Sondeo municipal

La mayoría de barrios de Barcelona pide seguridad, limpieza y zonas verdes a Colau

Las preocupaciones ciudadanas se homogeneizan en el conjunto de la ciudad al mismo tiempo que se deteriora la impresión sobre el estado de buena parte de los distritos

Patrullas de la Guardia Urbana en la plaza Universitat, en Barcelona

Patrullas de la Guardia Urbana en la plaza Universitat, en Barcelona / Manu Mitru

Jordi Ribalaygue

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El mapa de Barcelona se ha homogeneizado por lo que se refiere a las inquietudes que los vecinos manifiestan en distintos puntos de la ciudad y las demandas de mejoras que exigen al ayuntamiento. La terna de problemas que los barceloneses sienten más acuciantes se repite por igual en seis distritos de la capital catalana: aunque las posiciones que ocupan en el podio se intercambian según la zona, la inseguridad, la suciedad y el ruido son las tres preocupaciones que más mencionan los vecinos consultados de Ciutat Vella, Eixample, Sants-Montjuïc, les Corts, Sarrià-Sant Gervasi y Sant Martí, tal como figura en la encuesta de servicios municipales, que el consistorio publicó este viernes.

La coincidencia en el diagnóstico lleva pareja que exista cierta uniformidad en las reclamaciones que los 6.000 entrevistados para el sondeo dirigen al gobierno de la alcaldesa Ada Colau. Las peticiones para que se refuerce la limpieza y la seguridad, combinadas con más zonas verdes, se reproducen idénticas en Eixample, Sants-Montjuïc, Les Corts, Sarrià-Sant Gervasi, Sant Andreu y Sant Martí.

La relación de inconvenientes que los ciudadanos sondeados componen se ha simplificado a medida que los defectos que se perciben como los más graves se han ido estandarizando en el conjunto de la urbe. De la tríada común en el resto de Barcelona huyen Nou Barris y Sant Andreu (ambos incorporan el incivismo entre los tres hándicaps en sus respectivos barrios), Gràcia (menciona las dificultades para acceder a una vivienda y es el único que excluye la inseguridad de la tripleta de problemas) y Horta-Guinardó (añade los conflictos urbanísticos a la lista).

Incomodidades eclipsadas

El malestar en los barrios de Barcelona se traducía en un abanico más variopinto de molestias hace siete años, cuando Colau sucedió a Xavier Trias al mando de la ciudad. Por entonces, la incomodidad a causa de la masificación turística, la ausencia de aparcamiento, el estado de las infraestructuras, la falta de equipamientos o los problemas que se asociaban a la inmigración -desde una visión con tinte xenófobo- se citaban también como contratiempos a corregir.   

La mayoría de esos desvelos no se han disipado en distintos vecindarios de Barcelona, pero han quedado relegados al cundir ahora más la opinión que la delincuencia y el aseo deficiente de las calles atosigan a la urbe. El 41% de los entrevistados en Ciutat Vella para el estudio del ayuntamiento alude a la inseguridad como la adversidad primordial del distrito. Las alusiones a la misma impresión han subido de un 14,6% a un 21,9% en Sants-Montjuïc en siete años; de un 9% a un 18,6% en Horta-Guinardó; de un 18,9% a un 25,5% en Nou Barris; de un 13,9% a un 20,7% en Sant Andreu, y de un 15,3% a un 25,2% en Sant Martí. A su vez, las quejas por la falta de limpieza han escalado de un 6,3% en Gràcia en 2015 a un 13,1% en 2022, aumentan de un 9% a un 17,4% en Sant Andreu y de un 8,3% a un 12,3% en Sant Martí. 

Las lacras de cada distrito

En el preludio de la era Colau, la inseguridad se citaba en 2015 como la peor lacra en cinco distritos (Ciutat Vella, Sants-Montjuïc, Nou Barris, Sant Andreu y Sant Martí), las molestias por ruido sobresalían en Eixample y Gràcia y los déficits en infraestructuras, en Sarrià-Sant Gervasi y Horta-Guinardó, mientras que en Les Corts se señalaba la falta de limpieza. Ahora, son seis los distritos en que los consultados apuntan a la delincuencia (Ciutat Vella, Sants-Montjuïc, Horta-Guinardó, Nou Barris, Sant Andreu y Sant Martí), tres a la suciedad (Les Corts, Sarrià-Sant Gervasi y Gràcia) y uno al ruido (Eixample) como los mayores quebraderos de cabeza. 

En paralelo, las apreciaciones sobre el estado general de los barrios se han ido agriando en los últimos años. Entre 2015 y 2017, la evaluación era positiva en todos los distritos. En 2018, solo en Ciutat Vella eran mayoría quienes pensaban que sus vecindarios habían ido a peor en el último año que los que opinaban que habían mejorado. Ahora, en cambio, son más los que piensan que su barrio se ha deteriorado en los últimos 12 meses en Ciutat Vella, Sants-Montjuïc, Les Corts, Sarrià-Sant Gervasi, Horta-Guinardó y Nou Barris. En contraste, el regocijo por residir en Barcelona y sus distritos sigue resultando alto: el grado de satisfacción rebasa la barrera de un siete sobre 10 en todos los casos excepto en Ciutat Vella, que roza el notable, con un 6,9 de nota media.