Barcelona, 2.115 pisos públicos en obras o en trámite estarán disponibles en 2024

El Ayuntamiento de Barcelona lo repite a menudo: en estos momentos es la administración con mayor ritmo de construcción de obra pública. En la ciudad, el consistorio tiene 31 promociones en obras o cerca de iniciarlas, que suman 2.115 pisos con finalización prevista entre este año y 2024 en los que se calcula que podrán residir 4.500 personas. La inversión municipal asociada a esos proyectos es de 300 millones de euros.

Un punto dulce de un camino que empezó más cuesta arriba: durante el primer mandato el gobierno de Ada Colau acabó 834 pisos que en su gran mayoría habían sido proyectados durante el mandato previo, con Xavier Trias como alcalde. También fueron adquiridos y rehabilitados 566 pisos y otros 323, que estaban vacíos, se destinaron a alquiler.

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Al acabar el mandato de Trias, Barcelona tenía 7.538 pisos públicos entre los propios y los cedidos para alquiler; ahora la suma es de 10.800

Entonces, el equipo de Colau argumentó que era inviable ir más rápido, pero la alcaldesa pagó con las críticas recibidas una promesa hecha por Barcelona en Comú durante la campaña electoral de 2015 que no se cumplió: la de que en el mandato 2015-2019 acabaría con 8.000 pisos protegidos más en la ciudad: 4.000 construidos y 4.000 comprados. La oposición se puso las botas con ese incumplimiento y el gerente de Vivienda, en el primer mandato y en este, Javier Burón, que llegó después de que se formulara la dichosa promesa, subrayó que hacer vivienda pública implica trámites que no son necesarios en la privada: “En nueve años se dan tres ciclos de construcción de vivienda privada y solo dos de vivienda pública, por la cantidad de exigencias legales añadidas en el segundo caso”, contaba en 2019.

Protección permanente

Con datos de marzo de 2022 la situación ha cambiado mucho.  Las 31 promociones en curso albergarán viviendas con algún tipo de protección que no serán vendidas, para combatir así un mal del pasado del que todas las administraciones, sin excepción, fueron responsables. La vivienda era adquirida a un precio inferior al mercado y pasado un plazo determinado la protección desaparecía.

Ello benefició al privado, en ocasiones cuando ya no necesitaba de apoyo institucional económico, porque su situación había mejorado, pero impidió la creación de un gran parque de vivienda pública, que en otras ciudades y en otros países sí son más significativos, lo que permite no solo ofrecer un piso a alguien en situación de vulnerabilidad sino incluso incidir en el precio general del alquiler. Barcelona sigue muy lejos de llegar a ese punto pero el parque habrá crecido considerablemente en estos años.

Alquiler, derecho de superficie

De las 2.115 viviendas en obras o cerca de iniciarse, 1.623, el 77%, serán de alquiler, o bien social (cerca de cinco euros por metro cuadrado), o bien asequible (entre siete y ocho euros por metro cuadrado), que es el que está en un punto medio entre el social y el de mercado (15 euros por metro cuadrado).

301 viviendas, el 14%, se harán bajo el régimen del derecho de superficie, fórmula que consiste en que el nuevo titular adquiere el derecho de residir en la vivienda durante 75 años. No puede hacer negocio con ella, ni alquilarla ni venderla, aunque sí puede dejarla a herederos sí estos se empadronan y viven allí, aunque solo podrán ocuparla hasta que se cumplan los 75 años que empezaron a contar con sus progenitores. Pasado ese periodo, el consistorio vuelve a disponer de la casa

Un 2% del total, 37 viviendas, corresponderán a covivienda: el ayuntamiento cede una finca o un solar para que una cooperativa construya. Los socios aportan una entrada y pagan una mensualidad. Otros 154 pisos de la lista en curso, el 7%, integran el apartado de afectados urbanísticos: son para vecinos de zonas afectadas por transformaciones urbanísticas. Por ejemplo, en el caso de la casas baratas de Bon Pastor, las que se construirán para reemplazar los bloques viejos demolidos.

Por barrios

Por zonas, los 2.115 pisos se reparten de la siguiente forma: ocho pisos en Ciutat Vella; dos promociones en el Eixample con 47 (Nova Esquerra del Eixample) y 238 pisos (Fort Pienc); dos en Sants-Montjuïc que suman 180 pisos (Marina del Prat Vermell); dos en Gràcia de 14 viviendas (Vallcarca i els Penitents) y 97 (La Salut); una en Horta-Guinardó con 105 viviendas (La Clota); cinco promociones en Nou Barris de las que una tendrá 29 pisos (Roquetes), dos sumarán 78 (Torre Baró) y otras dos, 162 viviendas (Trinitat Nova); nueve promociones en Sant Andreu, cinco de ellas con 244 pisos (Bon Pastor), tres que suman 278 (Sant Andreu) y una con 139 (Trinitat Vella), y nueve más en Sant Martí, de las que cuatro suman 217 viviendas (Besòs i el Maresme), dos contarán con 60 (Parc i la Llacuna del Poblenou), otras dos tendrán 64 viviendas (La Verneda i la Pau) y, por último, habrá una con 155 viviendas (Provençals del Poblenou).

Según datos del consistorio, este gestiona a través del Institut Municipal de l'Habitatge i Rehabilitació (IMHAB) 10.800 viviendas, cifra que no incluye las que no están acabadas. De ese total, 9.268 forman el parque público municipal: 8.397 son de alquiler y 871, de derecho de superficie. Respecto de 2015, los pisos comprados son 1.200 y los construidos y entregados, 1.000. Unos 700 privados están incorporados temporalmente a la red pública. El parque más las viviendas cedidas, es decir, las 10.800 citadas, eran 7.538 al acabar el mandato de Trias, por lo que el aumento desde 2015 es de más de 3.300 unidades.

Lucía Martín y la Generalitat

La concejala de Vivienda, Lucía Martín, recordaba días atrás, al anunciar el inicio de obras de una promoción en Glòries, la diferencia de ritmo de construcción del ayuntamiento y la Generalitat: el Institut Municipal de l’Habitatge licitó en 2021 60 millones en obras, el INCASOL, de la administración autonómica, 23,4 millones y el IMPSOL, del AMB, 24,1 millones.

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