Elecciones municipales

Las bases de Barcelona en Comú votarán la continuidad de tres concejales de Colau

El código ético de los ’comuns’ permite hasta 12 años en el cargo, aunque Janet Sanz podrá estar 16: no se le computa el mandato con Iniciativa

Sanz, Eloi Badia y Laura Pérez deberán lograr el respaldo interno para repetir, en un proceso que se producirá a inicios de 2023

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Toni Sust

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Barcelona en Comú certificó en mayo de 2022 en una votación del plenario que la alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau, podía presentarse por tercera vez a las elecciones municipales, optar de nuevo al cargo. 211 de las personas que lo hicieron, votaron a favor. Una se abstuvo.

El código ético de los ‘comuns’ prevé dos mandatos como máximo, y que Colau se presente por tercera vez responde a una situación excepcional que, por lo tanto, requiere de un aval especial, como el que recibió a un año de los comicios. Ahora, tres de sus concejales afrontan la misma situación: Janet Sanz, Laura Pérez y Eloi Badia. El resto de electos actuales que ya tuvieron altos cargos en el pasado mandato escaparán de la votación, al no haber ocupado plaza de político electo. Es el caso por ejemplo de Jordi Martí, exgerente municipal; o Gemma Tarafa, excomisionada de Salud. En definitiva, ninguno de los nueve ediles de Colau tiene la puerta cerrada a repetir a causa del código interno.

El partido abona un complemento de conciliación: 150 euros por un hijo, 250 por dos, 350 por tres. "Nadie tiene cuatro hijos en BComú", precisa una portavoz

A los críticos de Colau les pareció que no resultaba muy acotada una limitación ampliable a 12 años, porque no es visto como un periodo puntual en la vida profesional de una persona. Preguntada por este aspecto, Colau consideró que estar tres mandatos en la alcaldía “no es perpetuarse” en el cargo.

Los tres afectados

Los concejales, obviamente, también están afectados por el código ético de los ‘comuns’. De los que empezaron con ella en 2015 como electos, solo tres siguen en el consistorio: la segunda teniente de alcalde, titular de Urbanismo, Janet Sanz; la cuarta, Laura Pérez, responsable de Derechos Sociales, y el edil de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia.

Sanz, Pérez y Badia deberán recibir un aval especial para poder entrar en la lista que Barcelona en Comú presentará a las elecciones del 28 de mayo de 2023, si desean estar en la papeleta y Colau los quiere en ella. Se calcula que las votaciones, que corresponderán a la coordinadora ampliada del partido, se celebrarán en febrero o marzo.

Mandatos anteriores y a medias

De hecho, Badia no empezó el primer mandato de Colau como concejal. Lo hizo como jefe de gabinete del entonces primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello. En noviembre de ese año, al abandonar el ayuntamiento Raimundo Viejo, que se fue al Congreso como diputado de En Comú Podem, Badia pasó a ser edil.

Como Badia alcanzó la plaza antes de que transcurriera la primera mitad del mandato, le computa a efectos de código ético. Por decirlo de otro modo: si se hubiera convertido en edil un día después de trascurridos los dos primeros años de ese mandato, a efectos de las normas internas de Barcelona en Comú podría presentarse en 2023 sin ningún trámite adicional.

“No somos Iniciativa”

En el caso de Sanz, si resulta reelegida y completa el mandato que se iniciará tras las próximas elecciones, habrá sido concejala o teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona durante 16 años, de 2011 a 2027. No parecen pocos. Sin embargo, los 4 años previos a la era Colau no se computan en la limitación, porque era edil de Iniciativa per Catalunya.

La portavoz de Barcelona en Comú, Tània Corrons, se queja de lo que considera una paradoja: siendo los únicos que han hecho de su código ético una base del proyecto político, los ‘comuns’ son criticados con frecuencia por este documento. Sobre el caso de Sanz, subraya que no tendría sentido tener en cuenta el mandato 2011-15 al aplicarle la norma de la permanencia: “No somos Iniciativa”.

Aval de dos espacios

Además de contar con el voto favorable de la coordinadora ampliada de Barcelona en Comú (que es la coordinadora más las asambleas territoriales de la ciudad y los ejes temáticos, lo que suele denominarse sectoriales), los tres aspirantes a ser candidatos para un tercer mandato tendrán que lograr el aval de dos espacio de Barcelona en Comú.

Los espacios son o bien una asamblea territorial, o un eje temático, o una comisión de trabajo. Sanz, Badia y Pérez tendrán que lograr que esos dos espacios les apoyen dos veces. Una para certificar que son uno de los espacios que le avalan. Y en una segunda votación, precisar que pueden repetir.

El sueldo recortado de Colau

Más allá de las cuitas que deberán afrontar los tres jinetes ‘colauistas’ del tercer mandato, cabe recordar que el código ético de Barcelona en Comú tiene una dimensión quizá más conocida que es la económica. En este caso, ha sido cuestionada por considerar que limita en demasía los salarios de los concejales (si bien la CUP, ahora fuera del consistorio, era más estricta en este apartado: sus representantes percibían 1.600 euros al mes).

De entrada, Barcelona en Comú estableció para su primer mandato en el ayuntamiento un sueldo de 2.200 euros por 14 pagas, la alcaldesa incluida. En 2019, la cifra era de 2.291, con el incremento del IPC. Colau percibió en sus primeros cuatro años en el cargo, según datos que dio entonces el partido, 37.000 euros brutos, bastante por debajo de los 140.000 brutos de su antecesor, Xavier Trias.

En julio de ese año, al iniciarse el segundo mandato de Colau, y ante la probable constatación de que la dedicación al consistorio exige una entrega que deja huella, Barcelona en Comú anunció una relajación de la norma y un complemento para las personas que participaran del gobierno local.

Aumento de sueldo

El partido subió el sueldo un 40% a Colau, que pasó a recibir un complemento de 900 euros y llegó así a un sueldo de 3.100 euros. A los ediles se les sumaron 600 euros, un 27% más, y a los comisionados, 300 euros. Aunque los comisionados, que de hecho con Colau han sido tan líderes de su área como si fueran un concejal, no están obligados a limitarse el salario y muchos no lo hicieron, con lo que acabaron cobrando más que los políticos que tenían por encima.

Jordi Martí Grau, que pese a ser en la práctica la mano derecha de Colau en su primer mandato tenía el sueldo normal del cargo que ocupaba como gerente municipal, perdió dinero al ser ascendido, ya que al convertirse en teniente de alcalde tuvo que afrontar el recorte salarial del código ético. Barcelona en Comú precisó que ese complemento activado en el verano de 2019 solo se prevé en caso de que sus electos gobiernen, por lo que se entiende que si a partir de 2023 no hay ‘comuns’ en el gobierno, no habrá complemento.

‘Canalla en Comú’

Existe un segundo complemento económico para los representantes de los ‘comuns’: el complemento de conciliación. Por este concepto, cada uno de ellos recibe 150 euros si tiene un hijo; 250 euros si tiene dos, y 350 euros si tiene tres. “No hay gente en Barcelona en Comú que tenga cuatro hijos”, puntualiza Corrons.

Explica la portavoz que el dinero que BComú recibe del salario que no se quedan sus políticos se dedica a dos fines. El primero, financiar actividades sociales y culturales a través de La Filadora, que apoya iniciativas de la sociedad civil. El segundo: un programa de cuidados del partido, que incluye, por ejemplo, un servicio de guardería activado en determinados actos y que recibe la denominación ‘Canalla en Comú’.

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