Instalaciones precarias

Una fuga de aguas fecales obliga a cerrar el CAP Gòtic de Barcelona temporalmente

El barrio barcelonés reclama un nuevo Centro de Atención Primaria desde hace 12 años

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El Centro de Atención Primaria del Gòtic ha tenido que cerrar provisionalmente por culpa de un escape de aguas fecales en el edificio. Según ha informado el Institut Català de la Salut (ICS) este lunes, se prevé que la actividad asistencial habitual se pueda recuperar en los próximos días.

El origen de la avería se encuentra en las viviendas gestionadas por la Agència d'Habitatges de Catalunya, situadas en las plantas superiores del mismo bloque en el que se encuentra el CAP. De acuerdo al comunicado del ICS, la fuga en el sistema de recogida de aguas residuales ha ocasionado filtraciones en el centro de salud obligando a cerrarlo temporalmente.

Mientras se soluciona la incidencia, algunos servicios del ambulatorio se han derivado a un módulo externo situado en frente del CAP, en la plaza Joaquim Xirau. Otros se han tenido que desplazar a un espacio adicional que el CAP dispone en la planta baja del edificio APROP, en la calle Nou de Sant Francesc.

Reclamación vecinal

La construcción de un nuevo CAP en el barrio Gótico es una demanda vecinal que se remonta al año 2008. Pese a que el actual ambulatorio se abrió en el año 2000, desde el principio ha tenido problemas en la infraestructura, con varios episodios de filtraciones de aguas fecales como el que ha ocurrido hoy.

La Plataforma CAP Gòtic Nou Ja!, formada por vecinos del barrio y trabajadores del centro, ha vuelto a denunciar la precaria situación en la que se encuentra el CAP a través de las redes sociales. "Es increíble e intolerable que tengamos que esperar en estas condiciones hasta 2028 para tener un nuevo CAP".

A parte de recordar el retraso del Ayuntamiento en los plazos para conseguir el nuevo centro, CAP Gòtic Nou Ja! ha expuesto que Salut se comprometió a realizar las intervenciones necesarias para resolver el problema en una reunión que mantuvo en enero con la plataforma "para poder trabajar y atender en mínimas condiciones hasta el 2028".

Por su parte, el Institut Català de la Salut ha exigido al Ayuntamiento de Barcelona que "tal y como se ha comprometido públicamente ponga a disposición los espacios necesarios para la construcción de un nuevo CAP". "Los profesionales y la ciudadanía no pueden aceptar más incumplimientos que están poniendo en peligro el derecho a la salud", sentencia el comunicado.