Movilidad compartida

El billete sencillo de bus ya puede pagarse con tarjeta de crédito en toda la red de Barcelona

TMB empieza con el transporte de superficie pero la idea es que el metro, y también Ferrocarrils y Rodalies, también vayan incorporando esta tecnología que evita el manejo de efectivo

Laia Bonet explica la generalización del pago del billete sencillo de bus con tarjeta bancaria

Laia Bonet explica la generalización del pago del billete sencillo de bus con tarjeta bancaria. /

Carlos Márquez Daniel

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La pandemia obligó a realizar múltiples cambios en el transporte público, sobre todo a nivel de gestión y renovación del aire, de manera que la movilidad compartida fuera tan segura como fuera posible. También fueron necesarios retoques en la relación con los viajeros, como el hecho de vetar el uso de efectivo en el pago de billetes sencillos en los autobuses para evitar el contacto con el dinero en efectivo. Hasta ahora, el billete debía adquirirse con un complicado sistema de código QR. Hasta hoy, día en el que Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) ya ha instalado en todos sus autobuses (cerca de mil) y en todas sus líneas (un centenar) un lector de tarjetas bancarias. Se empieza por aquí porque era lo más urgente, pero la idea es extender el método al bus metropolitano, al metro y también a Ferrocarrils y Rodalies.

Pago con tarjeta bancaria en un autobús de Barcelona

Pago con tarjeta bancaria en un autobús de Barcelona / Jordi Otix

El sistema anterior era cualquier cosa menos comodidad para el usuario. Teniendo en cuenta que, además, el billete sencillo suelen comprarlo los viajeros ocasionales, no era un método precisamente seductor. Era necesario descargarse la aplicación de TMB, registrarse, ir al apartado de 'compra de billetes', seleccionar el elegido, adquirir a través de la 'app' del banco y pasar el QR resultante en un lector. Ahora bastará con pasar la tarjeta de crédito, que a la vez se convertirá en título de transporte en el caso de que se suba un revisor al bus. El trabajador de TMB tendrá acceso a los cuatro últimos dígitos de la tarjeta del pagador para poder comprobar que, efectivamente, ha desembolsado los 2,40 euros por el servicio.

Para el turista

Además de la tarjeta física, también podrán usarse otros soportes que tengan incorporada la tarjeta (débito o crédito), como el móvil o los relojes inteligentes. Los billetes sencillos suponen menos del 2% de las validaciones totales de TMB y el usuario habitual suele ser el turista, de ahí, también, que el precio esté tan disparado si se comprada con otros títulos, como la T-Usual, que son los que utilizan los viajeros más fieles del transporte público.

Sobre la expansión de esta tecnología a alternativas de movilidad compartida, Pere Torres, director general de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) ha explicado que el bus era prioritario porque, a diferencia del metro, no dispone de máquinas expendedoras de billetes. En cualquier caso, la idea es que este tipo de pago, que no emite billete físico, y eso también es un ahorro (y un mensaje) medioambiental, se extienda al ferrocarril. Torres también ha avanzado la voluntad de negociar con los operadores privados de las líneas metropolitanas de autobús, donde, a diferencia de la red de Barcelona, sí se sigue pagando en efectivo el billete sencillo. "A lo largo de 2022 -ha asegurado- esperamos poder iniciar una prueba piloto para comprobar cómo funciona".

Más agilidad

Laia Bonet, presidenta de TMB y concejala de Movilidad, ha celebrado "la colaboración público-privada" que ha hecho posible esta tecnología y ha señalado que permitirá, además, mayor agilidad en las paradas, lo que debería repercutir, ni que sea un poco, en uno de los puntos débiles de la red de bus: la velocidad comercial, estancada en los 12 kilómetros por hora. Bonet también ha destacado que Barcelona haya sido la primera ciudad española en implantar este sistema de pago, en el que han participado las empresas Comercia Global Payments y Inetum.