La mayor fiesta mayor de BCN

Carla Simón, de 'Alcarràs' a pregonera de la Mercè 2022

El ilustrador y pintor David de las Heras es el autor del cartel oficial, un óleo casualmente con una estructura 'alcarrasiana'

Carla Simón, pregonera de la Mercè

Carla Simón, pregonera de la Mercè / FERRAN NADEU

Carles Cols

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Hay ocasiones en las que recibir el encargo de pronunciar el pregón de la Mercè es un reconocimiento a una trayectoria vital o profesional y, visto así, un honor para la persona elegida, y otras en las que las que es justo lo contrario, en las que la afortunada es la propia ciudad y su fiesta mayor. Así será este año. Carla Simón, cineasta con un don, directora de la laureada y emocionante ‘Alcarràs’ y de la no menos importante y autobiográfica ‘Estiu 1993’, será la pregonera de la Mercè 2022, todo un honor para los barceloneses. Será pregonera, además, de una fiesta que tendrá como cartel oficial un óleo del pintor e ilustrador David de las Heras, un vasco afincado en Barcelona que, lo que son las cosas, ha concebido una obra muy alcarrasiana y en la que una de sus figuras, por puro azar, es casi un retrato de Simón. Ya verán. Primero, el marco general.

Mal año será este para los tiquismiquis de la polémicas, para que un par de concejales, por ejemplo, se levanten en mitad del acto inaugural y se vayan ofendido por las palabras del pregonero (así sucedió en 2020 cuando Jaume Mateu ‘Tortell Poltrona’ fue el encargado de ese discurso en el Saló de Cent) o, mejor aún, para que al clero le salten los alzacuellos porque el cartel lo protagoniza la competencia, como ocurrió en 1999, cuando Nazario presentó una plaza Reial con toques arabizantes. Más aún, a veces es a los gobiernos municipales, o sea, a los propios responsables del encargo, a los que les tiemblan las piernas antes del estreno. En dos ocasiones, 1992 y 2010, el cartel fue censurado, se supone que por lúbrico o inadecuado, antes incluso de que viera la luz.

Carla Simón, por puro azar, casi idéntica a una de las tres Mercès, en lo que podría ser un cinematográfico homenaje a 'Vertigo'.

FERRAN NADEU

Luego están las censuras totalmente inesperadas, puede que cómicas en principio, pero reveladoras de los tiempos que corren. El año pasado la cartelista fue Malika Favre, autora de un cartel que de inmediato se convirtió en un clásico, tanto que hubo que hacer una segunda tirada porque en las oficinas municipales, que lo regalaban, no daban abasto. El caso es que la inteligencia artificial de Instagram, que muy lista no es, interpretó los mosaicos con los que estaba compuesta la figura de la Mercè como algo cercano al porno y así se lo hizo saber a la autora.


2022, por lo que parece, será plácido, apolémico. No hay que descartar que a un año de las elecciones todas las prudencias parezcan pocas. Carla Simón es hoy por hoy una figura inmaculada, una directora de cine que ha enamorado dos veces al exigente jurado de la Berlinale (un mérito mayúsculo, pues dos es el número total de largometrajes que ha rodado) y que con ‘Alcarràs’ ha demostrado una envidiable capacidad de observar y después narrar, en este caso las vidas e inquietudes de las tres generaciones de una misma familia rural.

David de las Heras, fotografiado en plena faena por su compañera de estudio en Barcelona.

David de las Heras, fotografiado en plena faena por su compañera de estudio en Barcelona. / Mo.Zand

Esa idea, la de cómo tres generaciones distintas, hijos, padres y abuelos, comparten un mismo presente es, en cierto modo y por casualidad, el argumento central del cartel que ha salido del estudio de David de las Heras. Tal vez su nombre no les diga nada si no están al día en lo que se cuece en el mundo de la ilustración, pero, a poco que sean lectores, resultará que indirectamente le conocen. Algunas de sus obras han servido para ilustrar la portada de conocidas novelas, una decisión que las editoriales no se toman a la ligera. Suya es la portada de ‘Absolutamente música’, de Murakami, para Tusquets, y también la de una reedición de un clásico como ‘El corazón en las tinieblas’, de Conrad. Como si de un libro que se leerá en septiembre se tratara, De las Heras ha pintado al óleo no una, sino tres Mercès, cada una de ellas de una edad distinta, en un claro mensaje de que la fiesta de Barcelona es realmente mayor en el sentido de que trata de no dejar nadie fuera, para todas las generaciones. Sin pretenderlo tal vez, ha sintonizado así con el espíritu simoniano de ‘Alcarràs’.

