La oposición municipal

Guilarte, convencida de que Ciutadans mantendrá el pulso en BCN en 2023

La presidenta del grupo naranja en el consistorio considera que solo los suyos hacen una política “solvente y pragmática”

“Yo soy usuaria de bicicleta pero hace tres años que no la cojo para ir por Barcelona porque tengo miedo”, afirma

Mari Luz Guilarte

Mari Luz Guilarte / ZOWY VOETEN

Toni Sust

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A poco que uno pregunte a los concejales del resto de grupos municipales prácticamente todos coinciden en considerar que el riesgo de que Ciutadans se quede sin representación municipal tras las elecciones de 2023 es elevadísimo. Esencialmente, por los resultados negativos que la marca que encabeza Inés Arrimadas ha cosechado últimamente en distintos ámbitos electorales. Pero no es algo que inquiete a la jefa de filas del partido en el Ayuntamiento de Barcelona, Luz Guilarte, que replica: “Ya les gustaría”.

A un año y medio para las municipales, Guilarte sostiene que la ciudadanía puede comprobar cómo su grupo trabaja para mejorar la ciudad, aunque asegura que los medios de comunicación no ayudan porque no difunden la labor de la oposición. Ciutadans inició el mandato con seis concejales, que no era mal número si no fuera porque aquella candidatura atípica, con el exprimer ministro francés Manuel Valls al frente, aspiraba a lograr la alcaldía. El colectivo duró poco unido, porque la idea de Valls de rentabilizar su aventura facilitando a Ada Colau la alcaldía que tenía perdida, en detrimento de ERC y Ernest Maragall, horrorizó a Ciutadans. Guilarte encabezó un grupo de cuatro ediles, con la particularidad de que uno de ellos, Celestino Corbacho, dio su voto a Colau antes de separarse de Valls. A medio mandato, Ciutadans perdió a Marilén Barceló, que se acercó a Barcelona pel Canvi, donde quedaron sus antiguos colegas de candidatura, aunque ejerce como concejala no adscrita.

La presidenta del grupo de Ciutadans, en la plaza de Sant Jaume.

La presidenta del grupo de Ciutadans, en la plaza de Sant Jaume. / Zowy Voeten

Cinco minutos de oposición

Para la presidenta de Ciutadans, Barcelona está muy mal. “Se lo dije a (Jaume) Collboni (líder del PSC en el consistorio y primer teniente de alcalde): ‘Usted tiene que salir de este gobierno’. Los socialistas hacen de estatua, de ornamento, no tienen protagonismo ni liderazgo”. Tiene palos para ERC, para Junts per Catalunya, para Barcelona pel Canvi y para el PP, porque considera que no ejercen una verdadera oposición: “Estamos haciendo un buen trabajo, somos el único grupo que presenta proyectos concretos, que habla con los vecinos”.

En lo económico, apuesta por volver a “la fiscalidad de 2019”. Y en general, su diagnóstico sobre el estado de la ciudad es severo: “Hay un problema de seguridad, absolutamente. Lo vives en la calle. Hay muchos más delitos sexuales, más hurtos, hay más violencia. Ha crecido la sensación de impunidad. Me da igual cuál era la situación en los años 80. No tenemos efectivos. Se han quitado medios policiales y se ha criminalizado y desautorizado a los cuerpos de seguridad. Si te dejas el dinero en un tranvía que nadie ha pedido en lugar de cubrir las necesidades prioritarias”.

Guilarte, en la Rambla.

Guilarte, en la Rambla. / Zowy Voeten

Guilarte cree que en lugar de por la conexión del tranvía, Barcelona debería apostar por la cobertura total de la Ronda de Dalt, una operación que según Ciutadans costaría unos 250 millones. “Ganas un espacio que podría ser verde. Después, muchos vecinos con vivienda en una zona muy transitada no tendrían el humo al abrir la ventana. Podrías hacer rutas en bicicleta, una autopista para bicicletas. Yo soy usuaria de la bicicleta pero hace tres años que no la cojo en Barcelona porque tengo miedo, porque no me siento segura. Te encuentras carriles bici de doble sentido y es muy peligroso”.

Peatonalizar calles

La concejala no tiene coche, lo alquila si lo necesita. Va a pie o en transporte público, y por trabajo, en taxi y a veces en coche oficial del consistorio. Critica la política de movilidad de Colau: “Hay que bajar los precios del transporte público y no poner palos en las ruedas. Del centro de la ciudad a La Maquinista tardas más que de Barcelona a Mataró. Las supermanzanas no son nada nuevo: se le ha llamado siempre peatonalizar calles. Llamemos a las cosas por su nombre. No estoy en contra de que se haga, pero no en todas partes. Quitar espacio al coche no equivale a dar más a los vecinos. En Sant Antoni no hay un entorno amable para el peatón: patinetes, bicicletas, gente que va al mercado. Se ha convertido en un espacio arisco, degradado. La gente mayor va con miedo: hay escalones altísimos que posibilitan las caídas”.

La ‘primera’ alcaldable de Albert Rivera

Luz Guilarte fue la primera alcaldable de Ciutadans en Barcelona. Ganó las primarias del partido que encabezaba Albert Rivera para las municipales de 2007, pero como en otros partidos las elecciones internas no fueron definitivas: “Cedí mi plaza a Esperanza García y fui de número dos”. Se quedaron a 1.500 votos de entrar en el ayuntamiento.

Guilarte nació en el Hospital de la Vall d’Hebron. Con cinco años se trasladó con su familia –“Todos los veranos venía a Barcelona”, subraya- a Valladolid, Reus y Canarias, de donde se fue a los 18 para cursar su formación universitaria en Granada y complementarla en el extranjero. Es politóloga, socióloga, especialista en Relaciones Internacionales y Ciencias de la Administración y ha hecho un máster en Gestión Directiva. Cuando trabajaba en Alemania para el Banco Santander, estudió finanzas. Luego la fichó Allianz Global Investors.

En 2005 volvió a Barcelona tras trabajar en Bruselas y en Fráncfort. Era su “sueño”, pero se torció un poco: “Me sentía extraña, expulsada. El nacionalismo empezaba a hacer de las suyas”. En 2017, entró en el Parlament, en el grupo que encabezaba Inés Arrimadas. Comparte con Gerard Piqué y Miquel Iceta que Madrid está mejor que Barcelona: “Muchos amigos míos expatriados que vinieron ahora quieren irse”. Le gusta nadar y pasar tiempo con sus sobrinos. Y comer pero no tanto cocinar: “Tengo un gran cocinero en casa”

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