Concurso público

La Guardia Urbana licita la compra de 800.000 balas para sus galerías de tiro

La convocatoria, con un valor de 300.000 euros, requiere proyectiles "totalmente encamisados del tipo total full metal jacket" u otras designaciones equivalentes

Los agentes están obligados a pasar como mínimo dos veces al año por la zona de pruebas, aunque en los últimos 12 años, la policía local solo ha disparado tres veces en la vía pública

guardia urbana

guardia urbana / Manu Mitru

Carlos Márquez Daniel

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No es habitual en los concursos públicos de la Administración pública que los funcionarios realicen una cata del producto requerido. Pero en este caso no se entendería lo contrario, puesto que hablamos de munición, de balas de verdad, de cartuchos para la pistola reglamentaria de la Guardia Urbana, una Walther P99 Parabellum calibre 9mm. El Ayuntamiento de Barcelona busca candidatos para obtener nada más y nada menos que 790.000 proyectiles en los próximos dos años para las prácticas de tiro de los agentes. La licitación tiene un importe de salida de casi 300.000 euros y los requisitos técnicos no son ninguna tontería, como la necesidad de que los proyectiles lleguen "totalmente encamisados y del tipo total full metal jacket". Pongan atención.

Una agente realiza una identificación en una plaza de Ciutat Vella, con su pistola debidamente resguardada en la funda

Una agente realiza una identificación en una plaza de Ciutat Vella, con su pistola debidamente resguardada en la funda / Manu Mitru

Un poco de contexto histórico antes de entrar en materia. El concurso demanda cartuchos de 9 milímetros Parabellum (Luger), con un peso de ocho gramos y una velocidad de salida superior o igual a los 360 metros por segundo. Estamos hablando del coche más vendido del mercado, de las balas más populares en Occidente, lo cual no significa que sean modernas, puesto que todo esto hay que agradecérselo (o reprochárselo, según se mire) al diseñador de armas austríaco Georg Johann Luger (1849-1923). El proyectil ganó fama internacional con la primera guerra mundial y repitió galones durante la segunda gran contienda, en los años 40. Que se la conozca como 'para bellum' (para la guerra) no es una casualidad. En 1953, la mismísima OTAN la designó como calibre oficial de sus armas cortas y de sus subfusiles. El éxito de la bala, sin embargo, tenía entonces un aroma muy europeo. Basta con fijarse en los revólveres que usa Harrison Ford en las películas de Indiana Jones: modelos Smith&Wesson y Colt de distintos calibres.

Mil disparos diarios

Hechas las presentaciones, volvamos a la Guardia Urbana. Hablábamos de casi 800.000 balas durante dos años para una plantilla de casi 3.400 agentes. Salen a 116 cartuchos por policía. si dividimos por días, nos da como resultado que de sol a sol se dispensan una media de 1.082 disparos en las cinco galerías de tiro que el cuerpo tiene en tres comisarías (Eixample, Ciutat Vella y Sarrià), en la prefectura de Montjuïc y en la unidad territorial de la Zona Franca. Tal y como establece el artículo 25 del reglamento de las armas de las policías locales (1996), todos los miembros de los cuerpos, a excepción de los que tengan el arma retirada, "deberá realizar obligatoriamente, y como mínimo dos veces al año, ejercicios de perfeccionamiento en tiro policiaco bajo la supervisión de instructores debidamente calificados". De ahí el concurso. Hasta principios de siglo, el arma reglamentaria habitual era un revólver. Desde entonces, prácticamente todas las policías locales se han pasado a la misma Walther de 9mm, aunque la ley también permite un revolver de 38mm.

En los últimos 12 años, la Urbana solo ha disparado a una persona, un sintecho que blandía un cuchillo, y a dos perros

Que aprendan a disparar va con el cargo. Luego, si se miran las estadísticas, y puesto que el cuerpo que se encarga de la seguridad ciudadana es el de los Mossos d'Esquadra, lo cierto es que apenas desenfundan el arma. En los últimos 12 años, apunta un portavoz municipal, solo se ha disparado en una ocasión contra una persona. Sucedió el 21 de noviembre de 2020, cuando un agente disparó contra el torso de un hombre que blandía un cuchillo. Las versiones no coinciden: mientras la Urbana asegura que se actuó en defensa propia ante el ataque de este ciudadano húngaro de 43 años que vivía en la calle, el afectado sostiene que le dispararon sin motivo alguno cuando él solo trataba de escapar. La investigación de los Mossos concluyó que el compañero no hizo nada antirreglamentario. En otras dos ocasiones, agentes de la Urbana también han sacado la pistola y han disparado, en este caso, contra perros desbocados.

Marjan, el sintecho que recibió un impacto en el abdomen en noviembre de 2020

Marjan, el sintecho que recibió un impacto en el abdomen en noviembre de 2020 / Ferran Nadeu

La licitación busca un proveedor para dos años, con posibilidad de prorrogar el servicio otros dos, lo que ascendería el contrato a casi 600.000 euros, a la espera, claro, de que las empresas pujen por el pastel, seguramente a la generosa baja, como suele suceder siempre con los concursos públicos. Según los cálculos municipales, cada bala sale a 0,31 euros. El pliego de condiciones señala que al tratarse de un gasto plurianual, su autorización al crédito depende de los respectivos presupuestos municipales. Es decir en el caso de una prórroga de las cuentas de cara al 2023, el pleno del consistorio debería pactar esta partida extraordinaria para poder darle salida.

La cata

Las balas, tal y como establece el concurso, deben ser del "tipo full metal jacket u otras designaciones equivalentes" y se tendrán que catar antes de decidir cuál es la mejor. Con las muestras entregadas por cada empresa se realizarán 10 disparos en un banco oficial de pruebas, usando un cañón probeta del calibre 9mm. Se comprobará que la velocidad en boca (a unos 2,5 metros) sea la adecuada y también se realizará un análisis químico para verificar que los restos que quedan en los casquillos estén libres de partículas que contengan bario, plomo, mercurio o antimonio. Si no se supera cualquiera de estos dos tests, el candidato se puede ir con la música y sus proyectiles a otra parte.

Gas pimienta

El pasado octubre, la Urbana ya adjudicó en otro concurso público la entrega de espráis de defensa con sus correspondientes fundas, una licitación que tenía un precio de salida de 27.756 euros sin IVA que quedó en manos de dos empresas que se quedaron el encargo por casi la mitad del presupuesto inicial. Hasta el 2024, el cuerpo recibirá 652 potes de 75 mililitros con una capacidad de 20 disparos de gas pimienta de un segundo cada uno. El efecto inmediato, según detalla el pliego de descripciones técnicas, es una incapacidad instantánea durante 60 minutos que no deja ningún efecto secundario. Te deja doblado, pero, como especificaba la licitación, "no contamina y protege la capa de ozono".

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