Mano a mano, la alcaldesa Ada Colau y la directora Carla Simón han ayudado a David de las Heras a levantar la tela que cubría el cartel en un acto de presentación celebrado en el Palau de la Virreina, una obra que, a diferencia de lo sucedido en años precedentes, no ha sido diseñada con una pantalla y un ratón, sino a la antigua usanza, con pinceles, lo cual da más valor aún al original y pone de nuevo sobre la mesa la inexistencia en esta ciudad de un espacio museístico en el que se pueda gozar de forma permanente la historia de los carteles de la Mercè. El trabajo de De las Heras, por lo tanto, se ha llevado gran parte de la atención en esta jornada de presentación, pero la gran curiosidad ahora es conocer qué pregón armará Simón para el 23 de septiembre, ella, que es barcelonesa de nacimiento y, por trágicas circunstancias, de la volcánica Garrotxa de adopción.

El programa detallado de la fiesta mayor se revelará en próximas fechas, pero el Institut de Cultura de Barcelona ha dado a conocer ya algunos importantes detalles y novedades. La primera cuestión es que la ciudad invitada será Roma, con lo que ello comporta. En una cena con amigos los invitados traen el postre o el vino y en una fiesta mayor, un aperitivo de su cultura. En la plaza de la Mercè, por ejemplo, se proyectará cine de Ennio Morricone, Federico Fellini (¡nada menos que 'Roma', y en la plaza de la Mercè!) y Paolo Sorrentino, y en distintos escenarios se programará la música de artistas italiano como Alessandro Mannarino, Vinicio Capossela y Paolo Agneli, entre otros. No está de más recordar, en este párrafo, que los italiano son, de largo, la comunidad extranjera más numerosa de la ciudad, unos 42.000, aproximadamente. En 2023 la ciudad invitada será Kiev, la capital de Ucrania, por motivos que no es necesario explicar.

David de las Heras, Ada Colau y Carla Simón contemplan el cartel, obra del primero de los tres.

David de las Heras, Ada Colau y Carla Simón contemplan el cartel, obra del primero de los tres. / Ferran Nadeu

En el capítulo de novedades, lo que aportará la Mercè 2022 será la incorporación de nuevos espacios para la fiesta, una estrategia en marcha desde hace años que ha descentralizado enormemente la programación. En esta edición se sumarán como recintos la Zona Universitaria y Ciutat Meridiana, que acogerán conciertos de gran aforo la primera y la programación de Pallassos sense Fronteres la segunda, y la ronda de Sant Antoni, que se consagrará a la alimentación sostenible, y repetirán en la agenda alguna de las últimas incorporaciones, como el paseo de Gràcia, que ya en la fiesta del 2021, aún muy pandémica, fue el escenario de las fiestas tradicionales.

Ese detalle, por cierto, no debe ser pasado por alto. La Mercè de 2021 fue aún muy contenida. A la mayoría de los espectáculos solo se podía ir con reserva previa. La fiesta mayor de este recupera sus dimensiones de antes de que hiciera acto de presencia el coronavirus. Regresarán los fuegos artificiales a la avenida de Maria Cristina, el Correfoc a la Via Laietana y, lo dicho, se ampliarán fronteras. Que la Mercè llegue incluso a Ciutat Meridiana es toda una declaración de intenciones y, de paso (disculpen la maldad) una oportunidad tal vez para muchos para recordar la tacañería con la que la Generalitat hizo llegar el suburbano a ese barrio, con un metro de 50 centímetros.