Acto de entrega

John Hoffman, el arquitecto del Mobile, nombrado hijo adoptivo de L’Hospitalet

Núria Marín oficializa la distinción al consejero delegado de GSMA, la empresa que organiza la feria tecnológica, en un acto en el Palauet de Can Buxeres

El estadounidense agradece el reconocimiento y confía en seguir colaborando con la localidad hasta 2024, cuando concluye el contrato de la cita, "o 2025"

Entrega de la medalla de hijo predilecto de L'Hospitalet para John Hoffman

Entrega de la medalla de hijo predilecto de L'Hospitalet para John Hoffman / Álvaro Monge

Toni Sust

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Quizá John Hoffman sea en estos momentos el estadounidense más apreciado en Catalunya, por lo menos por todo aquel que ve en el Mobile World Congress un granero de empleos e ingresos, especialmente en el contexto de los últimos tiempos, en el que no ha faltado el miedo a que la feria tecnológica acabara buscándose una nueva sede.

Pero eso no ha pasado, y el Mobile sigue en Barcelona y en L’Hospitalet. Y es esta segunda localidad la que ha otorgado al consejero delegado la condición de hijo adoptivo. Una distinción que le ha sido entregada este martes después de que L’Hospitalet aprobara la iniciativa por mayoría absoluta en el pleno del pasado 22 de diciembre, con el voto favorable del PSC y ERC y el contrario de Ciutadans, Comuns y PP.

“Gracias a los que me votaron en el pleno y muchas gracias a los que no me votaron, no me lo tomo como algo personal”

Hoffman, consejero delegado de GSMA, ha recibido la distinción en un acto en el Palauet de Can Buxeres, en el que la periodista Núria Ferré ha resumido la trayectoria de un hombre nacido en 1957 en Saline, Michigan, una ciudad de 10.000 habitantes situada a 15 minutos de la Universidad de Michigan, donde estudió arquitectura. Luego acabó descartando esta actividad y se inclinó por la tecnología.

La segunda casa

Ferré ha recordado una frase del consejero delegado: “L’Hospitalet es mi segunda casa”. Ha destacado la “química” entre Hoffman y la alcaldesa, Núria Marín, que tiempo atrás dijo de él: “Lo acabaremos adoptando”. De Marín, ha agregado Ferré, aprendió Hoffman que con una copa de vino y buena comida las reuniones “fluyen” más.

 “Sé que tienes un inmenso cariño por esta ciudad, que es correspondido”, ha afirmado la alcaldesa al tomar la palabra: “Formas parte de esta ciudad por mérito propio. Has superado todos los exámenes que te hemos puesto”. “Siempre has llevado el nombre de L’Hospitalet más allá de nuestras fronteras”, ha agradecido Marín, que ha asegurado que el norteamericano tiene “ADN de L’Hospitalet”: “Supiste descubrir la identidad y el potencial de nuestra ciudad. Eres ya un vecino más”.

Hoffman ha agradecido la distinción en un discurso emocionado no exento de ironía en el que ha precisado que quizá más que hijo adoptivo debería haber sido nombrado “tío loco” o abuelo adoptivo”. “Ahora soy ciudadano de L’Hospitalet, esta es mi casa”.

“2024 o 2025”

Hoffman ha admitido que hasta 2012, el año antes de que el Mobile se desplazó a la ciudad, no conocía L’Hospitalet, y ha comentado sobre el pleno que le otorgó la distinción: “Gracias a los que me votaron y muchas gracias a los que no me votaron. Es su deber votar como quieran y no me lo tomo como algo personal”. Y ha mostrado su confianza en seguir colaborando con L’Hospitalet “hasta 2024 o 2025”. Un guiño, ya que el contrato del Mobile concluye en 2024.

Hoffman ha afirmado que pese que “no es fácil vivir a la sombra de una gran ciudad” como Barcelona, esa condición permite a L’Hospitalet trabajar con más discreción. “Aprendí rápidamente que el hermano pequeño de Barcelona era un gran amigo y un gran hermano, y un hermano mayor". Antes de despedirse, el estadounidense ha apostado porque las vías que dividen L’Hospitalet sean soterradas y ha concluido: “Nací de dos madres distintas, me siento satisfecho de ser hijo adoptivo, espero no decepcionaros ni ahora ni en el futuro”.

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