal de última generación

En cuanto al concurso para la terminal G, Royal Caribbean (que integra a varias compañías, como Celebrity y Silversea) solicitó hace meses una concesión para construir y explotar una terminal para sus buques. Más tarde, Norwegian Cruise Line, Viking Ocean Cruises y Virgin Cruises presentaron otra propuesta conjunta, por lo que según establece la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante, el Port ha convocado el concurso de adjudicación.

Entre sus condiciones estarán "la incorporación de las mejoras ambientales y de sostenibilidad que se están impulsando en todo el ámbito del puerto y, muy especialmente, en el sector curcerístico". La futura terminal de última generación tendrá queincluir sistemas OPS ('onshore power supply') para conectar los barcos en la red eléctrica una vez atracados. También puntuará que el proyecto sea sostenible y con un diseño respetuoso con el entorno, minimizando el consumo energético, que las naves usen combustibles de transición u origen verde como el gas natural licuado, entre otros requisitos.